domingo, 26 de octubre de 2008

El dos de agosto 2007

Cuando tu vida se despista te acuerdas de muchos consejos que has estado dando a tus amigos y esperas de ellos algún consejo sólido para que el paso del tiempo no limite tus capacidades de adaptación. La mayoría de las veces los consejos que recibes te confunden, y sigues ahondando en tu despiste. Te das cuenta de que aconsejar es acompañar, y eso es tarea difícil. Cada uno te aconseja desde su experiencia, no teniendo en cuenta que cada experiencia es personal, única, incompartible. Concluyes que siempre hay que agradecer el consejo, pero nunca seguir a rajatabla cualquier consejo. Aunque todos los consejos son valiosos (pues vienen de personas que te importan), no todos son útiles. De ahí que sea necesario tomar distancia de los consejos, sopesar todos ellos y abrazar los que más te convenzan, haciéndolos tuyos para que el día de mañana no tengas que compartir tus fracasos con tus consejeros. Nunca el consejero es responsable de sus consejos si realmente aconseja a alguien que sabe aconsejarse. Aceptar un consejo es irresponsabilizar a quien te aconseja. Así pues, te pones en marcha siendo responsable de tu pista, la pista que algún día ha de llevarte a la felicidad. Que nadie tema aconsejar, que nadie imponga sus consejos, que nadie acepte los consejos a rajatabla, que nadie siga los consejos sin haber, de antemano, irresponsabilizado a su consejero.

Gracias por vuestras visitas

Queridos navegantes, acabo de darme cuenta que llevo más de un año anotando mis reflexiones y sentires en este blog. Durante este tiempo he intentado pensar en voz alta, tomar posturas ante algunos acontecimientos, incluso me he permitido mirar el lado más romántico de mis cantantes más favoritos. A veces un poco de todo en la vida de un hombre es todo lo que se puede ofrecer. Esperar más sería pedir mucho. Así que gracias a todos los que me habéis visitado, tanto los que dejáis vuestras huellas como los que pasáis navegando. Intentaré mantener mi cita semanal, no porque no tenga nada diario que compartir con vosotros, sino porque aunque parezca increíble ahora no tengo acceso diario a la red. Espero vuestras sugerencias y vuestras opiniones. Recordad que lo importante no es pensar u opinar lo mismo: lo fundamental es creer en lo que se piensa y respetar a quienes no piensan como nosotros. Un saludo cordial.

sábado, 18 de octubre de 2008

El barco del aborto

La presencia del llamado “barco del aborto” en las costas valencianas ha logrado sus objetivos que no son más que suscitar un debate social acerca de los supuestos legales en los que se puede practicar el aborto. Personalmente creo que nuestra obligación es defender la vida de cualquier ser humano, más ahora que las sociedades modernas disponen de medios económicos y sanitarios para garantizar una vida digna a un recién nacido sin que la salud de su madre se vea demasiado afectada. Por eso creo que el aborto tendría que ser el último recurso y debería practicarse en los primeros meses. Si una mujer embarazada de dos meses no sabe aún qué hacer con la criatura que lleva dentro, es síntoma de que no está en condiciones de tomar una decisión adecuada y en caso de dudas, hay que defender siempre la vida.

Mucha gente acepta la posibilidad de interrumpir un embarazo no deseado, sobre todo cuando el embarazo es fruto de una violación. Las posturas se enfrentan cuando queremos incluir los embarazos no deseados en los supuestos de jóvenes que se quedan embarazadas por no utilizar los medios preventivos. Yo creo que las sociedades occidentales disponen de información suficiente sobre las relaciones sexuales que nadie debería caer en el recurso fácil de “no lo sabía”. Además existe la píldora del día después que puede facilitar las cosas. En todo este proceso, hemos de buscar el mal menor.

Supongo que los defensores del “aborto libre” invierten más energía en propagar la importancia de los métodos preventivos que en la defensa del derecho de la mujer a practicar el aborto. Sobre todo, quiero pensar que aceptan que el recurso al aborto es síntoma de un fracaso preventivo y social y tiene que ser en casos extremos. Por eso la llegada del llamado “barco del aborto” en las costas valencianas no es motivo de fiesta, sino de tristeza. Si hemos tenido la oportunidad de nacer, intentemos conceder esta posibilidad a los que están en camino.

sábado, 11 de octubre de 2008

Me pregunto si el capitalismo es un enfermo terminal

1.-El capitalismo está sufriendo unos de sus mayores crisis en cuanto que la falta de liquidez está afectando a todos los sistemas financieros de los distintos continentes. Por ahora los países que se mantienen al margen son de tendencia comunista o con una intervención estatal muy firme.

2.-Los gobiernos de los países más ricos están inyectando dinero público en las empresas privadas para evitar su quiebra. Se trata de nacionalizar parte del sistema financiero, justo lo que rechazaban con ferocidad los fanáticos del capitalismo.

3.-La mayor desgracia del capitalismo en este momento es que nadie, ni los comunistas, ni los capitalistas, ni los socialistas, plantea dudas ante el actual intervencionismo estatal. En estas circunstancias no hay nada que pueda hacer mayor daño que la indiferencia.

4.-A falta de liderazgo del imperio norteamericano, el incombustible Nicolás se ha convertido en el profeta de la refundación del capitalismo pero le falta el rigor académico. Nicolás sólo quiere protagonismo. Está tocando todas las notas sin acertar ninguna melodía. Su nerviosismo y su falta de preparación académica se reflejan en la cantidad de reuniones estériles que está teniendo en Paris con diferentes jefes de estado. Si lo que quiere evitar es la desconfianza de los inversores y consumidores, está consiguiendo justo lo contrario. Los ciudadanos ni confían en el mercado, ni se fían de los políticos. Posiblemente el debate intelectual sosegado sea lo único que pueda devolver la esperanza a los ciudadanos. Lo cierto es que nadie puede pretender cambiar las ideologías sin pasar por el laboratorio académico.

5.-Pero la desgracia del capitalismo es que, a parte de no tener en frente con quienes discutir (por ejemplo el comunismo), los intelectuales siguen rendidos ante su encanto y se niegan a plantearle preguntas. Lo único que hacen es aconsejar a los políticos la inyección del dinero de los contribuyentes en el capital privado. Y esto, a corto plazo puede estabilizar un poco el mercado mundial, pero no soluciona nada.

6.-Me da la sensación de que el capitalismo es un enfermo terminal con muchos hijos bastardos, algunos de ellos desconocidos. En lugar de dedicarse a reanimar al agonizante, habría que concentrar los esfuerzos en localizar y potenciar el mejor de todos los bastardos para asegurar una buena reproducción. Enterrar el capitalismo con los mejores honores, si quieren sus fanáticos, sería un paso grande para la humanidad. En lugar de andar proponiendo la refundación como hace Nicolás, habría que fijar fecha para la desconexión total del enfermo terminal que está chupando el dinero de los contribuyentes, sin ofrecer nada a cambio (sólo ofrece miedo, desesperanza, nerviosismo y desconfianza).