El juzgado
de lo social condena la empresa Qualytel a reincorporar en sus puestos de
trabajo a todos los trabajadores afectados por el ERE de agosto 2009. Al
parecer un ejecutivo de esta empresa ha comunicado su intención de reincorporar
a los despedidos que lo deseen en menos de una semana puesto que no van a
recurrir el fallo judicial.
Preguntado
por esta buena noticia para los salmantinos, uno de los representantes de los
trabajadores se mostró sorprendido por la información ya que lo que sospechan
los trabajadores es que el juzgado de lo social se declare incompetente para
juzgar un ERE aprobado por la autoridad laboral. Por consiguiente, “la patata
caliente” seguirá paseando en los despachos judiciales.
Este ex
trabajador de Qualytel dice que el ambiente en la sala de vistas era “demasiado
amable” entre algunos miembros de la mesa, y que había una cierta prisa para
sacar fuera del juzgado “la patata caliente”. “Faltaban unos pinchitos y unas
cañitas frías para redondear la fiesta”, murmura otra trabajadora despedida por
Qualytel. “Gracias a las negociaciones de nuestros representantes sindicales en
Qualytel estoy disfrutando del paro”, ironiza un muchacho joven que no quiso
identificarse.
“Bueno, hay
quienes dicen que algunas heredarán en Qualytel por el mal trago que le han
evitado dando su visto bueno a los despidos”, declara convencido otro
despedido. La chica que le sujeta la carpeta me mira fijamente y me avisa: “si
no envías esta comunicación a 5 personas en menos de una semana irás al paro
antes de Navidad”. “Esto es un cachondeo, ¿no?”, le pregunto sonriendo. Un
colega de la competencia me susurra que la noticia parece un cachondeo, pero
que todo lo que ha rodeado el despido de estos teleoperadores es un auténtico
cachondeo. “Si no fuera porque los parados siguen teniendo la mala costumbre de
comer dos veces al día me troncharía de risas”, sentencia mientras me da una
palmita en la espalda.