viernes, 24 de junio de 2011

La representante de los indignados

Los indignados dicen que no tienen portavoces porque el pueblo se representa a sí mismo. Al menos es lo que dice la Constitución española: “todos los poderes emanan del pueblo” porque “la soberanía de la nación reside en el pueblo”. Pero los manifestantes quisieron entregar su soberanía a una señora mayor que asomada al balcón de su casa cerca de Atocha lanzaba besos cariñosos a los indignados. Ellos pararon la marcha, la dedicaron varios piropos y repetidas veces la dijeron: “Tú, sí que nos representas”. Sucedió el pasado domingo 19 de junio 2011 en las cercanías del Museo Reina Sofía.

Los indignados madrileños recorrieron todos los barrios pidiendo a los dirigentes políticos que no fueran rehenes o animadores de los banqueros que no cesan de engordar sus cuentas corrientes. Los políticos han caído en la trampa del capitalismo salvaje, y parecen estar convencidos cuando afirman que “el mercado exige reformas laborales”, que el Fondo Monetario Internacional exige más flexibilidad en los contratos laborales. Recordemos que el Fondo Monetario fue inventado por Occidente para proteger su economía. De hecho, la constitución de esta institución dice que su director debe ser siempre europeo. Ahora sus dueños occidentales están bebiendo de su misma medicina. Se ven en la obligación de aplicar lo que han estado recetando alegremente a los países en vía de desarrollo. Además, se ve que economías que parecían fuertes se están hundiendo ante el asombro de todos. Grecia está en bancarrota. Irlanda y Portugal han estado a punto de hundirse. Los especuladores capitalistas no dejan de zarandear la economía española para ver si se cae. Bélgica e Italia están en el punto de mira. Europa se ha dividido en los vecinos ricos del Norte y los vecinos pobres del Sur. Hay quienes han empezado a cuestionar las bondades de la moneda única.

sábado, 18 de junio de 2011

Las instituciones políticas en España

Tenemos muchas instituciones políticas en España. 19 estatutos de autonomía, de los cuales 17 corresponden a las Comunidades Autónomas y 2 a las ciudades de Ceuta y Melilla. 50 provincias, más de 8.000 ayuntamientos. Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica Vasca, Policía Autonómica Catalana y Policías Locales. Ejército de Tierra, Mar y Aire. No entiendo porqué hay quienes se sorprenden del elevado gasto del estado español.

No es raro encontrarse con una oficina custodiada por dos o tres cuerpos de seguridad: un policía, más un guardia civil, más un vigilante de seguridad. ¿Es necesario malgastar los recursos estatales de esta manera? Hace tiempo que no paso cerca del Palacio de Oriente en Madrid. Creo recordar que el palacio estaba custodiado al mismo tiempo por la Guardia Real, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local y una brigada de bomberos.

La Casa Real, la Presidencia del Gobierno, las Presidencias de las Comunidades Autónomas. El Senado, el Congreso, las Asambleas autonómicas, las Diputaciones provinciales y los órganos municipales. Gran parte de estos “órganos” no hacen nada más que repetir lo que han hecho los otros. ¿Qué hace un diputado provincial? ¿Qué hace un diputado autonómico que no podría hacer un senador o un diputado nacional? ¿Es realmente necesario el Senado, cuando lo único que hace es dar visto bueno a lo que dice el Congreso? Si la disciplina del voto obliga a los diputados a votar lo que manda el partido, ¿para qué se necesita 350 diputados? Muchos gastos del estado español no tienen justificación.

Estoy de acuerdo con Felipe González cuando aboga por unificar los ayuntamientos y reducir el gasto público. No puede ser que haya varios cuerpos de policía, con sus correspondientes mandos, cuando se podría unificar y optimizar los recursos personales y materiales. El Estado español no puede soportar el gasto de tantos políticos que no se sabe muy bien a qué se dedican realmente: concejales en los ayuntamientos, diputados provinciales, diputados autonómicos, diputados nacionales y senadores. Por muchas reformas laborales que se haga, por muchos recortes en las inversiones públicas que se lleve a cabo, por tantos bandazos que se sigue haciendo, no se podrá equilibrar el gasto publico si no se revisa la función de la clase política y las instituciones creadas a su imagen y semejanza.

Me parece que lo más cómodo es cerrar el grifo de las becas, cortar la financiación a los investigadores, quitar las ayudas a los parados de larga duración, olvidarse de aquellos que tengan algún tipo de dependencia o discapacidad. Es indignante que el estado se gaste tanta pasta en las instituciones “innecesarias” y se dedique a marear a quienes solicitan una ayuda porque tienen un familiar con dependencia. Es indignante que unos pasen hambre mientras otros tienen tres sueldos y les parezcan normal. El que no se indigna es porque no quiere.

sábado, 11 de junio de 2011

Democracia real

Casi todos los llamados comentaristas o analistas políticas de los medios de comunicación rechazan la exigencia del Movimiento 15 M de la “democracia real”. Es cierto que no se puede comparar el tipo de democracia que tenemos en España con la democracia de muchos países. La participación ciudadana española es activa, aunque las normas intentan proteger los grupos de poder.

Parece que hace tiempo los grandes partidos políticos se pusieron de acuerdo para apropiarse de los instrumentos del poder a través de la ley electoral. Siendo legal, esta ley electoral es injusta. De hecho, el M15M propone su cambio porque no todos los votos valen lo mismo en España. Y esto es un fallo muy grave de la democracia. Los votos de IU valen menos que los votos del PSOE o del PP. Si a este fallo escandaloso añadimos que los partidos políticos nos exigen votar listas cerradas, la soberanía popular se reduce a la mera expectación. Si en una lista del PP hay un candidato al que yo no quiero dar mi voto, no puedo hacerlo. Si quiero que mi voto vaya al PP, sí o sí tengo que votar toda su candidatura. De lo contrario, se me obliga a no votar al partido que quiero. En las últimas elecciones de los eurodiputados me vi en esta encrucijada, y acabé por no ir a votar. De modo que la democracia española puede ser mejorada, tal como afirma el M15M.

Difícilmente se puede decir que el poder es servicio. Si así fuera, ¿cómo se explica tantas batallas para conseguirlo? Si los políticos sudan tanto para conseguir el control de las instituciones, no es por sus ganas de servir a los ciudadanos. Todo apunta a que muchos de ellos buscan conseguir intereses personales. Finalmente, como canta Alpha Blondy, un dirigente elegido una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces: se convierte en dictador. “le président élu une foi, élu deux fois, élu trois fois, élu quatre fois : ça devient de la dictature”.

sábado, 4 de junio de 2011

¿Indignado? Por supuesto que sí

Como lo local es globalizable, me permito afirmar que los llamados valores tradicionales occidentales están atravesando una profunda crisis. De todas formas se veía venir. Dios fue expulsado por los intelectuales científicos con la intención de que la razón ocupara su sitio. Pero el reinado de la razón duró muy poco. El “carpe diem”, en sus distintas versiones, no tardó en decretar la muerte de la modernidad, el fin de los grandes relatos, la futilidad de las ilusiones y la prohibición de prohibir. Aún así, la situación parecía romántica si no fuera porque los oportunistas empezaron sus conquistas lentas pero letales. Dieron conciencia a las almas que deambulaban pacíficamente en las plazas públicas; predicaron que vivir bien no es ningún pecado; sugirieron que la única aspiración que vale la pena es tener mucho dinero y vivir a pierna suelta. Ahora todos estamos embaucados, con el agua llegándonos al cuello y las facturas desbordando nuestros buzones de correo. Nos damos cuenta que hemos caído en la trampa del consumismo pero no tenemos salidas. Nos escandalizan mil personas acampadas en nuestras plazas públicas reclamando mejoras económicas, pero no nos indignan que cinco millones de parados estén arruinados. Nos parece normal que un político con tres sueldos hable en nombre de los sintechos. Nos parece católico que un Papa prohíba utilizar los preservativos en lugares donde el Sida está arrasando, y no nos indignan que el mismo Papa sea compasivo con sus chicos pederastas porque la sociedad está montada así: trincar lo que sea es lo ideal. Sus cachorros se juntan para prometer la virginidad hasta el matrimonio, pero al día siguiente los servicios de limpieza se escandalizan de tantos preservativos en los cubos de basura. Pareciera que el orgasmo espiritual provoca orgías sexuales.

Es cierto: donde unos bendicen, otros maldicen. España vende piezas para reparar los aviones militares del coronel libio, pero al mes siguiente envía sus pilotos para destruirlos. Estados Unidos se une con Europa para defender al pueblo libio, pero sus barcos militares no socorren a los refugiados libios que mueren ahogados en el mar mientras las cámaras de última generación graban su último suspiro. ¿Qué más da? ¿Alguien se escandaliza por eso? Somos Occidente, “el puto amo del mundo” como diría el otro. Al enemigo de Estados Unidos se le pega un tiro y se le lanza al mar sin juicio. ¿Y qué hacer con el enemigo del pueblo árabe? ¿Qué hizo Alemania con Hitler? Reírle las gracias hasta que se vio de rodillas, bebiendo sangre humana en vaso de diamantes. ¿Qué hace España con los cachorros hitlerianos que están naciendo en todos los sitios? Nada. El derecho de expresión pareciera ser más importante que el derecho a la vida. Además en Occidente tenemos lágrimas suficientes para derramar cuando el racismo empiece a dinamitar algunos pueblos catalanes.

Al final tendré que dar razón a quienes creen que los dirigentes occidentales son oportunistas, y que la civilización occidental es profundamente hipócrita, violenta, anti-humana. Tiene facilidad para afirmar una cosa y negarla al mismo tiempo. Trafica con seres humanos para abolirlo después (trata de negros). Provoca guerras mundiales para montar, después, la organización de las naciones unidas. Forma militarmente a Bin Laden o a Sadam Hussein, para eliminarlos después. Recibe al coronel libio en sus palacios para, llegado el momento, cargarse a dos de sus hijos. Construye una escuela infantil en una aldea congoleña para que sea destruida, meses después, con una bomba fabricada por ellos mismos. Eso sí, es necesario que en la escuela haya alumnos para que pueda ser destruida. Lo malo para Occidente debe ser lo malo para todo el mundo. Sin embargo, a mi me cuesta diferenciar las actuaciones policiales de Egipto de las actuaciones de los mossos en Catulanya contra los indignados del 15 M. Lo nuestro es bueno, lo de ellos es malo. Así, los llamados valores tradicionales occidentales seguirán atravesando una profunda crisis. En términos eclesiásticos, quienes necesitan evangelización no son los pobres de Santo Domingo sino los dirigentes occidentales. Por eso algunos dicen que es un insulto a la inteligencia el hecho de que haya quienes pretenden universalizar los valores occidentales. Acepto la autocritica. Como diría Bob Marley, “Occidente es un mundo de ratas”, un mundo de lujos y miserias; de limusinas con gente pidiendo limosnas, de rascacielos y sintechos que duermen en los cajeros de bancos; de palacios municipales en Cibeles y chabolas en Entrevías (Madrid), de una dirigente castellanomanchega con tres sueldos y cinco millones de parados. ¡Sobran motivos para indignarse!