jueves, 21 de julio de 2011

“Vamos a hacer negritos”


INVITACIÓN

“Las asambleas de Carabanchel, Usera y Aluche os

> invitan a la marcha que tendrá lugar este viernes para exigir el
> cierre de los CIE’s (Centros de Internamiento para Extranjeros) y
> denunciar las redadas policiales racistas. La marcha comenzará el
> viernes 22 de julio a las 20:00 en el metro Usera (salida Amparo
> Usera) y finalizará en el CIE de Aluche.”

ESCUCHA UNA TERTULIA SOBRE ACOSO POLICIAL A INMIGRANTES EN MADRID
http://www.cadenaser.com/cultura/audios/tertulia-2011/seresc/20110720csrcsrcul_5/Aes/


La Delegada del gobierno en Madrid sigue negando el acoso a los inmigrantes de piel oscura en la capital, a pesar de que asociaciones de vecinos, ONGs y viajantes somos testigos habituales de estas actuaciones policiales que rozan al racismo. No entiendo porqué esta señora sigue negando lo evidente. Por eso sigo pidiendo abstención electoral a toda gente de buena voluntad a la hora de entregar su voto a quienes representa esta señora. Porque cualquier persona que pueda pensar que hay seres humanos ilegales que merecen ser detenidos masivamente no merece un voto socialista. De lo contrario, es preferible votar un partido de extrema derecha que deja bien claro sus preferencias y no miente. Podemos estar en desacuerdo con su agenda política, pero por lo menos no miente.

Ayer en el programa “Hoy por hoy Madrid”, un representante de la policía decía que como el gobierno quiere presumir de más detenciones cada año, obliga a los policías a realizar más detenciones para cumplir con las estadísticas. Cuando la policía se ve presionada, acude a lo más cómodo y sencillo: si controla 100 negros al día, con un poco de suerte 30 de ellos no tendrán papeles y acabarán en calabozos, con expediente de expulsión que pocas veces se ejecutan. Pero las estadísticas se habrán cumplido. En este programa de la Cadena Ser Madrid, el policía decía que los agentes que hacen esos controles se sienten indefensos porque legalmente esos controles que hacen son sospechosos y que algunos de esos agentes fueron desautorizados por los tribunales por extralimitarse en sus funciones. Un tertuliano le contestó que en un estado derecho, a nadie se le puede obligar a infringir la ley. Por eso en algunos barrios de Madrid los ciudadanos están organizando patrullas para controlar las detenciones policiales para que sean dentro de la ley.

No seamos demagogos ni ingenuos. Todos estamos de acuerdo en que los delincuentes deben ser detenidos y llevados ante los tribunales, independientemente de su color o formación intelectual. Todos estamos de acuerdo en que quienes no tengan residencia legal en España debe ser expulsado del país (si no puede regularizar su situación): esto es así en España, en Camerún, en México o en la China popular (como diría el otro). En lo que no estamos de acuerdos es en los controles indiscriminados de negros (o latinoamericanos con rasgos locales) con el objetivo de localizar los que no residen legalmente en España. Nadie puede quejarse de un control policial para todos: blancos y negros, guapos y feos, españoles y rumanos, etc. Cuando los trabajadores de Metro Madrid organizan un control de billetes, controlan a todo el mundo y a nadie se le ocurre protestar. La gente protesta cuando un vigilante entra en el Metro y pide billetes solamente a quienes tienen una “pinta rara”.

Mi impresión es que cualquier control que se base en prejuicios es ilegal, racista, anti-social. Por eso creo firmemente que un gobierno que favorezca dichos controles no merece ni mi voto, ni los votos de quienes tengan una sensibilidad humanística o cristiana. Si la derecha y la izquierda piensan lo mismo y actúan de la misma forma, no tenemos necesidad de invertir nuestro tiempo para ir a votar. Si el gobierno supuestamente socialista de ZP cree que son normales los controles anti-inmigrantes que se están llevando a cabo en Madrid, y no es capaz de desautorizar a la Delegada del gobierno en Madrid, ¿para qué votar un proyecto socialista que es, en el fondo, anti-socialista? No puede ser que los perros tengan más derechos que los seres humanos. Votemos a quienes no nos tomen por tontos, aunque no compartamos sus opciones políticas. A día de hoy, con mi indignación, pienso así. Pero todo cambia. Algunos negros que conozco y que residen legalmente en Madrid esperan cambios. Los vecinos indignados esperan cambio.

viernes, 15 de julio de 2011

"El Gran Hermano"

El último escándalo de un periódico inglés confirma que ya no hay vida privada, que lo que llamamos secreto deja de serlo en el momento en que sale de nuestros labios. De modo que si queremos que una historia sea secreta, la única forma de conseguirlo es no contarlo. Porque en este mundo hay individuos que se empeñan en contarlo todo; individuos que se emocionan cuando son capaces de consumirlo todo; individuos que se dedican a descubrir historias que deberían ser restringidas.

Imagen del buscador Google.
Hay un ojo grande que lo ve todo. Cuando conectas tu ordenador a la red, gran parte de tus actividades se registran con la IP personal de tu equipo. Cuando envías un correo electrónico, la carretera que lo lleva al destinatario pasa por un montón de ordenadores conectados a la red, siendo imposible no dejar parte de ese mensaje a la vista de muchos curiosos que se dedican a espiarlo todo. Con encender tu móvil, la tarjeta SIM se conecta a la antena más cercana y empieza un control exhaustivo de tus movimientos y de tus actividades telefónicas. Todo se registra. Todo se puede publicar, a pesar de la ley orgánica de protección de datos. No hablemos ya de nuestra entrega generosa al público a través de redes públicas.

Los entendidos en la materia no cesan de avisarnos que no conviene publicar fotos privadas en nuestros perfiles públicos, y mucho menos publicar fotos de niños o amigos (sin su previo consentimiento). Porque siempre hay un gracioso que etiqueta la foto con todos los detalles. La entrega generosa de nuestra intimidad crece al mismo ritmo que el ansía de pervertidos para satisfacer sus “desviaciones”. De modo que estos pervertidos se van de caza sin salir de sus escondites. Consiguen fotos de niños con tan sólo un clic; manejan fotos de una borrachera sin haber estado en la fiesta; adquieren videos íntimos sin amenazar a nadie. Porque somos nosotros quienes entregamos generosamente nuestras vidas íntimas al público. Y la mayoría de las veces no somos conscientes que lo que subimos a la red no tiene retorno. Y cuando nos damos cuenta, el mal ya está hecho. Si nos hacemos una foto delante de nuestras casas y la subimos a la red, estamos facilitando el trabajo al delincuente o incluso al mismo detective.

miércoles, 6 de julio de 2011

“Fuera del barrio”

La indignación del barrio de Lavapiés (Madrid) impidió, ayer, que la policía nacional acosara a los inmigrantes tal como viene haciéndolo. Conocíamos casos de policías que van de paisanos en Metro Madrid para acosar fundamentalmente a los inmigrantes de piel oscura: Plaza de Castilla, Aluche, Oporto,… más de una vez me he encontrado con un control policial en el suburbano madrileño y sólo pedía a papeles a negros, árabes y latinoamericanos de piel oscura. Al principio decía: “algo habrán hecho”. Pero cuando ví la frecuencia de esos controles empecé a mosquearme. Cuando Caritas denunció que la policía se colocaba a la entrada de los comedores sociales para pedir los papeles a los inmigrantes, todo empezó a encajar: ZP pasó de la regularización masiva al acoso policial sin pestañear, y eso me duele profundamente. Me duele porque llegué a confiar en él. Ahora no pediría ni un solo voto para sus actuales políticas. Entiendo que IU extremeña apoye al PP porque lo malo por conocer a veces es mejor que lo malo conocido.

Es vergonzoso. Un peruano, casado con una española y que tiene nacionalidad española me comentó, hace poco, que estaba harto de que la policía nacional le pidiera los papeles sin haber hecho nada y sin encontrarse en “lugares conflictivos”. Se extrañaba que cuando va con su mujer y su niña nadie le pide la documentación. Por ese motivo sospechaba que esos controles policiales tienen un carácter racista. Ayer quedó patente en el barrio madrileño de Lavapiés.

En la reunión de los indignados de mi barrio oí el mismo comentario, y un vecino de “piel blanca” propuso que en el momento que nos enteremos de esos controles sospechosamente racistas avisáramos a los vecinos para que acudieran y fueran testigos del acoso de los chicos de Rubalcaba. Ayer fue el día. Muchos hemos visto cómo los vecinos expulsan de su barrio policías armados hasta los dientes. Policías que, en lugar de proteger a los más indefensos, les persigue manu militari. Policías nacionales que son capaces de entrar en el Metro Madrid para detener, supuestamente, un chico que pretendía coger el Metro sin pagar. Cosa que me extraña, pues el número elevado de los vigilantes de seguridad que están en cada boca del Metro no permite que la gente se cuele fácilmente. Además no creo que el pueblo español pague a los policías para que se dediquen a juguetear en el Metro, con la cantidad de delitos que se comenten en los despachos de lujo.

En la última marcha de mi barrio, un señor me estuvo demostrando cómo sobra policía. “A ver si llega el PP y recorta tantos gastos inútiles”, me comentaba una señora convencida de que en España hay muchos efectivos de la policía nacional. Razón no le falta. Si la policía se dedica a perseguir a los inmigrantes que no tienen papeles, si la policía es rechazada por el pueblo, si la policía está perdiendo su prestigio ante la ciudadanía es porque algo no va bien. Siempre decía a los extranjeros que si se perdían por la calle solicitaran información a la policía. Tal como está la situación, hoy por hoy no le daría ese consejo a nadie. “Si ves un policía español, desconfía porque igual te detiene”.

Felicito a los vecinos del barrio de Lavapiés y me asumo a sus reivindicaciones:"Somos vecinos, no somos delincuentes". "Vergüenza, vergüenza". "Fuera del barrio". Si alguien se ha perdido la noticia, la puede consultar en este enlace del periódico “Público”: http://www.publico.es/espana/385511/vecinos-de-lavapies-impiden-una-redada-contra-inmigrantes.

sábado, 2 de julio de 2011

Atrapado por el capitalismo

El socialismo occidental está atrapado por el capitalismo triunfante y sin remordimientos. Los analistas afirman que la actual crisis económica tiene su origen en las ambiciones del capitalismo occidental de ganar todo a costa de todo. Paradójicamente, para salir de esta misma crisis, el capitalismo exige la desaparición de los gobiernos socialistas. En Reino Unido, en Portugal y otros países europeos, el socialismo ha cargado con las culpas que no son suyas. En EE.UU, en Grecia y en España, los gobiernos socialistas están asfixiados. Siguen tomando medidas dictadas por los causantes de la crisis para salir, supuestamente, de esta misma crisis. Instituciones como FMI que no fueron capaces de prevenir el desastre se sienten legitimadas para proponer la solución. Banqueros que dejaron hundirse el sistema están exigiendo soluciones inmediatas. Mientras tanto, los gobiernos que no causaron esta crisis no saben qué hacer para limpiar tanta basura.

En España, ZP ha perdido todo su apoyo popular porque está tomando medidas propias de un gobierno de derechas. Tal vez por eso los socialistas españoles creen que lo mejor sería poner fin a esta agonía política y anticipar las elecciones. Todo apunta que el Partido Popular llegará al poder, a pesar de que no ha revelado sus proyectos político-económicos. Es popular la imagen de Mariano Rajoy en una tumbona, a la espera de que Zapatero se hunda en las aguas capitalistas. “Yo mañana me voy a poner a trabajar”, declaró Rajoy en mayo pasado después de arrasar en las elecciones municipales. En realidad, la victoria del Partido Popular se debe al descontento de los izquierdistas que se niegan a votar a un socialista que actúa como capitalista, brazo ejecutor de las medidas más conservadoras jamás tomadas en España. Al que los medios de derechas llamaban “izquierdista radical” está tomando medidas propias de la extrema-derecha. El mundo al revés. Si ZP sabe que todas las medidas que ha tomado para levantar la economía española no han hecho más que aumentar la cifra de los parados, ¿a qué espera para cortar esta hemorragia convocando las elecciones? ¿Qué interés tiene en conservarse en el poder si sabe que no va a salvar nada? Muchos pensamos que ZP ha tenido mala suerte de gestionar una profunda crisis económica que ha empañado todos sus logros sociales. Es una pena que sea recordado por cinco millones de parados, cuando propició nuevos derechos en la sociedad española como el matrimonio gay, la ley de igualdad entre hombres y mujeres, la promoción de personas con discapacidad, la alianza de las civilizaciones y la palabra antes que el disparo. “No nos falles”, le dijo un joven que veía en su elección un soplo de aire fresco. “No nos representas”, le están gritando los indignados. De esperanza a la indignación, tan solo un paso.