viernes, 25 de mayo de 2012

Simone de Beauvoir (“Une mort très douce”)


Simone de Beauvoir (“Une mort très douce”)
(Ed. Gallimard, 1992, 152 páginas)


Simone de Beauvoir (Paris, 09 de enero 1908 - 14 de abril de 1986) es una de las escritoras francesas que habitualmente catalogamos como defensora de los derechos de la mujer. El 21 de junio de 1994 compré su libro “Une mort très douce” en la Casa del Libro de Madrid por 696 pesetas (http://mividaenmarcha.blogspot.com.es/2012/03/rwanda-1994-mis-lecturas-terapeuticass.html).

Simone de Beauvoir, en “Une mort très douce”, relata los últimos días de su madre en el hospital, una mujer que no quería ir al cielo tan rápidamente, a pesar de contar con 78 años (“Dur travail de mourir quand on aime si fort la vie”, p.113). Desde sus primeras horas en la cama dejó bien claro que no quería quedarse sola ante los médicos que, ella, llamaba bestias: “Ne me laissez pas livrée aux bêtes” (p.135). Una mujer con un carácter duro, que tenía devoción por un marido poco ideal y que a penas expresaba sentimientos afectivos hacia sus dos hijas. Su marido decía que ella tenía un carácter de perro: “Françoise a un caractère de chien, disait papa” (p.52). A pesar de ello, Madame Françoise decía que había sido feliz con él (“il m’a toujours rendue très heureuse”, p. 53) y que su último deseo era ver a su hija Simone recuperando la fe católica que había perdido un tiempo atrás. No quería un cielo sin sus dos hijas: (“Bien sûr, je voudrais aller au ciel; mais pas toute suele, pas sans mes filles” (p.150).

Simone relata la agonía de su madre, que si tuvo una muerte dulce, fue gracias a la morfina y la compañía de sus dos hijas. Ciertamente, la muerte y la agonía no son más que unos simples incidentes corrientes en un hospital (“implacable routine des cliniques où l’agonie, la mort sont des incidents quotidients”, p. 122). Pero los enfermos terminales no lo ven así. Simone temía que su madre muriera como había muerto su tío, con gritos de sufrimientos y súplicas para que le dieran su revolver para acabar con tanto sufrimiento: “Achevez-moi. Donnez-moi mon revolver. Ayez pitié de moi” (p.108), en vano clamaba. Afortunadamente, quitando algunos episodios de sufrimientos inherentes a la metástasis de un cáncer terminal, murió sin saber que tenía un cáncer, sin saber que los médicos “abrieron y cerraron”. En cuestión de un mes todo había terminado.

La relación entre Simone y su madre no había sido positiva para ella.  Normalmente pensaba en ella con indiferencia (“D’ordinaire je pansais à elle avec indiférrence” (p. 147), pero con su enfermedad y muerte todo cambió. Incluso ya aparecía en sus sueños  con frecuencia junto a Sartre (su pareja) y se sentía feliz que así fuera (P. 147). Tal vez por eso su muerte le afectó y le llevó a escribir este precioso relato que dedica a su única hermana Poupette y que yo aconsejo a mis lectores.
-----------------------
http://www.rfi.fr/emission/20180617-speciale-simone-beauvoir-romanciere-essayiste-philosophe

https://www.lasexta.com/noticias/cultura/quien-simone-beauvoir-que-tan-importante-feminismo-hoy_201901095c35cac60cf2efceec9f4736.html

No hay comentarios: