jueves, 21 de septiembre de 2017

La nula participación de los africanos en la sociedad española


Yaoundé, septiembre 2017
Llevo más de veinte años viviendo en España, y todavía tengo que explicar que soy católico (poco practicante). Porque muchos españoles piensan que todos los africanos somos musulmanes, que no tenemos estudios y que sólo podemos ser manteros y putas. Quien piensa de esta forma, jamás nos dará la oportunidad para acceder a un puesto de trabajo en la administración, ni nos preguntará qué pensamos a la hora de diseñar las políticas sociales. Pensará que somos niños grandes sin voz ni voto, y esperará que nos comportemos bien, que seamos unos negros buenos que sólo saben decir “Sí, Bwana”. Para quien piensa así, todos los negros son iguales: sean campesinos, estudiantes universitarios, médicos, ministros o presidente del gobierno. Siempre hay que pensar por nosotros, porque al fin y al cabo, somos negros: unos simples niños.
En 1950, Alexis Kagame (sacerdote y filósofo ruandés) se quejaba que los occidentales intentaban solucionar los problemas de los africanos sin tener en cuenta a los propios africanos: On a assez longtemps pensé nos problèmes pour nous, sans nous, et même malgré nous” (cfr: Des prêtres noirs s’interrogent). Sesenta años después, me temo que la situación sigue siendo igual. Los africanos están ausentes, por ejemplo, en la política española, en la industria cinematográfica, en la administración,... se organizan conferencias sobre África y todos los conferenciantes son europeos. Incluso aquellas personas que trabajan voluntariamente por los inmigrantes no están en condiciones de darles la voz. Siempre quieren pensar en nombre de los africanos porque los consideran niños grandotes sin voz ni  voto. De mi reciente viaje con Brussels Airlines aproveche para visionar “El médico africano”: (2016: Cfr: https://www.youtube.com/watch?v=OxFfi6ReKZQ). Voy envejeciendo en Europa pero la mentalidad de mis vecinos a penas se moderniza.