Algunos critican a ZP por las últimas medidas sociales (el cheque bebe y la ayuda para que los jóvenes accedan a las viviendas). Sin embargo, en países europeos como Holanda, estas medidas ni son sociales ni son polémicas. Simplemente forman parte de lo imprescindible para que el desarrollo socio-económico alcance a todos los sectores sociales.
Ciertamente podemos preguntar a ZP porqué limitan esas ayudas a determinados sectores (niños nacidos después de la promesa o menores de 30 años que ganen X dinero al mes). Entiendo que tiene que buscar algún criterio para que los tramposos no tengan campo abierto, pero se debería ayudar a aquellos que realmente lo necesiten, no porque hayan parido después de la promesa o sean menores de 30 años. En cualquier caso, son medidas plausibles.
Políticamente, estas medidas sociales de ZP han logrado centrar el debate en torno a los intereses reales de los ciudadanos. ZP ha elegido un buen momento para reactivar el discurso electoral, y ha descolocado a sus opositores. Los populares tendrán que posicionarse en contra o a favor, y si ganan las próximas elecciones, se les podrá exigir coherencia. Y los socialistas vuelven a demostrar que están más cerca de los problemas reales de los jóvenes, aunque no tienen soluciones mágicas. Las preocupaciones de los ciudadanos económicamente ahogados por el euro ni son fundamentalmente la asignatura de la ciudadanía o el matrimonio gay o la inmigración, ni siquiera el terrorismo etarra o islámico; lo que realmente le preocupa son sueldos bajos que disminuyen su poder adquisitivo, el mercado de la vivienda sometido al criterio de la especulación y la inminente desaparición de la clase media que había minimizado las diferencias socio-económicas.
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