-Hablar por hablar, buenas noches.
-Sí, hola. Soy Mar. ¿Me escuchas?
-Sí, te escuchamos, Mar. Cuéntanos tu experiencia.
-Mire usted, quería compartir con tus radio-oyentes mi historia, para ver si alguien me puede aconsejar.
-Te escuchamos, Mar.
-Mire usted, desde hace un par de meses nadie quiere bailar conmigo. Cuando entro en escena la gente se va; las emisoras se apagan y todo el mundo, incluidos mis amigos, me hacen el vacío. Y la verdad es que estoy cansado de bailar solo. Mire usted, antes todo el mundo me adoraba. Yo era el centro de mis allegados y el blanco de mis detractores. Yo era gente normal. Ahora todos pasan de mí. Dicen, por lo bajín, que ya no valgo nada; que soy un fracasado; que debería quitarme de en medio antes de que lo hagan ellos. Antes me llamaban don, pero ahora me llaman ese señor. Y por colmo, uno de mis guardaespaldas acaba de abandonarme sin más explicación que una declaración en un medio de comunicación. Dice que tiene una buena oferta económica: no me extraña. Yo le pagaba 9 mil euros al mes, y ahora va a cobrar 43 mil euros. Me decía que estaba conmigo porque quería servir a nuestra empresa lo mejor posible. Pero claro. Con una salida de este tipo, a uno le queda dudas si realmente lo que quería, desde el principio, no era ganar dinero a costa de los ciudadanos. La verdad es que todos los que estaban conmigo hace unos cuantos años, han acabado trabajando por otros y ganando más dinero que lo que yo les pagaba. La persona que me puso al frente de la empresa anda por Estados Unidos, América Latina y Europa del Este diciendo tonterías pero cobrando una barbaridad. Otros muchos siguieron su camino: aprovecharon sus puestos de confianza en nuestra empresa para buscar trabajo en el sector privado que paga mejor.
-Mar, perdona que te corte. ¿Conoces a don Mariano Rajoy, el presidente del Partido Popular?
-Puede que sí, puede que no. Pero eso no tiene importancia, ¿no? O ¿sí?
-Te lo pregunto porque tenéis una historia parecida. Los oyentes recordarán que el Sr. Rajoy fue colocado al frente del Partido Popular por su antecesor en el cargo, el sr. Aznar. Todos sabemos que las conferencias del sr. Aznar están bien pagadas por empresas multinacionales, aunque el contenido de sus análisis es muy habitual en el sector de la albañilería. Sus ex ministros están bien colocados en empresas privadas: Rato, Mata, Piqué, Palacios, Zaplana, bueno. No quiero aburrir a los oyentes con los nombres porque saben a qué me refiero.
-Mire usted, puede que Zaplana vaya a cobrar un millón de euros al año en una empresa publica privatizada por Aznar; pero eso no quiere decir que Zaplana haya trabajado en mi empresa. O ¿sí?
-Mar, perdona un momento. Es que están llegando los servicios informativos con una noticia muy importante sobre los cambios en el Partido Popular, con la posible dimisión del sr. Rajoy.
-Joder, ¡vaya tropa! Ni mi mujer ya guarda secreto. ¿Desde cuándo tiene el teléfono de la Ser?
-¿Cómo dices, Mar? ¿Qué tu mujer llama a la Ser? Puede que sí, puede que no. Aquí en el Chat todos sospechan que es usted don Mariano Rajoy.
-¿Y usted se fía de ellos?
-Mar. Perdona. Tú has llamado para que los oyentes te aconsejen sobre tu experiencia. Supongo que será porque te fías de sus opiniones. O ¿no?
-Pi piiii. Pi piiiii.
-Se ha cortado la comunicación. No sé si Mar ha colgado. En fin, os dejo los servicios informativos con esa posible dimisión del Sr. Rajoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario