domingo, 7 de diciembre de 2008

En un túnel encurvado

Hace poco me decía un amigo que se encontraba en un túnel con curvas. Me quedé impresionado por la gravedad de su situación vital. Hasta ahora la metáfora de un túnel era la máxima expresión de una situación límite. Pero si añadimos curvas al túnel, el vértigo es una garantía absoluta. Una tal situación exige una máxima concentración, so pena de estrellarse contra cualquier objeto que tenga movimiento. Primero porque la poca luz que hay en el túnel no es natural, lo que a veces suele desconcertar: uno no sabe si está viajando de día o de noche. Segundo porque las curvas impiden ver la salida, lo cual aumenta bastante la angustia y el estrés de saberse atrapado en un callejón sin salida. Da la sensación de que nadie puede abandonar vivo ese túnel encurvado. Así las cosas, es inútil seguir intentando controlar la situación. Es mejor adelantar el final, abreviar los momentos de sufrimiento. Parafraseando a Albert Camus, no hay mayor tragedia que un trabajo inútil y sin esperanza.

En un túnel encurvado, el fracaso es la única garantía posible. Pero por desgracia el fracaso no es ningún motivo de esperanza. Una persona que se encuentra atrapado en un túnel encurvado se siente bloqueado, sin ánimos de tomar ninguna decisión, cualquier que sea sus consecuencias. No sabe qué hacer. No tiene dónde elegir. Está inmovilizada. No acepta consejos porque sencillamente sus estados conscientes no tienen consistencia. La salida de su situación arrastra, inevitablemente, mucho dolor y muchas heridas. ¡Nunca la oportunidad había exigido tanto sacrificio! Pero lo importante, creo yo, es salir, cueste lo que cueste.

Cuando una persona se encuentra en un túnel encurvado, si no logra abandonarlo en poco tiempo, al final se queda solo ante la realidad. La mayoría de sus allegados se preocupan por su estado sólo durante un tiempo. Cuando no ven logros de sus esfuerzos le acaban abandonando porque nadie ve sentido en un trabajo inútil y sin esperanza. Entonces le aconsejan ponerse en manos de los profesionales, convencidos de que los problemas se han convertido en una enfermedad. Desaparece la cercanía y el cariño de los amigos y entra en escena la frialdad de un profesional y la compasión de los amigos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas noches, espero que se quede grabado y puedas Leerlo. No había oído hablar nunca de un túnel con curvas, por lo que es un túnel, pero más angustioso todavía.

Pero siempre hay una salida, con todo el miedo del mundo uno se agarra a la pared y sin despegarse lo va bordeando todo, y con más ganas de llegar al final que nunca, nos abrazamos a la esperanza y ... vaya con la esperanza, ella mueve al mundo, y al mundo con nosotros cada vez más cerca de la salida, y sacamos la fuerza desde el infinito si hace falta, porque tenemos el tesoro más valioso que existe, LA VIDA, y está con nosotros y no queremos perderla. Por la vida creo que hasta dormidos luchamos, así que imagina despiertos.

Con ese gran tesón tenemos ganado el recorrido hasta la mitad del túnel, ya sólo nos queda la otra mitad, a por ello. Al final lo conseguiremos, no te quepa la menor duda.
Que tú logres atravesar todos los túneles del mundo y puedas llevarle a otros la luz para que salgan del atasco de la curva.
Con cariño, Pili

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus impresiones.