En el mismo mes en que nació, Joyce llega a la presidencia de Malawi después de ejercer varios años el cargo de Ministra de asuntos exteriores (1 de junio de 2006 – 29 de mayo de 2009) y de Vicepresidenta del país (29 de mayo de 2009 – 7 de abril de 2012).
Joyce Hilda Banda nació el 12 de abril de 1950 y llegó al poder el 07 de abril de 2012 tras la muerte del presidente Bingu wa Mutharika. Unos meses antes había sido expulsada del partido de Mutharika y había fundado su propio partido, el Partido del Pueblo. Ahora dirige una ex-colonia de los británicos, con una superficie de 118.484 km² y aproximadamente 14 millones de habitantes.
Joyce Hilda Banda, casada con Richard Banda, es la segunda mujer negroafricana en ocupar la presidencia de un país, después de Ellen Johnson Sirleaf en Liberia. Abogada, graduada en Educación infantil, defensora de la educación de las niñas pobres, juró su cargo en Lilongwe con las siguientes intenciones:
“Quiero que todos nosotros avancemos hacia el futuro con esperanza y un espíritu de unidad".
Así, esta mujer con vestidos típicamente africanos y con un kilo de más, viene a engrosar la lista de mujeres negroaafricanas que ejercer cargo de presidenta o de primera ministra.
Contrariamente a lo que se suele creer en algunos ambientes europeos, el hombre negroafricano puede y debe acatar las órdenes de una mujer (naturalmente que los africanos tienen que seguir avanzando hacia la igualdad de género). Nuestras religiones tradicionales conceden un papel importante a la mujer como fuente de fertilidad y del bienestar, como curandera, matrona, visionaria y profeta. Pero llegaron las religiones invasoras cristianas y musulmanas con sus concepciones de la mujer pecadora e instigadora al pecado, y nos jodieron todo. La mujer casada asume el apellido de su marido, igual que hacen en la Francia civilizada. Por eso a veces reacciono con enfado cuando se acusa alegremente al hombre negro de machista, vago, y no sé qué más:
“Pero si sois vosotros los iluminados que nos habéis enseñado el camino? Teníamos sacerdotisas y nos dijisteis que una mujer no es digna de esa función sagrada. Muchos pueblos éramos maternalistas y nos dijisteis que eso era propio de los salvajes, que una mujer casada debe perder su apellido y asumir la identidad de su marido. Aclaraos, hombres civilizados. Queremos una presidenta en Francia, en EEUU, en Italia, en España, en Portugal”.
Espero que todos los “hombres civilizados occidentales” sean capaces de ayudar a Joyce en su lucha contra la pobreza en Malawi y desbloqueen las ayudas que el FMI debería haber otorgado ya a este país sumido en la miseria por falta de solidaridad internacional. ¿De verdad queréis avances en derechos humanos en África? Apoyad a Joyce Banda. En 1994 no pudisteis proteger a la Primera Ministra Rwandesa y murió acribillada, a unos metros de los Cascos Azules. En su momento, ningún rwandés cuestionó a Madame Agathe. Al contrario, fue un alivio ver a una mujer dirigiendo el consejo de ministro rwandés. Desgraciadamente, Madame Agathe murió asesinada el 07 de abril de 1994 por los milicianos, a pesar de que estaba bajo protección de los Cascos Azules de la ONU (increíble).
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