Mientras su Jefe anunciaba que los nuevos parados estarán menos
protegidos (para que no pierdan la costumbre de buscar trabajo), una diputada no cabía en su asiento. Las
cámaras de televisión muestran cómo los músculos de su cara se dilatan mientras
jalea “sí, señor. Muy bien, muy bien, muy bien” (como una posesa) y acaba con un grito
orgásmico: “que se jodan”.
Boris Izaguirre escribe que dicha diputada “debió sentirse aliviada” y no pidió “más” porque estaba satisfecha (http://elpais.com/elpais/2012/07/20/gente/1342801267_125875.html. Sólo le faltó el cigarrillo de después.
No deja de ser interesante que mientras se toman medidas para que los más jodidos sigan jodidos, una di-puta-da tenga un momento orgásmico y pida más: “Sí, señor. Muy bien, muy bien, muy bien”. Mientras algunos compañeros se llevan las manos a la cabeza, ni corta ni perezosa, suelta un final “que se jodan”.
Boris Izaguirre escribe que dicha diputada “debió sentirse aliviada” y no pidió “más” porque estaba satisfecha (http://elpais.com/elpais/2012/07/20/gente/1342801267_125875.html. Sólo le faltó el cigarrillo de después.
No deja de ser interesante que mientras se toman medidas para que los más jodidos sigan jodidos, una di-puta-da tenga un momento orgásmico y pida más: “Sí, señor. Muy bien, muy bien, muy bien”. Mientras algunos compañeros se llevan las manos a la cabeza, ni corta ni perezosa, suelta un final “que se jodan”.
Unos chicos jóvenes compartían información en el Metro:
-¿Cómo sabes que tu pareja está teniendo un orgasmo?
-Cuando se comporta así (le enseña desde su Smartphone el video
que aparece aquí:
El otro colega, medio avergonzado, le grita a su amiguete que pare
el video, que todo el mundo les está mirando. El improvisado realizador le
contesta:
-“¡Que se jodan!”
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