sábado, 20 de julio de 2013

Cécile Kyenge Kashetu (ministra italiana de origen congoleño)


Cécile Kyenge, Ministra italo-congoleña de la Integración
Llevo varias semanas leyendo en los medios de comunicación distintos artículos sobre la Ministra italiana de la Integración, Cécile Kyenge Kashetu. Desconozco si Cécile está acertando en la política de la inmigración en Italia. Lo que sí que parece claro es que los insultos que está recibiendo por parte de los partidos racistas Forza Nuova y Liga Norte no se refieren a su gestión ministerial. Se la está atacando por ser mujer y negra, y eso es repugnante.

Ante todo quisiera manifestar mi solidaridad más profunda hacia Cécile y todo el gobierno italiano, y me quito el sombrero ante el Primer Ministro italiano que le dio la cartera ministerial. Estados Unidos, Italia y Francia saben premiar los talentos, independientemente del color de la piel.

Cécile llegó de Congo-Kinshasa en 1983 (nació en la provincia de Katanga en 1964) con la intención de estudiar Medicina en Italia. Se doctoró en Medicina y Cirugía por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma y se casó con un ingeniero italiano. Tiene dos hijas.

 

Cécile, una mujer luchadora               

Las crónicas cuentan que a los 19 años, Cécile Kyenge, que había empezado la carrera de Farmacia en Kinshasa, obtuvo una beca para cursar Medicina en Roma: no llegó a tiempo y perdió la beca y el permiso de residencia por estudios. Sin papeles, consiguió alojamiento en un convento de monjas y consiguió algo de dinero cuidando a personas mayores mientras aprendía italiano. Un año después logró matricularse en Medicina y, tras acabar la carrera, hizo la tesis en Pediatría y se especializó en Oftalmología: "Aunque me gradué con notas altas, no podía trabajar porque necesitaba la ciudadanía. Además, siempre encuentras a gente que no quiere que la toques por tener otro color de piel".

Desde que llegó a Italia, colaboró activamente en las Asociaciones de derechos humanos, hasta que cumplidos 40 años decidió entrar en políticas a través de las formaciones de izquierdas. En 2004 fue elegida Concejal por Demócratas de Izquierdas, en febrero 2013 fue elegida Diputada del Partido Democrático y el 30 de abril 2013 fue nombrada Ministra de Integración y Cooperación Internacional por el Primer ministro italiano Enrico Letta.

Desde su nombramiento como Ministra, no cesa de recibir ataques por partes de partidos políticos racistas: se la llama “mono congoleño, “negrata” y “zulú” y se la invita a volver a África so pena de ser asesinada si se queda en Italia.

El 9 de mayo de 2013, una pancarta xenófoba fue colgada en frente de la sede de su partido: “Kyenge, regresa al Congo”, se podía leer. El ex-senador de Liga Norte, Erminio Boso declaró: “Yo soy racista, nunca lo he negado. La Ministra Kyenge debe quedarse en casa, en el Congo. Es un extraño en mi casa. ¿Quién ha dicho que ella es italiana? Su nombramiento fue una gran mierda”.

Mario Borghezio, Diputado europeo y miembro de Liga Norte llamó al Ejecutivo de Enrico Letta “el Gobierno del bonga-bonga” y afirmó que “sin duda Cécile es una buena criada, pero no puede ser una buena Ministra. Su elección como ministra es un elogio a la incompetencia”. Añadió que Cécile contaminará Italia con "tradiciones tribales".

El 13 de junio 2013, Dolores Valadro, concejala de Liga Norte en Padua, se extrañaba que nadie haya violado ya a la Ministra: “Pero, ¿no hay nadie que la viole para que así pueda comprender lo que siente la víctima de tan doloroso delito? ¡Vergüenza!”.

El 14 de julio  de 2013, el vicepresidente  del Senado italiano, Roberto Calderoli, la comparó con un orangután: “Yo me consuelo cuando navego en Internet y veo las fotografías del Gobierno. Amo a los animales, a los osos y lobos como es conocido, pero cuando veo las imágenes de Kyenge no puedo dejar de pensar, aunque no digo que lo sea, en las facciones de orangután”.

 

¿Qué opina Cécile de todo esto?

Cécile Kyenge defiende una Italia multirracial y sin prejuicios y afirma que “Italia no es un país racista: es una tierra de acogida y hospitalidad”. Nunca ha negado sus orígenes africanos: “se nace africano y se queda africano, independientemente del país en que uno viva: somos africanos para toda la vida”. No le gusta los eufemismos: “Yo no soy una mujer de color, soy negra y lo digo con orgullo”.

Sostiene que el enfrentamiento político "tiene que llevarse a cabo sobre el plano de los contenidos, no tiene que basarse en las ofensas". Y es muy prudente en sus afirmaciones: “Las palabras de Calderoli no las tomo como una ofensa personal, sino que me entristecen por la imagen que damos de Italia. Creo que todas las fuerzas políticas tienen que reflexionar sobre el uso que hacen de la comunicación. Se tiene que hacer un debate serio en el interior de la Liga para saber si Calderoli tiene intención de continuar su batalla política con las ofensas", dijo Kyenge.

¿Por qué aguanta tantos insultos cuando podría estar tranquila en su consulta de oftalmología? “Lo que me da fuerza de continuar en política es la idea de que si nosotros los africanos no somos representados en las instituciones, allí donde se toma las decisiones, seremos los primeros en lamentarlo. Y nuestros hijos sufrirán las consecuencias”. Una mujer ejemplar para los demás inmigrantes: "Los insultos no me afectan porque tengo un objetivo. Mi presencia al frente del Ministerio es una oportunidad para demostrar a muchos emigrantes que ellos también pueden salir adelante. Y esto es mucho más importante que responder a los insultos".

 

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5 comentarios:

Pili dijo...

Valiente y sabia decisión la suya, le importan las personas que llegan cargadas de esperanza e ilusión sin nada material, y por experiencia sabe que se encontrarán con personas buenas, menos buenas y espantosos analfabetos mentales. Y no hay nada peor que una persona "sin neuronas", porque tratan de humillar y dañar al que creen potencialmente inferior a ellos para así sentirse admirados y crecidos.

Bravo Cécile, les estás demostrando a los que te importan que por encima de los insultos has llegado a lo más alto por tu inteligencia y porque tú lo vales, es una gran inyección de moral.

Que sigan sufriendo, comiéndose por dentro y buscando repugnantes insultos, es lo único que saben hacer y por lo tanto a seguir sufriendo, o, a clases de alfabetización mental, que seguro que algún emigrante sin papeles ni trabajo estaría dispuesto a darles, de forma voluntaria o por un módico precio, ellos son así de generosos.

Herman GRAVENHORST dijo...

Muy importante no olvidar nuestros orígenes.

Herman GRAVENHORST dijo...

Muy importante no olvidar nuestros orígenes, un abrazo y un beso a esta linda mujer.

Anónimo dijo...

Cierto que no debemos olvidar nuestros orígenes pero sobre todo lo que será nuestro futuro, la Europa totalmente negra y mora.

Ayu dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Un abrazo