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Según la ONG “Transparencia
internacional”, en España ha aumentado la sensación de
corrupción e impunidad y se sigue trincando todo lo trincable. Tengo la
sensación de que el enchufismo alcanza a todos los niveles estatales: desde el cuñado
del rey hasta varios ex presidentes de las comunidades autónomas y altos cargos
de las distintas administraciones. Los medios de comunicación hablan
de un nepotismo vergonzoso en el Tribunal de Cuenta; las comunidades autónomas
están en el punto de mira por desviar fondos sociales; muchos alcaldes
corruptos han tenido que dimitir y pasar por los tribunales; concejales de
ayuntamientos trincaron todo lo que pudieron; diputaciones provinciales que
sirvieron como agencia de colocación laboral; puertas giratorias en todos los
niveles, cajas de ahorros saqueadas con la connivencia de partidos políticos y
sindicatos; economía sumergida en todas las partes; regalos a políticos a
cambio de contratos millonarios; sueldos e indemnizaciones que no corresponden
con el trabajo realizado.
No se libra ningún territorio
En 2013, el Consejo General del Poder Judicial cifró en 1.661 las causas
abiertas en los diferentes órganos judiciales españoles por delitos
relacionados con la corrupción: prevaricación, revelación de
secretos, cohecho, tráfico de influencias, malversaciones, negociaciones
prohibidas a funcionarios, blanqueo de capitales, apropiación indebida, fraude,
estafa, falsedad documental y delitos contra el patrimonio histórico y contra
el medio ambiente.
En Murcia hay varios municipios afectados por casos de
corrupción. En Canarias hay una decena de regidores
imputados en diferentes casos judiciales. Baleares
es la
autonomía en la que más políticos están en prisión por alguna causa relacionada
con la corrupción. En Andalucía se habla de un presunto
fraude con los fondos para cursos de formación y de los ERE fraudulentos con
más de 144 imputados.
En Cataluña, ingresó en prisión el
ex inspector jefe de Hacienda, Josep
María Huguet (condenado a seis años y diez meses por su implicación en
el caso Hacienda) y también los ex presidentes de Ferrocarrils de la
Generalitat (FGC) Antoni Herce y Enric Roig, condenados a cuatro años y medio
por malversación. La Audiencia de Barcelona ordenó la entrada en prisión del
empresario andorrano Fidel Pallerols y del ex cargo de UDC Vicenç Gavaldà, condenados
por una financiación irregular. Están imputados en casos de presunta corrupción
en diferentes fases de investigación el
diputado de CiU Oriol Pujol; el presidente de la Diputación de
Tarragona, Josep Poblet (CiU); el ex alcalde de Sabadell Manuel Bustos; el
diputado de CiU Xavier Crespo, el ex vicepresidente del Gobierno central y ex
presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra (PSOE); el ex presidente del Palau
de la Música Fèlix Millet.
Vayamos a Valencia con los
bolsos y trajes de lujos que han dado mucho qué hablar pero sin condena
judicial. En las Cortes Valencianas, hasta cinco diputados del
PP están imputados, cuatro de ellos por el caso Gürtel, y la quinta, la
alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, por el caso Brugal. Pero también están
imputados hasta cinco ex diputados populares que renunciaron a sus escaños.
Galicia
cuenta con numerosos implicados en el caso Pokémon, que afecta a políticos de
PSOE y PP de varias provincias gallegas, como el ex alcalde de Orense Francisco
Rodríguez o el de Boqueixón (A Coruña), el popular Adolfo Gacio. En Ourense, la
Fiscalía acusa a Baltar de haber enchufado a 104 personas, casi todas vinculas
al PP, en la diputación provincial (la UE retiró 1,3 millones de ayuda a esta
diputación por fraude).
¿Y el
resultado?
Dirigentes que se embolsan nuestros impuestos mientras
los niños son malnutridos, los bancos de alimentos no dan abasto, las
instituciones caritativas hacen lo que corresponde a nuestros políticos. Cuando
oigo que si no fuera por los comedores escolares muchos niños españoles
estarían malnutridos siento vergüenza de nuestros gestores políticos. Ellos siguen
negando ser la casta pero no dudan en joder al que está más jodido por la
crisis económica. ¿Y qué dice el pueblo? El pueblo sigue bebiendo
arenas pensando que es agua.
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