martes, 25 de junio de 2013

¿A quién beneficia la pobreza en África?


Todo el mundo medianamente formado puede contestar acertadamente a esta pregunta. No es difícil saber a quiénes benefician los conflictos armados en África, a qué país pertenecen las empresas multinacionales que están detrás de los señores de la guerra en Congo y a qué mercados internacionales acaba la materia prima saqueada en Sudán, Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón o Angola. Todo el mundo sabe que los dos piratas somalíes encarcelados por la Audiencia Nacional no son los que estuvieron negociando el rescate de los españoles en Londres. Pero quien se pudre en la cárcel es el mismo, ayer y hoy: el pobre engañado por traficantes blancos y negros que viven lujosamente en Londres y se permiten contratar un bufete de abogados para negociar el rescate de los marineros españoles. Si no lo queremos ver no será por falta de datos.

 

La moda de los dirigentes africanos

Los dirigentes negroafricanos autonombrados democráticos han encontrado una nueva forma de perpetuarse en el poder a través de su prole. En Gabón, en 2009 Ali Bongo sucedió a su padre Omar Obongo (1967-2009) tras su fallecimiento en Barcelona. En Congo-Kinshasa, tras el asesinato de Laurent-Désiré Kabila (1997-2001), su hijo Joseph Kabila se coronó jefe de estado en 2001. Los medios de comunicación locales hablan de otros mandamases africanos que están empujando sus hijos hacia el sillón presidencial: Teodorín Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial, está esperando la muerte de su padre Teodoro Obiang Nguema (1979) para reemplazarle; José Eduardo do Santos (Angola, 1979) está preparando a su hijo José Filomeno de Sousa dos Santos para sucederle, igual que hace Yoweri Museveni (Uganda, 1986) con su hijo Muhoozi Kainerugaba, Paul Biya (Camerún, 1982) con su hijo Franck Biya o Paul Kagame (Rwanda, 1994) con su hijo Yvan Cyomoro. Le fils du président est, de fait, le président même. Mentalidad cancerígena que se está expandiendo en los palacios presidenciales africanos.

La perversión de la política occidental para África Negra

La política occidental para África Negra se sigue basando en dos principios básicos: “dividir para vencer” (principio heredado del colonialismo) y “la estabilidad de las instituciones estatales depende de un líder fuerte, independientemente de su ideología” (principio heredado del neocolonialismo). François Hollande y Barack Obama están intentando, con escaso éxito, imponer un criterio diferente: “la estabilidad de un país se debe a las instituciones estatales fuertes y duraderas, independientemente del dirigente de turno”. Tanzania, Ghana, Senegal, Kenia o Sudáfrica pueden ser ejemplos a seguir. No es casualidad que en su primer viaje a África Obama eligiera Ghana, y que en su segundo viaje eligiera Senegal, Tanzania y Sudáfrica (descarta visitar la tierra de su padre porque el actual presidente de Kenya está siendo investigado por crimen contra la humanidad por jueces y fiscales del lujoso, marioneta y parcial Tribunal Internacional de La Haya, según se desprende del libro de la antigua fiscal de dicho tribunal, Carla del Ponte).

 

“SOS, SOS, les voleurs de la République”

Alpha Blondy, cantante de Costa de Marfil, no cesa de denunciar los ladrones de la República que están en los palacios presidenciales. Afortunadamente no está solo en esta heroica tarea. Varias organizaciones internacionales se han propuesto llevar a los tribunales los bienes mal adquiridos por parte de los mandamases africanos y su entorno sanguijuela (Biens mal acquis). Los valientes jueces de Francia y  Bélgica han comenzado a poner freno a los bailes de mafiosos africanos que saquean las arcas de sus países para comprar coches de lujo y palacios en Occidente mientras los niños abandonan las escuelas por falta de becas.  El pueblo europeo debe saber que la connivencia de sus dirigentes con los ladrones africanos es, también, un crimen contra la humanidad. El pueblo europeo que adora los diamantes debe ser consciente que tal vez esa preciosa piedra lleva ingredientes de sangre de niños congoleños o liberianos. Nos guste o no, el saqueo del continente africano cuenta con la complicidad de los dirigentes occidentales, elegidos democráticamente. Y es vergonzoso.

lunes, 17 de junio de 2013

Homenaje al Capitán Mbaye Diagne

CAPITÁN MBAYE DIAGNE
Al día siguiente del atentado mortal de los Presidentes rwandés (Habyarimana) y burundés (Ntaryamira) en el avión Falcón-50, la Primera Ministra rwandesa (Uwilingiyimana) y su marido fueron asesinados en su refugio (en las instalaciones de la ONU protegidas por los famosos Cascos Azules) por los elementos de la Guardia Presidencial. Se sabe que los cinco hijos de la Primera Ministra fueron salvados de una muerte segura por un Casco Azul senegalés, el Capitán Mbaye Diagne (según cuenta su entonces jefe, el General canadiense Romeo Dallaire y numerosos testimonios). Tal vez éste fue el primer acto heroico del Capitán Mbaye, pero no fue el único. Tras esconder los hijos de la Primera Ministra en el Hotel de Mil Colinas, y más tarde conseguir evacuarlos a Suiza, Mbaye se dedicó a salvar la vida de los tutsi amenazados por los milicianos enloquecidos que no tenían más objetivo que ejecutar a quienes consideraban cómplices de los combatientes tutsi de FPR. Se habla de más de 600 vidas salvadas por el Capitán Mbaye.

El General Dallaire dice que Mbaye era el más fuerte de todos: «il était le plus courageux de tous». Por la noche, recorría las calles de Kigali rescatando civiles amenazados que llevaban al Estadio Amahoro (paz) bajo protección de los pocos Cascos Azules que quedaban en Rwanda. El 31 de mayo de 1994, cuando las matanzas se contaban por diez mil muertos al día, el Capitán Mbaye murió bajo los disparos de FPR, justamente cuando se encontraban en un check-point de los militares gubernamentales intentando negociar el intercambio de prisioneros, uno más de los que había conseguido. Irónicamente, el salvador de los civiles tutsi cayó bajo las balas de los combatientes tutsi, en su vehículo de los Cascos Azules. El especialista en las negociaciones desapareció en Rwanda, lejos de su tierra natal, abandonado por la Comunidad internacional, igual que todos los rwandeses.

Quienes conocieron al Capitán Mbaye sostienen que la comunidad internacional ignoró completamente la entrega heroica de este soldado senegalés simplemente porque no era blanco (según afirma el escritor Boubacar Boris Diop). «Comme le dit à juste titre le journaliste Mark Doyle, je n'ose imaginer ce que le monde aurait dit de lui si ce héros avait été blanc». En 2010, una asociación en su memoria fue fundada para que su memoria no fuera olvidada. Dirigida por su viuda Yacine Mar Diop, la Association du Capitaine Mbaye Diagne pour la Culture de la Paix, cuenta en sus miembros con los hijos del Capitán (Cheikh y Coumba), sus antiguos compañeros militares como el coronel Babacar Faye o Mark Doyle (periodista de la BBC que cubrió las matanzas).

En julio de 2010, su viuda y sus dos hijos recibieron la Medalla Umurinzi (protector) de manos del Presidente rwandés, que señaló que el pueblo rwandés estará siempre en deuda con el Capitán Mbaye por haber mostrado al mundo entero el sentido de Ubuntu africano: «Pour votre bravoure et votre sacrifice pendant le génocide du 1994, et pour montrer au monde la vraie signification de l’Ubuntu africain, le peuple rwandais vous sera toujours endetté». En 2011, en la conmemoración de 17 años del fracaso de la humanidad en Rwanda, la entonces Secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton le rindió un homenaje póstumo (a pesar de que su marido, entonces Presidente de EE.UU, puso todo tipo de trabas para que la comunidad internacional interviniera en Rwanda).

Recordemos que las matanzas de más de un millón de rwandeses comenzaron con el atentado mortal del Presidente Habyarimana el día 6 de abril 1994, la ejecución de la Primera Ministra el día 7 de abril, la huida precipitada de 780 Cascos Azules belgas el 16 de abril (después de perder 10 de los suyos) y la resolución 912 del Consejo de Seguridad de la ONU que redujo vergonzosamente el número de los dichosos Cascos Azules (de 2500 a 270), abandonando así el pueblo rwandés en manos de los uniformados y milicianos con las ganas locas de matar. El éxito de la “solución final” es incuestionable: más de un millón de muertos en cien días, más de dos millones de refugiados rwandeses en los países limítrofes (Rwanda contaba con seis millones de habitantes) y un país reducido a escombros. La mayoría de los los rwandeses estamos vivos porque fuimos salvados por alguien, llámese el Capitán Mbaye o Paul Rusesabagina.

Algunas fuentes:
http://www.jeuneafrique.com/Article/ARTJAWEB20130614114231/senegal-tutsis-hutus-fprmbaye-ndiaye-le-heros-senegalais-du-genocide-rwandais.html

https://www.facebook.com/pages/Association-du-Capitaine-Mbaye-Diagne-Nekkinu-J%C3%A0mm/193623944006365

http://www.rnanews.com/grandslacs-sante/4947-les-etats-unis-honorent-un-capitaine-senegalais-qui-a-sauve-600-tutsi-

http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/ghosts/video/capt.html

sábado, 4 de mayo de 2013

Algunas mujeres africanas en las altas instituciones de sus países

Presidenta de Liberia

Existe una idea generalizada en España de que el varón africano es un vago que pasa la vida de bar en bar, o de mujer a mujer en caso de ser polígamo. Bastantes personas, incluso aquellas que se les supone una cultura general más alta, me siguen interrogando sobre el tema: “Las mujeres africanas trabajan más que vosotros, ¿no?”.  Y añaden: “Si la economía africana estuviera en manos de las mujeres no habría tanta pobreza”. Yo no soy tan estúpido como para negar estas afirmaciones sin más. Pero creo que hay afirmaciones que necesitan matices porque el que no distingue, a demás de confundir, puede equivocarse.


Presidenta de Malawi
 

En las siguientes entradas seguiré reflexionando sobre la temática de la mujer negroafricana, marginada por ser mujer y por ser negra. Creo que las cosas empiezan a cambiar. Es cierto que en España no se visualiza la mujer negra en los medios de comunicación, en las series de televisión, en los partidos políticos o en los sindicatos (creo que hay mujeres negroafricanas capaces de dar la talla en estos ámbitos. La Asociación KARIBU (amigos del pueblo africano) puede facilitar nombres a quien quiera incorporar una mujer a estos ámbitos. (Cfr. http://www.asociacionkaribu.org/).

En esta entrada quisiera homenajear a nuestras mujeres africanas que dirigen sus países (Liberia y Malawi) o que han dirigido los gobiernos de sus países como Primeras Ministras. Seguramente que no tengo todos los datos. Agradeceré cualquier tipo de aportación en este campo para actualizar mis datos.
A.- Dos Presidentas negroafricanas
1)-2005: Ellen Johnson-Searleaf: Presidenta de Liberia. Reelegida en 2011.
2)-07 de abril de 2012: Joyce Banda, Vicepresidenta de Malawi (2009-2011), ocupa el cargo de Presidenta tras el fallecimiento del Presidente Mutharika.

B.-Varias Primeras Ministras negroafricanas
1.-Enero 1975: Elizabeth Domitien: Primera Ministra de África Central, nombrada por el Presidente Jean-Bédel Bokassa. Dimitió en 1976 al rechazar que Bokassa se autoproclamara emperador.
 
2.-1994-2003: Specioza Kazibwe: Vicepresidenta en Uganda bajo la presidencia de Museveni.
 
4.-3 Marzo 2001-4 Noviembre 2002: Mame Madior Boye: Primera Ministra en Senegal bajo la presidencia de Abdoulaye Wade.
 
5.-13 julio 1993-7 abril 1994: Madame Agathe Uwilingiyimana,  Primera Ministra en Rwanda. Nombrada por el Presidente Habyarimana. Asesinada el 7 de abril 1994, supuestamente bajo protección de los cascos azules.
 
6.-10 de julio 1993 al 11 de febrero 1994: Sylvie Kinigi, Primera Ministra en Burundi, nombrada por el primer Presidente elegido democráticamente y asesinado por los extremistas tutsi, Melchior Ndadaye (hutu, asesinado con seis ministros el 21 de octubre 1993). Ella, tutsi, salvó su vida al refugiarse en la embajada francesa.
7.-17 de febrero 2004-16 de enero 2010: Luisa Diogo: Primera Ministra de Mozambique con los presidentes Joaquin Chissano (1986-2005) y Armando Guebuza (desde 2005).
 
8.-6 diciembre 2004- marzo 2008: Joyce Mujuru. Vicepresidenta en Zimbabwe bajo la presidencia de Robert Mugabe.

9.-22 junio 2005-24 septiembre 2008: Phumzile Mlambo-Ngcuka: vicepresidenta de Sudáfrica bajo las órdenes del Presidente Jacob Zuma.
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Cecile Kyenge, ministra de Integración de Italia "Yo no soy de color, soy negra":
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2013/05/03/cecile-kyenge-ministra-integracion-italia-color-negra/00031367606852677666334.htm
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viernes, 1 de marzo de 2013

Desde mi patera:


Todo suena romántico. Desde mi patera contemplo las ondas marinas, el espacio abierto que puede ser mi tumba o mi salvación. Vivir es montar en una patera, luchar contra mareas y vientos, remar mar a dentro y unir las dos orillas: África y Europa, el hambre y la abundancia. Es verdad. La vida es una inmigración, un ir y venir, un estar ajustando las piezas y sintonizando las emisoras para alcanzar una buena comunicación. Todos somos inmigrantes. ¿Quién vive en la casa en la que nació, en el pueblo que le vio crecer, en la ciudad donde estudió, en el lugar donde se enamoró de su primer amor? Todos estamos montados en una patera.
 
Todo suena triste. Desde mi patera contemplo la realidad que deseo pero que nunca podré alcanzar. He salido de mi país huyendo de la guerra, del hambre y de una sociedad que no me ofrecía futuro alguno. Allí era un legal condenado a la muerte. Aquí me llaman un ilegal. Pero yo me pregunto: ¿desde cuándo uno nace ilegal? Del matrimonio ilegítimo hemos pasado a la existencia ilegal. Pronto tendremos también una muerte ilegal. Propongo un monumento para quien convirtió los seres humanos en ilegales.
 
Todo suena problemático. Desde mi patera oigo hablar de mí, unos para explotarme, otros para salvarme. Lo mismo me da que me llamen Indocumentado, o sencillamente Ilegal. Sólo busco un lugar donde vivir dignamente. Yo no soy aventurero; invierto lo poco que tengo para buscar la suerte y salvar mi pellejo. El camino al exilio es fruto de falta de expectativas y de oportunidades para sentirme persona humana en mi pueblo de origen. A donde me dirijo hay una nevera llena de alimentos, y unos yogures a punto de caducar. Dios mediante, habrá quien me ofrezca unas pocas migajas que tenga sabor a pan, o una aspirina a punto de caducar. Ya sé que para algunos yo también soy una mercancía caducada. Pero otros saben que me empuja la miseria, que me atrae el paraíso y que me mata el muro visible que me impide el paso.
 
Todo suena africano. Desde mi patera sólo me muestran los inmigrantes africanos. ¡Qué pena! Según los medios de comunicación, el nuevo rostro del inmigrante se llama africano, aunque sea minoritario en España.  ¿Acaso ve usted patera de ucranianos, de cubanos o de alemanes entrando en España? Pero sólo el 25% de inmigrantes proceden de África. Definitivamente soy una pelota entre los políticos, un titular en los medios de comunicación social y una curiosa foto para los coleccionistas. Hablan de los que llegan, pero ignoran los que atrapa el mar, o los que vienen detrás.
 
Todo suena patético. Desde mi patera contemplo una multitud de pateras que me siguen. Todos queremos pisar tierra firme, descansar de nuestro largo viaje e intentar ser feliz. La procedencia y el modo de nuestra entrada no deberían influir en el modo de ayudarnos, porque sencillamente somos humanos y buscamos lo mismo que usted: vivir dignamente, o lo mínimo: sobrevivir. El mundo está francamente mal dividido: el 20% consume el 80% de los bienes terrestres, que deberían ser un almuerzo compartido. El mundo rico no es un hogar para los inmigrantes: es una prueba constante de su identidad. Claro que el inmigrante no tiene identidad, la busca. Y si usted no le presta la antorcha para encontrarla, le está anulando. Pero yo le comprendo: le bombardean con titulares para que se convierta en un cobarde y luche contra su propia historia de la inmigración. “Vienen los inmigrantes” -le dicen o le escriben-, “llega una avalancha de inmigrantes”, “invaden nuestras playas”, “nos quitan el trabajo”, “hacen peligrar nuestra raza y nuestra religión”, "se enamoran de nuestras hijas",... son amenazas constantes que llaman a su casa y le aconsejan blindar la puerta principal de su corazón. Hay una incitación al odio racial desde la política, el Internet, la música y las revistas. Humanamente creo que hay lenguaje que no se puede tolerar y actitudes que merecen matices. Pero la realidad es que puede crecer el racismo y la xenofobia en España. Estas actitudes nos colocan en una situación de precariedad y de angustia permanente. Destruyen nuestras costumbres, marginan las parejas mixtas, acallan a los hombres y mujeres de buena voluntad. Asocian nuestra imagen a la droga, al robo, a la marginación, a la miseria. Y la miseria no es humana, lo sabemos todos. Callan nuestra aportación al desarrollo económico, a la riqueza intercultural, a nuestra propia historia, a la reinversión en nuestros países de origen. No quieren reconocer que acoger a un africano es un deber de justicia a quien padeció y sigue padeciendo la esclavitud, el colonialismo y la globalización occidental.
 
Todo suena humanitario. Desde mi patera espero un Karibu, un simple “bienvenido”. No quisiera “circular sin billete” porque me han pagado el viaje de retorno, ni quisiera saltar las barreras del Metro Madrid para llegar al lejano comedor que me han asignado. Soy una persona que busca un nuevo hogar para vivir. Me pesa lo que dejé atrás, por favor no me aumente la carga. No quiero “un discurso políticamente correcto” que esconda un comportamiento racista y limite mi crecimiento humano. Vengo buscando la subsistencia; necesito protección, afecto, entendimiento; ofrezco mi historia personal, mi participación en el desarrollo social, mis inquietudes. Esto es lo único que tengo. Estoy convencido de que al coincidir dos personas distintas, si se respetan y conviven, con el tiempo, ambas cambian y se enriquecen mutuamente. Por eso integración no quiere decir una simple adaptación que anula la identidad del otro, sino un encuentro creativo entre dos amigos, un mirar en la misma dirección sin confundir los horizontes personales. Por eso en la hospitalidad para con los inmigrantes la Ley no es lo más importante. La Ley es un instrumento. Lo que resuelve los problemas de integración es la voluntad de que el otro viva y tenga mil oportunidades para reencontrarse como persona.
 

Escrito el 5 de noviembre 2000

miércoles, 20 de febrero de 2013

La diáspora negroafricana

Dibujo de Nicole, enero 2013
Hasta la década de los sesenta, los pocos negroafricanos que salían de su continente si no eran diplomáticos, eran estudiantes. Y no se planteaban quedarse a vivir en Occidente. Mama África estaba descubriendo el camino de la democracia y necesitaba que todos sus hijos estuvieran a su lado para ayudarle en la construcción de su pueblo. El mismo padre del presidente norteamericano no quiso quedarse en EE.UU tras terminar sus estudios y volvió a su Kenya natal para colaborar en su desarrollo económico.
 
Desgraciadamente, la independencia de África Negra terminó en regímenes dictatoriales que sólo saben oprimir a su pueblo. El saqueo incontrolado de las riquezas de Mama África encontró protección ilegal en los distintos grupos armados que aprovechan cualquier grieta para dinamitar la paz social y provocar el sufrimiento a muchos pueblos negroafricanos. Solución: o morir de un balazo, o morir de hambre, o morir en el Estrecho. Si bien el camino al exilio puede acabar en la muerte, a veces es la mejor opción. Por eso muchos hijos de Mama África estamos dispersados en los distintos continentes, ninguneados por los chulos de nuestra Mama África. Aunque somos de una misma madre, cada uno es hijo de su padre:
 
a)     Los negroafricanos que, habiendo nacido en África, por motivos laborales o diplomáticos se encuentran viviendo fuera de su tierra, pero con la intención de volver en cuanto se pueda.
b)    Los negroafricanos que, habiendo nacido en África, por motivos bélicos o económicos se han visto en la obligación de coger el camino de la inmigración, con todo el dolor a cuesta, con facturas sin fortuna.
c)     Los hijos de los negroafricanos que nacen en el país de la inmigración y se educan según los valores del país en el que residen, y que prácticamente no conocen nada del país de sus padres.
d)    Los hijos de los negroafricanos que fueron arrancados de su contiente en los siglos pasados y fueron convertidos en esclavos por árabes y occidentales.
Todos nosotros necesitamos un pasaporte afro para volver a los brazos de nuestra Mama África.

miércoles, 13 de febrero de 2013

El tráfico de esclavos negroafricanos

El historiador francés, Jean-Michel Deveaux sostiene que “la esclavitud de negros constituye una de las tragedias más grandes en la historia de la humanidad en términos de su escala y duración”. Este crimen legitimado intelectualmente a través del llamado “Código negro” duró 13 siglos y produjo muchas víctimas. Entre 1500 y 1850, según la UNESCO, las víctimas superaron 12 millones. El resultado fue la devastación del continente africano donde se abandonó la agricultura y se detuvo el progreso de regiones enteras al despoblarse de hombres y mujeres en edad productiva. En este siglo 21, la postura occidental hacia la “trata de negros” o “tráfico de esclavos negros” ha cambiado sensiblemente.
El 12 de octubre de 2012, el Presidente francés, François Hollande, visitó el museo de los esclavos en la isla de Gorée (Senegal) y dejó sus deseos en el libro de visitas:
«Au nom du peuple français, je rends hommage à la mémoire des innombrables victimes d’esclavage. Le rappel de cette tragédie lie à jamais l’Europe, l’Afrique, l’Amérique et les Caraïbes. Il nous oblige à lutter sans relâche contre toutes les formes de l’exploitation de l’être humain».
Muchos africanos interpretamos esta visita del Presidente francés a la “Maison des esclaves de l’île de Gorée” como una forma de pedir disculpas por la responsabilidad francesa en el tráfico y comercio de los negroafricanos en los siglos pasados.
Durante mucho tiempo, los dirigentes africanos se quejaban de que los europeos no pedían perdón por el crimen de la esclavitud de los negroafricanos (no olvidar nunca que el comercio de los esclavos negroafricanos fue inaugurado por los árabes). Pero los mismos dirigentes africanos no hacen nada para mantener viva la memoria de sus hijos que fueron comprados como ganado y llevados violentamente para trabajar en las plantaciones americanas como esclavos. Que los árabes o los europeos hicieran lo que hicieron puede entenderse por su falta de humanidad y por su amor enfermizo al capital. Pero que los mismos negroafricanos atraparan y vendieran a sus propios hijos, o que no hicieran nada para impedir su rapto, es una auténtica vergüenza para todos nosotros que tenemos piel negra. Por eso creo que nuestros dirigentes africanos deberían pedir perdón a sus hijos afros diseminados por todo el mundo por lo mal que han tratado y siguen tratando a sus hijos.
Personalmente creo que la Unión Africana, si quiere que la diáspora africana participe en la construcción de África debe lanzar algunas iniciativas reparadoras, incluidas las siguientes:
1.-Fomentar el estudio de la historia de África y de los Afros a través de las publicaciones y conferencias continentales e internacionales;
2.-Fomentar el turismo afro a través de un pasaporte afro válido para todos los países africanos, para que cualquier afro, esté donde esté, pueda visitar gustosamente nuestro continente y visitar el lugar de sus antepasados;
3.-Fomentar el estudio de las lenguas extranjeras en África, principalmente lenguas hablados por los afros: inglés, castellano y francés. El estudio del castellano en África debe ser una urgencia, no solo porque nos conecta con muchos afro hispano-hablantes, sino que hay todo un continente económica que ofrecer una posibilidad creativa para África. Incluso algunas lenguas africanas como Swahili pueden ofrecerse a los afros que tengan el deseo de estudiar la lengua de sus antepasados.

viernes, 1 de febrero de 2013

Estudio sobre la diáspora africana (Colombia y Argentina)

Imagen de "africa y sudiaspora"
La siguiente entrada se inspira totalmente en la lectura de dos blogs amigos (invito a mis lectores a echar un vistazo a estos blogs porque sus reflexiones son enriquecedoras).
 
Blog de Claudia Quintero (conocida como Gina Escheback), defensora de los derechos humanos. Claudia nació en la frontera Colombo-Venezolana.
Blog de la asociación civil sin fines de lucro “África y su diáspora” que comenzó a funcionar en marzo de 1999 en el marco de una revista llamada “Benkandi” que intentaba dar respuestas e información a los distintos interrogantes en torno a la comunidad Afro y la diáspora en Argentina.
 
 
1.-¿Cómo nace la diáspora africana?
 
1.1.-La Unión Africana define la diáspora africana como "personas de origen africano que vive fuera del continente, independientemente de su ciudadanía y nacionalidad y que están dispuestas a contribuir al desarrollo del continente y a la construcción de la Unión Africana". Su acta constitutiva expresa el deseo de "invitar y alentar la plena participación de la diáspora africana como una parte importante de nuestro continente, en la consolidación de la Unión Africana".
 
1.2.-Desde el principio del siglo XVI hasta hace tan sólo 100 años, alrededor de 13 millones de africanos fueron comprados como maderas y llevados al continente americano para su explotación: “entre diez y quince millones de africanos fueron sacados por la fuerza de África. A este tráfico occidental hay que añadir una cantidad semejante, o aún mayor, que los árabes sacaron por las costas orientales” (BAUR (1996) 106). Sus descendientes forman la diáspora africana. 
 
1.3.-El proceso colonial de América y la extensión de la esclavitud de los negros fueron de la mano. La esclavitud de los indios fue rechazada por razones doctrinales, decisión que no impedía su trabajo forzoso al servicio del blanco europeo. En cambio la trata de los negros era legal, incluso a los ojos de los religiosos católicos. De hecho, algunas congregaciones religiosas tenían esclavos negros. Cuando en el siglo XIX “los misioneros pasaron a ser los protagonistas de la lucha antiesclavitud, todavía permanecía en su subconsciente, la imagen de los “africanos subhumanos” que infectaba las relaciones euroafricanas como un virus” (BAUR (1996) 106).
 
1.4.-Gran parte de la diáspora africana se dispersó por toda Europa, Asia y las Américas durante la esclavitud. A partir del siglo noveno, los árabes capturaban los africanos del centro y del este para venderlos como esclavo en los mercados de Oriente Medio y Asia. Cuando subieron los precios, los europeos prefirieron ir a los poblados africanos para elegir su materia prima sin el regateo árabe. A partir del siglo 15, los europeos capturaban o compraban los esclavos africanos de la zona Occidental  y los llevaban a las Américas a través de Europa. El comercio de esclavos africanos fue sustituido por la colonización (más civilizada) en el siglo 19.
 
1.5.-La dispersión a través de la trata de esclavos representa una de las mayores migraciones forzadas de la historia humana. El efecto económico en el continente africano fue devastador. Algunas comunidades creadas por descendientes de esclavos africanos en Europa y Asia han sobrevivido hasta nuestros días, pero en otros casos, los negros se mezclaron con la población local dando lugar a los mestizajes.
 
 
 
 
 
 
 
 
2.-La incansable lucha de Gina Escheback
2.1.-En primer lugar, Gina lucha contra el olvido y la manipulación de la historia de los afrodescendientes (no sólo los afrocolombianos). En este sentido, le escribió una carta a Rosa Haluf de Castro (Presidenta de Fenalco, Colombia) recordándole ciertos acontecimientos que no deben caer en el olvido:Los Afrodescendientes hemos tenido que luchar 200 años contra el exterminio y la violación de nuestros derechos, hemos luchado y hemos vencido por que aquí estamos, todavía luchando por existir”.
 
2.2.-Gina se queja del trato que reciben los afrodescentientes por parte de algunos de sus compatriotas de piel blanca que no dudan en llamarla "Negra" camelladora, (los negros no se cansan, pueden cargar bultos todo el día, piensan algunos). Escribe irónicamente: “¡Qué decepción! Pueden muchos decirme que soy monotemática con el tema, el tema asqueroso del racismo en Colombia, dónde la gente mestiza de metro y medio de estatura se cree “europea”, ya que aprendiendo el argot colombiano, cuando se expresan hacia mí.. Eyy negra…. (Excluyendo a mi familia que me llaman negra y adoro eso), prometo tratar de ahora en adelante a todas las personas con el mismo cariño…eyy narigón, hola panzón, hola baja de estatura y o enana, hola flaco, pues de cariño, como de cariño nos gritan Oyeee negroooo”.
 
2.3.-Incluso llegó a preguntar al ex presidente colombiano, Santos, porqué no había Afrodescendientes en su gabinete. “Hace algunos meses le escribí al Presidente Santos, quien nos habló de Unidad e igualdad en su campaña, le cuestioné sobre su gabinete y porqué motivo no había un solo Afro descendiente en tan excelso grupo”. Insiste: “no hay en el gabinete presidencial una sola persona Afro, Raizal o palenquera, y aquí no me echen el cuento flojo de RCN, cuando no incluye mi raza en sus producciones...” es que no se encontró personal…” eso aquí no, Afrodescendientes; somos muchos, calificados también”. La misma pregunta me la hacía con una amiga que simpatiza con el régimen cubano. ¿Por qué no hay negros en las altas instituciones cubanas, brasileñas? ¿Por qué no hay obispos negros en Brasil?
 
2.4.-La declaración de principio de Gina es que “ser negro, para mi constituye un orgullo, una condición étnica y cultural que explica mi esencia y mis raíces ancestrales. No deja de causarme tristeza, la historia de mi raza negra, y toda la lucha que han tenido mis antepasados para enfrentar la extinción de la etnia”. “Aún en Colombia, nosotros los Afro tenemos que luchar con un racismo solapado en la sociedad dominada por mestizos, y si le damos el valor agregado del desplazamiento forzado, se eleva su potencialidad de rechazo y vulneración.
 
 
 
3.-Los Afroargentinos
3.1.-La asociación civil sin fines de lucro “África y su Diáspora” en Argentina se propuso “elaborar estrategias para facilitar la participación de los/as afrodescendientes y africanos/as en todos los aspectos de la vida política, económica, social, científica, cultural y en el progreso y desarrollo económico de la Argentina. Así como promover un mejor conocimiento y respecto por nuestra herencia cultural”.
 
3.2.-Desde fines del 2006 “África y su Diáspora” viene realizando y promoviendo mensualmente la creación de foros educativos y de debate sobre temas que afectan a la colectividad afro en particular en relación con distintas problemáticas y colectividades. Estas actividades se enmarcan dentro del Espacio educativo llamado “BAOBAB”.
 
3.3.-La Asociación ha conseguido que el gobierno argentino agregue a “la cedula censal una pregunta que permitirá dar cuenta de la población afrodescendiente existente en el país. Esta decisión del gobierno nacional es una conquista para toda la comunidad afroargentina producto de años de lucha. Saber cuántos somos y en qué condiciones vivimos nos permitirá reclamar y proponer el desarrollo concreto de políticas públicas afirmativas para revertir centenares de años de exclusión e invisibilización”.
 
3.4.-Otras asociaciones que caminan con los afro en Argentina:
-Asociación Civil África y su Diáspora
-Asociación África Vive
-Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR)

domingo, 27 de enero de 2013

Descansa en Paz, chaval

Manuel, medio sentado encima de la mesa, con las manos en los bolsillos. foto de google.es
Yo no soy nadie para calificar una vida truncada a los 28 años. Sólo siento una inmensa tristeza porque Manuel estuvo dialogando con la muerte durante cuatro días, en su habitación, sin que sus compañeros de piso se enteraran. Sólo tuvo fuerza para avisar una compañera de trabajo. Y cuando rompieron la puerta de su cuarto y le llevaron al hospital, el médico sólo pudo diagnosticar lo que era inevitable. La tuberculosis había destrozado completamente sus pulmones y sólo quedaba esperar el desenlace final. Le preguntó si tenía familia en España para avisarle, y Manuel le dijo que estaba solo en España. Y murió.

Había llegado de su Angola natal a los 14 años. Le conocí a los 15 años en la Casa de Acogida a los Inmigrantes Menores en Madrid. Mis jefes me habían mandado para reforzar la comunidad educadora. Más de una vez le acompañé al Centro Sanitario para recibir las correspondientes vacunas.  Más de una vez discutí con él cuando no cumplía mis órdenes. Tenía un espíritu africano de razonar todo antes de actuar, y yo no tenía paciencia para razonar con él el sentido de las normas de la casa. Le acababa diciendo: “Manuel, esto se hace porque lo digo yo”. Emitía un sonido africano de total desacuerdo pero obedecía.

Manuel era un chaval tímido, muy pensativo y poco conflictivo. Nunca le pregunté porqué a sus 14 años había tenido que abandonar su familia en Angola, ni quise leerlo en los informes no confidenciales que nos facilitaba la psicóloga del Centro. Yo sabía que Manuel no era un aventurero. Su país estaba en guerra. Los chavales de su edad iban obligados a la guerra para morir. De modo que tenía motivos más que suficientes para abandonar sus raíces. No tenía heridas profundas como otros chavales de Costa de Marfil o Liberia que confesaban haber sido obligados a matar, y sus pesadillas me despertaban a media noche. Una puta desgracia para unos chavales de 14 años. Otros afirmaban haber cruzado la frontera de Melilla debajo de un camión o escondidos no se sabe dónde. Sólo para huir de una vida sin sentido en sus países.

Manuel se adaptó fácilmente al estilo de vida español. Con su acento portugués y su humor negro, a veces nos arrancaba una buena carcajada. Y cantaba. Y bailaba. Se movía como un buen negroafricano. Sin prisas. Con ritmo.

La última vez que le vi salía de clase de Auxiliar de enfermería y llevaba una bata blanca de laboratorio (por aquel entonces mis jefes me habían cambiado de sitio). Terminó sus estudios, consiguió un trabajo en una residencia de ancianos. Una amiga que le daba clase de español y le invitaba a su Galicia natal me iba informando de sus movimientos, de sus logros, de sus sueños. Sus jefes estaban encantados con él porque era un chaval responsable, trabajador y poco conflictivo. Hace unos dos años estuvo de vacaciones en su país. Justo cuando empezaba a reconciliarse con su pasado (incluso le había tocado una cantidad no despreciable en la lotería de este año pasado), una jodida enfermedad evitable llama a su puerta y le machaca en soledad.

¿Por qué se encerró en la habitación y no pidió ayuda para ir al médico? ¿Porque temía contagiar a sus compañeros? ¿Porque temía que le despidieran de su trabajo? No se sabe. La muerte es inevitable. Incluso puede ser considerada como una pesada compañera de viaje. Pero dialogar con la muerte durante cuatro días en una habitación oscura, vomitando sangre, viendo cómo se frustra todos los esfuerzos, es muy duro. Toda su vida tramitando papeles: residencia, seguridad social, médicos, etc. Incluso ahora sigue esperando en una morgue madrileña para que las administraciones le permitan volver a su Angola natal para descansar junto a nuestros antepasados. Una puta pena.

miércoles, 16 de enero de 2013

Los afros


A los siete años el maestro me preguntó a qué etnia pertenecía y me lo tuvo que decir mi padre (que sospecho que no debe coincidir con la de mi madre). Como en mi parroquia ya no estaban los misioneros blancos, no fui consciente del color de mi piel hasta que fui a la escuela secundaria y los niños de un médico inglés (misioneros protestantes) nos perseguían llamándonos “monkey” (monos) cada vez que nos acercábamos a la playa de nuestro precioso lago Muhazi que nuestros misioneros consideraban propiedad privada para los blancos.

 
A los diecisiete años, mi profesor de inglés que había estudiado Filología en Estados Unidos nos mandó analizar la canción de Bob Marley (Buffalo soldier’s) y nos habló de la historia de los negroafricanos que fueron comprados  por árabes y europeos y vendidos como madera. Pero la primera vez que fui consciente de mi color de piel fue durante mi primer viaje en Metro Madrid: un solo negro entre miles de blancos (me imagino que la misma sensación siente un blanco en una aldea negroafricana).

 
Durante mi estudio sobre la “evangelización de la cultura bantú” empecé a distinguir varios tipos de africanos: negros, árabes (principalmente en el norte de África) y blancos (principalmente en el sur de áfrica). De allí el término negroafricanos. Más tarde tuve buenos amigos blancos que conservo todavía y me di cuenta que la amistad no tiene color.

 
Escuchando las canciones de Céline Dion en francés descubrí que una de las letras alababa la mezcla de las razas (les mélanges font de beaux enfants). Entonces apareció Barack Obama, fruto de una mezcla entre un negroafricano de Kenia y una madre blanca de Estados Unidos. Y más tarde tuve compañeros de Santo Domingo (los popularmente conocidos como mestizos) y me quedé prendado por el color de su piel. Maravillosa mezcla de los dioses. Había oído que “los de Santo Domingo” desprecian a “los de Haití”, y aproveché para conocer el motivo de esa relación poco fraternal. “Es que no son de fiar”, me contestó la compañera, con una sonrisa de “ya sabes: rivalidades entre hermanos”. En esa época, con agradable sorpresa me encontré con el blog de Gina Escheback (http://ginaescheback.blogspot.com.es/) que habla de los afrocolombianos. Leyendo su blog descubrí otro de los afroargentinos (http://africaysudiaspora.blogspot.com.es) y heme aquí intentando conocer más la historia de los afrocolombianos y afroargentinos. Porque quisiera seguir la exhortación de nuestro hermano Bob Marley: “Don’t forget your past”.