sábado, 2 de mayo de 2009

Sobre la crisis económica

1.-Me sigue asombrando la capacidad que tiene el capitalismo para echar la culpa a los demás sin despreciar ninguna oportunidad para enriquecerse más. ¡Ahora la culpa es de los trabajadores porque algunos pocos cobran 45 días de indemnización por año trabajado cuando van al paro! No oigo los dirigentes del Partido Popular pronunciándose claramente sobre este aspecto laboral. No sé si están de acuerdos con quienes sostienen que los contratos basuras contribuyen a crear puestos de trabajo. No sé si saben que en muchas empresas estás trabajando 5 o 10 años, y cuando llega el momento de echarte a la calle tus jefes de siempre no te dan ni 5 minutos para despedirte de tus compañeros. Como me comentaba alguien, somos un número para los empresarios. Habrá quienes tengan la tentación de afirmar que los empresarios tratan a los trabajadores que “sobran en la plantilla” como la basura que hay que sacar fuera de la ciudad.

2.-Me entristece saber que los defensores del capitalismo suelen estar sentados en los primeros bancos de los grandes templos, y normalmente suelen aplaudir los sermones de los curas. La señora Aguirre se declara oficialmente capitalista-liberal y es de comunión casi diaria. Cito a la presidenta de la Comunidad de Madrid porque ella confiesa públicamente su fe económica y religiosa. En general, las grandes religiones occidentales (judaísmo, cristianismo e islam) parecen sentirse cómodas en casa del capitalismo. Sólo de vez en cuando algunos se autoexcluyen del banquete capitalista como Monseñor Amigo. Este buen hombre no entiende cómo los empresarios quieren recortar los pocos derechos que les quedan a los trabajadores, cuando todo el mundo sabe que es la codicia de los empresarios la que nos ha llevado a la ruina laboral.

3.-A mi modo de entender, la crisis de los valores humanos ha llevado consigo la avaricia económica, provocando inmediatamente la quiebra del sistema financiero y el derrumbamiento de la esperanza de muchos que aguardaban un futuro mejor gracias al buen estado del mercado laboral. Los Estados han tenido que acudir al rescate del capital privado, lo que supone una escandalosa contradicción de los principios capitalistas. ¡Quienes pedían a gritos la expulsión de los Estados en el sistema financiero están rogando desesperadamente su aval! Es el mundo al revés.

Sobre la gripe de los cerdos

La alarma social sigue. Sin embargo creo que el número de los infectados o fallecidos por causa del virus gripal no debería crear la alarma social. Además todos aquellos que han sido tratados adecuadamente se están recuperando en menos de una semana. Entiendo que se debe tomar todas las medidas posibles para evitar más contagios. También entiendo, viendo la implicación y el miedo de la sociedad occidental, que si alguien quiere curar y prevenir la malaria, tendrá que infectar a muchos ciudadanos del Norte. Afirmar esto parece una irresponsabilidad, incluso puede parecer una barata demagogia. Pero lo que está claro es que con la inmigración y con los movimientos del capital en este mundo globalizado, las enfermedades del Sur van a viajar al Norte muy a menudo. Estoy seguro que cuando los responsables del Intituto Pasteur de París caigan en manos de la malaria no tardarán en sacar al mercado una eficaz vacuna contra la malaria. Es cuestión de tiempo. En un futuro no lejano, las enfermedades viajarán a todos los rincones del mundo sin pasar por ningún control fronterizo.

domingo, 1 de marzo de 2009

Bob Marley (II)

No sé porqué motivos en la colección discográfica de los negroafricanos encuentro siempre las canciones de Bob Marley. No sé si es por el ritmo lento y pegadizo de su música o por su mensaje de una inminente liberación, que no es otra cosa que la propia emancipación, tal como se refleja en Redemption song.

Lo que hace que Bob Marley sea especial para muchos negroafricanos no es su infancia, ni su estética, ni su amor incondicional al continente negro donde le hubiera gustado descansar eternamente (“Bob hubiera preferido reposar en el continente africano más que en una isla donde sus antecesores fueron llevados como esclavos”, dijo su viuda Rita Marley) ni mucho menos su defensa a la marihuana. Lo que hace especial a Bob Marley para muchos de nosotros es su forma de ver la vida, su cosmovisión holística.

Ahora que el mundo cristiano se prepara para la purificación cuaresmal y se vuelve a meditar los textos del Antiguo Testamento en los que los profetas piden a los gobernantes consolar al pueblo, escuchar canciones como No woman cry o Three little birds, es increíblemente reconfortante.

En Babilon by bus, Bob Marley, igual que muchos críticos, cree que el origen del mal está en el mundo occidental, un mundo lleno de pecados sociales, principalmente la falta de solidaridad, el individualismo exacerbado, el capitalismo irracional, el nacionalismo y el gran desconocido europeísmo. Por eso compara Occidente con Babilonia. Hablamos de un mundo que cierra sus fronteras negando, de esta manera, el amor universal (One love).

Las canciones de Bob Marley transmiten un mensaje de esperanza. No todo está perdido. Babilonia es un lugar de pecado, pero también es, paradójicamente, un lugar de arrepentimiento. Recordemos que el rey David canta en uno de sus salmos que a las orillas del río Babilonia el pueblo solía sentarse y llorar por su falta de fidelidad a su Libertador. Babilonia es una oportunidad para deshacerse del pasado y entrar en la tierra prometida. Europa, con sus valores nobles del humanismo y del cristianismo puede iluminar el mundo.

Bob Marley cree en la necesidad de un éxodo espiritual (Exodus fue un single que sonó mucho en las emisoras occidentales) para poder cambiar este mundo violento poblado por ratas. Preconiza una humanidad unida (One love), con una estabilidad emocional (Satisfy my soul). Tal vez Bob Marley predique un mundo idílico y demasiado romántico, pero todos soñamos con una patria común en la que el color de la piel, la fe o la ideología nos sean obstáculos para darnos la mano y cantar juntos el himno de la redención.

El rey del reggae, el inmortal Bob Marley sigue vivo en nuestros corazones, como defendía un compañero de clase allá en 1989. A Prudence, esté donde esté, dedico su Bufflo solder.

sábado, 21 de febrero de 2009

Bob Marley (I)


No sé porqué motivos en la colección discográfica de los negroafricanos encuentro siempre las canciones de Bob Marley. No sé si es por el ritmo lento y pegadizo de su música o por su mensaje de una inminente liberación, que no es otra cosa que la propia emancipación, tal como se refleja en Redemption song.

Las distintas biografías coinciden en algunos hechos. Bob Marley nació el 6 de febrero de 1945 en Nine Miles, una pequeña localidad al norte de la isla de Jamaica. Hijo de una negra jamaicana de 18 años y un capitán del ejército británico de 50 años que nunca se ocupó de su familia y al que nunca conoció, creció en las dificultades económicas como la mayoría de los jamaicanos de los años cincuenta. Todavía joven probó suerte en varias profesiones (planta de automóvil, empresa de fundición) hasta que se encontró con un viejo profesor de música y con un par de amigos fundaron la banda de los Wailers. Poco a poco Bob Marley se fue convirtiendo en un pacifista no político en Jamaica y un auténtico propulsor de la fe rastafari, sobre todo después de la visita del emperador etíope, Haile Selassie (Ras Safari Makkonen) que encarnaba la vieja profecía de la liberación del pueblo negro esclavizado por el mundo blanco (para el tema de las conflictivas relaciones entre blancos y negros tengo varias reflexiones en este blog, en las entradas anteriores)

Por sus compromisos pacifistas, Bob Marley fue gravemente herido en un atentado (algunas fuentes dicen que el atentado fue llevado a cabo por la CIA) en 1976. Las biografías cuenta que dos días después del atentado, Bob se montó en la tarima y cantó en el Parque de los Héroes Nacionales de Kingston con el fin de promover la paz, ya que los gangsters estaban sembrando terror y muerte en las calles de la capital jamaicana. Cuando le preguntaron porqué después del atentado, con las heridas aún calientes, subía al podium para cantar, contestó: “La gente que está tratando de hacer este mundo peor no se toma ni un día libre, ¿cómo podría tomarlo yo? Hay que iluminar en la oscuridad”. Después del concierto se estableció en Inglaterra.

En abril de 1978 volvió a Jamaica para el "One Love Peace Concert". Logró que el primer ministro y el líder de la oposición se diesen la mano en el escenario. Fue entonces invitado para ir a la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, para recibir la Medalla de la Paz. A finales de año, Bob Marley viajó a África y visitó Kenya y Etiopía, hogar espiritual del rastafari. De vuelta a Europa lanzó su noveno álbum en verano de 1979, con “Zimbabwe”, una canción que pedía la independencia de Rodesia (Zimbabwe actual); Africa unite, una canción que pedía la unidad de los pueblos africanos, y Survival, una canción de homenaje a la causa Panafricana de los padres de la independencia en África. Para Bob Marley, había muchos disturbios en el mundo, mucho mal en la humanidad (Trouble in the world). Cuando Zimbabwe logró su independencia, Bob Marley volvió a África para celebrarlo en abril de 1980. Por entonces preconizaba una rebelión mundial contra las injusticias y los males de este mundo. En el álbum Uprising incluyó uno de los mejores himnos de la redención, Redemption song. Fue una época de optimismo y éxitos en lo referente al reggae.

Pero la enfermedad no tardó en aparecer en su vida a consecuencias de una herida que se había hecho en el dedo jugando al fútbol. A pesar de haber sido tratada en Miami, la herida continuó reproduciéndose. En 1980 se convirtió en cáncer y comenzó a propagarse por todo el cuerpo. Bob Marley logró controlar la enfermedad durante ocho meses gracias un tratamiento en una clínica alemana que usaba remedios naturales y no tóxicos. A comienzos de mayo dejó Alemania para volver a Jamaica pero nunca llegó vivo a su país natal porque falleció en un hospital de Miami el 11 de mayo de 1981. El 21 de mayo de 1981 recibió un funeral oficial del pueblo jamaicano. Después del funeral (al que asistió tanto el Primer Ministro como el líder de la oposición) el cuerpo de Bob fue llevado a Nine Miles, en el norte de la isla, donde ahora descansa en un mausoleo. Tenía 36 años. Su viuda ha manifestado, en varias ocasiones, su deseo de exhumar los restos de su marido para enterrarlos en Etiopía, donde el emperador Haile Selassie cedió unas tierras a un grupo de rastafaris jamaicanos.

jueves, 12 de febrero de 2009

Lidia y David se casan



Querida compañera Lidia, este sábado (día de los enamorados) te unes oficialmente a David en el Ayuntamiento de Salamanca. Tus compañeros llevábamos algunos meses esperando este acontecimiento. Te acordarás de nuestras bromas, tomas de posturas acerca de si hay que casarse o no, si es mejor casarse por la iglesia o por lo civil. Yo siempre he creído que si la gente opina sobre un tema es porque le resulta interesante. Está claro que tú has sido importante para tus compañeros de curro, con tus puntos de vista sobre las incidencias y los procedimientos. Aprovechando todo este tiempo que llevamos sentados bajo los mismos focos de la plataforma, me permito darte mis impresiones finales sobre el casarse.

Creo que se casan aquellos que no temen confiarse sus corazones con todo lo que puedan esconder, lo bueno y lo malo; se casan aquellos que desean estrecharse en un vínculo cuya única ley es la confianza recíproca; se casan aquellos que quieren que su entorno sepa que ya han empezado a compartir sus dones y aprovechan el potencial mágico de cada uno para reafirmar el gozo de estar y trabajar juntos en un hogar creativo. Se casan aquellos que no temen el fracaso. Se casan aquellos que confían en el éxito.
¡Vivan los novios!

Lección de amistad



(Por el día de los enamorados)

1.- La amistad es como el aire que respiramos: da vida cuando existe, asfixia cuando escasea y mata cuando desaparece. Es libre, fiel, dulce, frágil y escaso como el aire. No tiene calificativos, no necesita de glosas ni de alabanzas. Es el patrimonio exclusivo de los amigos. No es comprensible si no está encarnada, y cuando lo está, los espectadores no saben ni pueden apreciar sus bailes cariñosamente emergentes en dos corazones que se unen por arte de magia.

2.- La amistad es espontánea como el aire que respiramos. Cuando se le canaliza, ahoga a sus dueños sin quererlo. A veces sorprende con sus delicados detalles. Al unir a dos personas, a menudo se permite guiar sus sentimientos, muy a pesar de sus buenas intenciones. Sorprende para probar su esencia, sorprende para cuestionar su fortaleza, sorprende para enamorar. Se bloquea cuando los amigos optan por el olvido de sus desconciertos, o cuando huyen de su espejo, o cuando simplemente no se sienten capaces de superar algún que otro tropiezo inherente a la debilidad.

3.- El camino de la amistad no es ni vertical ni horizontal. Es una cadena de escalones que hay que subir sin trampas ni prisas. Cada escalón tiene su función. Si no está integrado en el conjunto, rompe la armonía y al final provoca el derrumbe de toda la infraestructura.

4.- La amistad es finita. Deseamos prolongarla en el tiempo como el aire que respiramos, pero su decaimiento resulta inevitable. Es que la amistad no está por encima del tiempo ni al margen del espacio. Por eso necesita una atención especial, sobre todo cuando se enfrenta a una lejanía espacio-temporal.

5.- La amistad es como una joya sin precio pero amenazada por los compradores, los ladrones y los envidiosos. Todo descuido suele ser una auténtica amenaza a su pervivencia. Aunque tiene muchos pretendientes, no se vende ni se compra. Es un regalo de los dioses. Pretender forzar una amistad es como plantar un árbol sin raíces profundas en el desierto: al poco tiempo se seca.

6.- El templo de la amistad son dos corazones que se descubren hermanados, hacen voto de fidelidad y vigilan la puerta de entrada con vigor. No todo el mundo merece asomarse a su templo, y mucho menos pretender profanarlo. Los enemigos de la amistad son abundantes. Por eso hay que protegerla. Los objetos de valor se guardan en la caja fuerte, se los visita todos los días, y si es necesario, se contrata guardias de seguridad para garantizar su ser. Así es como ha de ser preservada la amistad.

7.- Ninguna amistad se parece a la otra, ningún amigo es comparable a los demás. La amistad es irrepetible. Es un cuaderno con hojas blancas en las que los amigos van escribiendo sus historias, hasta llegar a sintetizarlas en la portada. Cada secreto, cada ilusión, cada pensamiento, cada suspiro, cada mirada, cada abrazo, cada acaricia, todo lo que los amigos hacen acaban afectando la esencia de su amistad.

8.- Los pilares de una amistad han de ser fuertes. No basta una palabra para regar su jardín. Se precisa una mirada distinta de las demás, una caricia que en silencio lo dice todo, un abrazo que hacen que físicamente los corazones se unan, un beso que resume la complicidad de dos amigos en un mundo abstracto. Ya he dicho que una amistad no encarnada deja mucho que desear, pues los amigos son espíritus corpóreos. Una amistad que se mueve en la esfera de las mentes o de los espíritus se evapora con el tiempo.

9.- La única lección de la amistad llega cuando dos amigos superan las primeras barreras. Del paraíso pasan al mundo real, donde el cuerpo cuenta tanto como el espíritu, donde la existencia consiste en un sinfín de fracasos y de éxitos, y sobre todo de autosuperación, integración y reconciliación. Los amigos lo son a pesar de las trampas de sus cuerpos, siguen jugando a pesar de los goles encajados por sorpresa, y aquello que parecía ser el final de un bonito paseo se convierte, a cada paso que dan, en el principio de una travesía en un océano llamado Amistad.

domingo, 8 de febrero de 2009

Eutanasia o suicidio


Hace un par de semanas estuve dialogando con dos compañeras de trabajo acerca del suicidio. L y P sostenían que el suicidio es un acto de cobardía porque siempre hay razones para vivir. Yo sostenía que cuando uno decide suicidarse conscientemente es porque se siente extraño y extranjero en este mundo, reconoce la inutilidad de la costumbre de vivir y la valentía de morir.

De nuestra conversación quedó claro que aunque L y P están en contra del suicidio, son muy benévolas con la eutanasia. Tienen lo que podríamos llamar una postura pasiva: no están en contra de la eutanasia, pero tampoco son sus defensoras. Creen que hay que ser comprensivo con quienes deciden poner fin a una vida que carece de un mínimo de calidad. Yo estoy de acuerdo con ellas. Pero hay preguntas que no están contestadas: ¿Quién tiene la autoridad moral para decir que tal vida o tal otra no merece ser vivida porque carece de calidad? ¿El enfermo, su familia, los médicos, la autoridad religiosa, los políticos, los moralistas o el sentido común?

En Italia, son los familiares de Eluana quienes han solicitado que los médicos desconecten la máquina que le estaba alimentando, basándose, al parecer, en un testamento de la misma Eluana. El gobierno de Berlusconi y la jerarquía católica se han opuesto a esta eutanasia. La opinión pública italiana está dividida entre quienes apoyan la decisión de la familia de Luana de que una vida sin calidad no es vida, y quienes defienden que la fuente de la vida es Dios y ningún humano tiene poder para darla o quitarla. Incluso Berlusconi, con su humor peculiar, sostiene que aunque Eluana está en coma podría concebir y dar luz a un hijo. La gravedad del asunto me impide hacerme preguntas sobre la sugerencia de el Cavaliere.

En grosso modo, lo que más me interesa del asunto es el sentido de la vida, es decir, cuándo juzgamos que tal vida merece la pena de ser vivida y tal otra merece ser rechazada. Decía Albert Camus que lo que llamamos una razón de vivir es al mismo tiempo una excelente razón de morir. Supongamos que la razón de vivir de Felipe es ver crecer sanamente a su hijo Juan. En el momento en que Juan se hace mayor (ya no digamos si se muere), su padre Felipe ya no pinta nada. Puede irse en paz, como el justo y anciano Simeón cuando recibió en sus manos al niño Jesús. L y P pedirían a Felipe que busque otros motivos para vivir. Sin defender la pasión de morir voluntariamente, yo sería bastante permisivo en el asunto. Evitaría ser como Schopenhauer que hacía el elogio del suicidio ante una mesa bien provista. No es bueno hacer bromas con la tragedia, a no ser que seamos Berlusconi que no ve nada malo en que una mujer en coma se quede embarazada, por supuesto, mediante métodos naturales.