viernes, 24 de agosto de 2018

Migrante, emigrante, inmigrante: Precisión conceptual

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un “migrante” como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, las causas de su desplazamiento y la duración de su estancia1. El término migrante puede aplicarse indistintamente tanto al emigrante (aquella persona que se va de su tierra natal para instalarse en otra diferente) como al inmigrante (aquella persona que llega a una nueva tierra para establecerse en él). Un español que sale de España para ir a trabajar en Francia es un emigrante para quienes estamos en España, inmigrante para quienes están en Francia, migrante tanto para los franceses como para los españoles.

En los últimos años, la literatura disponible en esta materia opta por el uso del término “migrante”. No obstante, este término “migrante”, como cualquier otro vocablo que pretende ser inclusivo, no refleja los matices expresados en los términos “emigrante” e “inmigrante”. Veamos un ejemplo ilustrativo: los andaluces que se instalaron en Catalunya después de la victoria del General Franco son migrantes; los andaluces que se marcharon a Francia son también migrantes. Pero sus historias migratorias no tienen nada qué ver. Mientras unos tenían la nacionalidad española, los otros eran extranjeros en situación irregular. No podemos definir sus situaciones en términos parecidos porque en el matiz se esconde la experiencia dramática que acompaña al inmigrante, aquella persona que llega a un país para establecerse en él con el deseo de conseguir una vida mejor. Desde el punto de vista de España, por ejemplo, los emigrantes no tienen los mismos derechos que los inmigrantes. Mientras los emigrantes son ciudadanos españoles que viven en el extranjero, los inmigrantes son extranjeros que viven en España y necesitan de una autorización administrativa para residir y trabajar en España.

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domingo, 31 de diciembre de 2017

2017: Hasta siempre Sr. Mugabe.


Este año que se acaba será recordado por muchos africanos por el retiro obligado del Presidente de Zimbabwe después de más de 40 años salvando su patria. O eso decía. Porque las cifras económicas y los avances sociales dejan a Zimbabwe en el mal lugar: un país arruinado, con pasado pero sin futuro. Mugabe fue dimitido por sus compañeros de armas y salvó su pellejo (y su fortuna) gracias al muy cuestionado Presidente Zuma, patrón de la todopoderosa Sudáfrica. Su homologo vecino, el Presidente De santos (Angola) no quiso presentarse a las elecciones y por mucho que intentó dejar atado el destino de su hija en la empresa de petróleo, el nuevo mandatario tenía prisas para colocar a los suyos. Así va la fraternidad negroafricana, una pura invención para resaltar los valores que brillan por su ausencia.
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martes, 31 de octubre de 2017

El lenguaje inclusivo en la lengua francesa


(Reflexión de Augustine Abila Medzo, Secretaria Ejecutiva de PSOE- M)

 

Estupor me causa al oír un intelectual francés clamar alto que los y las impulsores/as del lenguaje inclusivo (abandonar el genérico marcadamente masculino) no sólo va a complicar la comunicación verbal a todo el mundo y más aun a los/las escolares, sino que también tal "descabellada" idea tendrá como consecuencia nada más y nada menos que la muerte del Francés. Pues alega el Francés, al no tener “sufijos adjetivados” al género como la "a" para femenino y la "o" para designar al sujeto masculino como sucede, por ejemplo, en Español, es engorroso y casi imposible estar nombrando en una comunicación a los dos géneros. ¡Toma! Y tan tranquilo se ha quedado. ¿Tranquilo? No, más bien indignadísimo contra aquellas personas que pretenden matar el idioma francés. Quiero decir a este “gentil galo” que el francés tiene licencias lingüísticas suficientes para salir de lo que él califica como embrollo. Puede utilizar el neutro "on" evitando así personalizar al sujeto femenino o masculino e incluso se ahorraría el uso del número: singular o plural. ¡Una solución estupenda! También puede utilizar “las personas” o "tout le monde" en vez de nosotros/nosotras. En fin, es más cómodo para él el uso del masculino genérico en vez de hacer un esfuerzo para promulgar un lenguaje inclusivo. ¡Qué larga lucha nos espera!

 

(Reflexión de Augustine Abila Medzo, Secretaria Ejecutiva de PSOE- M)

jueves, 21 de septiembre de 2017

La nula participación de los africanos en la sociedad española


Yaoundé, septiembre 2017
Llevo más de veinte años viviendo en España, y todavía tengo que explicar que soy católico (poco practicante). Porque muchos españoles piensan que todos los africanos somos musulmanes, que no tenemos estudios y que sólo podemos ser manteros y putas. Quien piensa de esta forma, jamás nos dará la oportunidad para acceder a un puesto de trabajo en la administración, ni nos preguntará qué pensamos a la hora de diseñar las políticas sociales. Pensará que somos niños grandes sin voz ni voto, y esperará que nos comportemos bien, que seamos unos negros buenos que sólo saben decir “Sí, Bwana”. Para quien piensa así, todos los negros son iguales: sean campesinos, estudiantes universitarios, médicos, ministros o presidente del gobierno. Siempre hay que pensar por nosotros, porque al fin y al cabo, somos negros: unos simples niños.
En 1950, Alexis Kagame (sacerdote y filósofo ruandés) se quejaba que los occidentales intentaban solucionar los problemas de los africanos sin tener en cuenta a los propios africanos: On a assez longtemps pensé nos problèmes pour nous, sans nous, et même malgré nous” (cfr: Des prêtres noirs s’interrogent). Sesenta años después, me temo que la situación sigue siendo igual. Los africanos están ausentes, por ejemplo, en la política española, en la industria cinematográfica, en la administración,... se organizan conferencias sobre África y todos los conferenciantes son europeos. Incluso aquellas personas que trabajan voluntariamente por los inmigrantes no están en condiciones de darles la voz. Siempre quieren pensar en nombre de los africanos porque los consideran niños grandotes sin voz ni  voto. De mi reciente viaje con Brussels Airlines aproveche para visionar “El médico africano”: (2016: Cfr: https://www.youtube.com/watch?v=OxFfi6ReKZQ). Voy envejeciendo en Europa pero la mentalidad de mis vecinos a penas se moderniza.