En los últimos días los líderes sindicalistas se han echado a la calle. Al principio pensaban que iban a inundar las calles de las grandes ciudades y que iban a ocupar grandes titulares en los medios de comunicación. Al final fue un fiasco. Es lógico. Si no saben lo que quieren, ¿cómo van a entusiasmarnos? Alguien me decía que se les ven el plumero. Y todo el mundo sabe que son los últimos que abandonan la nave cuando hay que echar cierre por motivos que sean. El Comité de empresa es intocable. Quedan lejos aquellos sindicalistas que se desvivían por sus compañeros, que arriesgaban todo a favor de los trabajadores (que se me perdone por generalizar). No cabe duda de que los intereses individualistas minan el esfuerzo colectivo. Luego se preguntan por el inmovilismo de los ciudadanos.
En Salamanca nadie entendió lo que realmente los sindicatos reivindicaban. ¿Se manifestaban en contra del gobierno socialista, en contra de los empresarios, en contra de las intenciones del gobierno para prolongar la edad de jubilación? Se sabe que con la próxima fusión de Caja Duero y de Caja España se va a prejubilar muchos empleados de ambas entidades, y paradójicamente los sindicatos no están de acuerdo con esas medidas. ¿En qué quedamos entonces? No he oído a nadie negar el envejecimiento de la población europea. Las estadísticas parecen confirmar que los inmigrantes están evitando que este envejecimiento se acelere. Pero por otra parte se les acusan de colapsar los servicios sanitarios y educativos y se les aconsejan volver a sus pueblos. ¿En qué quedamos entonces? Estoy bastante confundido.
1 comentario:
A mí, lamentablemente, no me parece extraño ni me asombra nada de las cosas que dices que te confunden. Hace ya bastante tiempo que me di cuenta de que vivimos, por lo menos en España, en un mundo individualista. Importamos nosotros y nuestro círculo, los demás son lo ajeno y no importan. ¡qué tristeza tan grande!
Y dices que a los inmigrantes se les aconseja volver a sus pueblos, así no colapsan los servicios sanitarios y educativos. Qué equivocado estás querido Elíe, se les aconseja, poniéndolo muy suave, porque a veces se les agrede y de qué manera, pero sólo a los que NO están en nuestra propia casa limpiando nuestras miserias y cuidando con todo el cariño del mundo a nuestros mayores.
Si, que se marchen todos esos miserables menos el que está en nuestra casa, y claro ¿te imaginas qué lo hicieran? ¿Cuántas mujeres tendrían que dejar de trabajar para cuidar a sus hijos pequeños y tener que llevarlos al colegio? ¿te consintirían en el trabajo faltar cada dos por tres para cuidar a los abuelos y llevarlos al médico? claro jefe, es que están malitos. Por poner dos ejemplos, y no sigo que me duele el alma.
Desde aquí les doy las gracias a todos ellos por darnos y enseñarnos tanto, a cambio de un sueldo, a veces tan mísero, que estoy segura que ningún español aceptaría.
Gracias queridos inmigrantes, os admiro, gracias a vosotros yo también he aprendido a ser mejor persona, no podría pagar con dinero todo lo bueno que me habéis enseñado.
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