viernes, 5 de noviembre de 2010

Diamantes de sangre

No recuerdo si Naomi Campbell lucía sus diamantes cuando acudió al Tribunal Internacional de La Haya par explicar su amistad con el presunto sanguinario Charles Taylor este verano pasado. Me pregunto, muy a menudo, si todas esas celebridades televisivas que no pueden mirar a la cámara si no llevan sus diamantes bien visibles saben cuántos litros de sangre se gastan en África para conseguir un quilate. De todas formas, si no lo saben es porque no quieren preocupar sus conciencias. Hoy día la información está al alcance de todos. Bueno, de todo aquel que tenga un nivel intelectual normal, medida habitual para la responsabilidad penal.

Con esta reflexión no pretendo ser ni demagogo ni fariseo porque el móvil que llevo o mi viejo portátil pueden llevar restos del coltán sacado de las minas del rey Salomón en Congo. Por desgracia los fabricantes no ponen los componentes porque no les interesa revelar los nombres de sus proveedores. Los hipócritas gobiernos occidentales que están juzgando a Charles Taylor en La Haya tampoco exigen que se reflejen la procedencia de la materia prima en los manuales tal como se exige para los alimentos. Entonces, ¿por qué montar un teatro en La Haya para juzgar a Taylor? ¿También van a juzgar a los ejecutivos de De Beers, American Mineral Fields, Zamgold, Eurocan Consolidated Ventures o Barrick Gold que siguen saqueando el subsuelo congoleño? No creo que la doble moral occidental lo permita.

2 comentarios:

Pili dijo...

Sin comentarios. En la película "diamantes de sangre" se pueden ver muchas barbaridades, y en este caso también, desgraciadamente la cruel realidad supera a la ficción.

Erika dijo...

Hola Elie!!!
Últimamente tengo menos tiempo del que me gustaría para dedicarlo a las cosas que de verdad me gustan, por eso tengo la cocina y otras muchas cosas tan abandonadas :(

Esta última entrada en tu blog me ha encantado y me recuerda a una que ya publicara yo hace tiempo en Fotolog:
http://www.fotolog.com/always_kalata/72646326

Me alegra saber de ti.
Un besito y hasta pronto.