sábado, 13 de noviembre de 2010

Sobre los apellidos

En España:
Los representantes del pueblo español quieren legislar sobre los apellidos. Hasta hace poco el primer apellido era del padre. Ahora el primer apellido puede ser del padre o de la madre. Con la ley de la igualdad y porque muchas parejas no se ponen de acuerdo para poner apellidos a sus hijos, la ley quiere permitir que en caso de conflicto se elija el criterio alfabético.

En Rwanda:
Izina niryo muntu”. Dime tu nombre y te diré quién eres. O al menos eso se piensa en muchos pueblos negroafricanos. La persona no se debe tanto a los progenitores como al grupo social que llamamos “gran familia”. Por eso el apellido de los padres no se heredan. Durante la ceremonia rwandés de “Kurya ubunnyano” (comparable al bautismo cristiano), toda la familia se reúne para buscar un apellido para el recién nacido. Generalmente permanece el apellido de los padres que, casi siempre tiene un significado especial. Pero a menudo el apellido es fruto del consenso familiar.

Contrariamente a lo que ocurre en España, yo no comparto apellido con mis hermanos. Ninguno de mis sobrinos o primos tiene el mismo apellido que yo. No conozco a nadie de mi zona que lleve el mismo apellido que yo. Esto tiene sentido porque nadie ha vivido las mismas circunstancias que llevaron a mis padres a optar por mi actual apellido. Por la misma razón, se procura evitar la repetición de los apellidos en la familia. La filosofía que está detrás es que cada uno es irrepetible y que se debe a la comunidad familiar (no a los padres): “umuntu ni umuryango”. Los padres son simples representantes de la gran familiar que llamamos “umuryango”.

Durante la europeización de los pueblos negroafricanos, algunos padres educados según la civilización occidental empezaron a prolongar sus apellidos en la prole, y a llamar sus esposas por los apellidos de sus maridos (así, Madame Jeannette Kagame es la esposa del presidente rwandés, Paul Kagame). En cualquier caso, la mayoría de los que nacimos antes de los años noventa no llevamos apellidos de nuestros padres. De hecho muchos niños que nacieron en la época de la guerra fratricida (1990-1994) se llaman Ntambara (guerra), Mutabazi (el que me socorrió), Ngizimana (he tenido suerte) o Uwamahoro (de la paz), apellidos que evocan sentimientos familiares durante una época concreta.

1 comentario:

Pili dijo...

Me alegra que compartas tantos conocimientos con nosotros, y también que a pesar de tantos años fuera, sigas valorando y acordándote de todas estas cosas. Además es una forma bonita de aprender y de acercarnos a la hermosa tierra de las mil colinas.