domingo, 23 de enero de 2011

Algunos marroquíes no quieren a los negros

Algunos marroquíes no quieren a los negros, ni se sienten africanos. Ellos se consideran árabes, descendientes de aquellos que promovieron y ejecutaron la Trata de negros, aunque más tarde se apuntaron los europeos y se quedaron con la etiqueta esclavista. En realidad los árabes llegaron antes a las aldeas negroafricanas, y como buenos comerciantes que eran, empezaron a traficar con la carne humana. Vendían los negros a los europeos, y éstos los vendían a los colonos en el Nuevo Mundo. Cuando los europeos vieron que el precio de la materia negra era muy elevado, decidieron montar sus propias redes para seguir con el tráfico de negros que, para ellos, no eran seres humanos. De esto hace tan sólo un siglo (http://mividaenmarcha.blogspot.com/2008/11/un-poco-de-historia-sobre-frica.html).

Actualmente, muchos negroafricanos que cruzan el Estrecho en cayucos dicen que la policía marroquíe es racista para con los negros, aunque son los marroquíes quienes tachan de racista a la policía española. El 23 de agosto de 2010, el periódico La Razón publicaba que “el 40% de los subsaharianos sufre la brutalidad policial de Maruecos” (p. 23). “La mayoría ha presenciado cómo los grupos organizados quemaban sus pertenencias, ordenaban secuestros y protagonizaban agresiones. Las mujeres son las más vulnerables y las más codiciadas”. Un negro musulmán me decía que la fraternidad entre negros y árabes no existe, a pesar de compartir las mismas creencias. Más bien los negros musulmanes son de segunda categoría. Le contesté que dentro de los curas católicos pasan lo mismo: los curas negros están siempre bajo sospecha, lo que provoca que muchos de ellos acaben colgando los hábitos (http://mividaenmarcha.blogspot.com/2009/12/sida-y-reportajes-de-intereconomiatv.html o ver el video en http://www.youtube.com/watch?v=xvx4sjQspnM). Nunca he entendido cómo se casan fe y racismo, a no ser que estemos ante una mentira global. Por eso prefiero la fe de mis antepasados que exalta la armonía de todos los seres vivos: seres humanos, animales, plantas, piedra, agua, aire,… todos estamos unidos por la fuerza vital. Sigo sin saber porqué el judaísmo, el cristianismo y el islam nacieron en la misma zona geográfica, y cada uno de los tres se apropia la puerta que da acceso a la vida eterna. De modo que hinduistas, budistas y tradicionalistas están equivocados. Si es así, ¡el infierno debe estar lleno de buena gente!

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