
Actualmente, muchos negroafricanos que cruzan el Estrecho en cayucos dicen que la policía marroquíe es racista para con los negros, aunque son los marroquíes quienes tachan de racista a la policía española. El 23 de agosto de 2010, el periódico La Razón publicaba que “el 40% de los subsaharianos sufre la brutalidad policial de Maruecos” (p. 23). “La mayoría ha presenciado cómo los grupos organizados quemaban sus pertenencias, ordenaban secuestros y protagonizaban agresiones. Las mujeres son las más vulnerables y las más codiciadas”. Un negro musulmán me decía que la fraternidad entre negros y árabes no existe, a pesar de compartir las mismas creencias. Más bien los negros musulmanes son de segunda categoría. Le contesté que dentro de los curas católicos pasan lo mismo: los curas negros están siempre bajo sospecha, lo que provoca que muchos de ellos acaben colgando los hábitos (http://mividaenmarcha.blogspot.com/2009/12/sida-y-reportajes-de-intereconomiatv.html o ver el video en http://www.youtube.com/watch?v=xvx4sjQspnM). Nunca he entendido cómo se casan fe y racismo, a no ser que estemos ante una mentira global. Por eso prefiero la fe de mis antepasados que exalta la armonía de todos los seres vivos: seres humanos, animales, plantas, piedra, agua, aire,… todos estamos unidos por la fuerza vital. Sigo sin saber porqué el judaísmo, el cristianismo y el islam nacieron en la misma zona geográfica, y cada uno de los tres se apropia la puerta que da acceso a la vida eterna. De modo que hinduistas, budistas y tradicionalistas están equivocados. Si es así, ¡el infierno debe estar lleno de buena gente!
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