viernes, 21 de septiembre de 2012

“¡Hasta los huevos!”

1.-Hace poco leí un mensaje en Facebook de una madre indignada y cabreada porque la administración le está poniendo todo tipo de trabas para renovar una beca de estudios para su hija de unos cinco años. Cuenta que cada año pide una beca para su hija con necesidades educativas especiales (yo conozco a la pequeña). Este año, debido a los famosos recortes en educación, en lugar de tramitar la beca en ventanilla con un formulario lo tiene que hacer en internet (“on line”). Y aquí empieza el cachondeo administrativo: como el formulario “on line” no funcionaba, tuvo que llamar al supuesto teléfono de atención al ciudadano (al que nadie contesta). Después de varios días, cuando consiguió rellenar el formulario, no lo pudo enviar por internet porque le remitían al colegio donde estudia su hija. Lo imprimió para entregarlo en el colegio, pero en el secretariado le dijeron que lo tenía que tramitar  “on line”. A partir de aquí, la madre cabreada empieza a acordarse de todos los familiares de quienes nos mandan. En letra grande termina su desahogo: “¡Hasta los huevos de la burocracia e ineptitud de la Comunidad de Madrid, del Ayuntamiento de Madrid, de la Sanidad de Madrid y de su puñetera madre!”. No tengo nada que añadir.
 
 
IMAGEN ENCONTRADA EN GOOGLE.ES
2.-Madrid. Copago sanitario. Una amiga con una hermana con discapacidad avanzada (en una silla de ruedas, sin habla). Hasta ahora la administración le ayudaba a comprar algunos materiales como pañales. En principio, se supone que la nueva ley del presidente Rajoy mantiene la ayuda para N. Pero cuando mi amiga se acerca a la farmacia para conseguir el material, le dicen que tiene que pagarlo y que tal vez la administración le devolverá el importe más adelante. Por el  “tal vez”, mi amiga se mosquea. Llama al servicio de atención al ciudadano para que le aclaren el “tal vez”: no saben nada. Le remiten a su centro sanitario. Allí tampoco saben nada. Desde allí le remiten a la Seguridad Social: allí nadie sabe nada. Le remiten al Ministerio de Sanidad. Mi amiga vive en Madrid y puede acercarse directamente al Ministerio. Y allí le dicen que la Ley se está desarrollando y que algunos aspectos no están perfilados y que depende de cada comunidad autónoma porque la sanidad está transferida. “Vaya usted a las oficinas de la Comunidad de Madrid y allí le informará”. No tengo nada que añadir.
 
3.-Madrid. Ayer jueves por la tarde. En una rotonda. Control de un motociclista. Adivine cuantos policías estaban arrinconando a los dos chicos (un chico y una chica, que no parecían llevar cascos)? Un coche de la policía nacional y dos coches de la policía local. Y por cierto, sólo el coche de la policía nacional tenía las luces de emergencias. Los otros dos, mal aparcados y sin avisar a los demás conductores. Y usted me pregunta ¿dónde se va su dinero? Al cachondeo gubernamental. No nos merecemos esto.
 
A la famosa frase de Rajoy de que  Yo sé lo que tengo qué hacer y lo voy a hacer”, muchos contestan “¡y una mierda! No tiene ni puta idea”. Yo sigo pensando en la otra acertada frase de Rajoy después de ganar las elecciones municipales: “Yo, mañana me voy a poner a trabajar”. Seguimos esperando ese día en que Rajoy se ponga a trabajar. Hasta ahora, todo lo que ha hecho lo podría hacer perfectamente la niña de mi amiga: ¿Quitar pan al que no le sobra? ¿Mandar los ilegales africanos a morir en el desierto de Marruecos? ¿Quitar tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin trabajo? ¿Criminalizar a los manifestantes? ¿Mandar la policía a pegar a los abuelos que se manifiestan contra los recortes? ¿Subir beca a los estudiantes? ¿Facilitar los despidos laborales? ¿Dar más dinero a los bancos? Hombre, la niña de mi amiga lo puede hacer perfectamente. Lo que la pequeña no podría hacer sería evitar el despilfarro de los políticos, despedir al personal eventual (los enchufados), recortar el número de los diputados y senadores (muchos de ellos no pintan nada), obligar a la policía a patrullar a pie. La niña de mi amiga no puede tomar este tipo de decisiones, Rajoy tampoco. Tal vez la famosa niña de Rajoy lo pueda hacer.

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