jueves, 3 de enero de 2008

El primer amor y los gestos

6.-«Quand je lui demandais si elle n'aimait que moi, elle souriait, elle m'embrassait, mais ne répondait pas ».

El primer amor se manifiesta a través de los gestos y se muere cuando las palabras se vuelven violentas. Sentir y preguntar no es lo mismo. Quien siente y pregunta por lo que siente es porque realmente no sabe lo que siente. Cuando preguntamos a nuestro amante si nos quiere es porque estamos dudando de la autenticidad de sus gestos y de nuestro sentir. De hecho si no nos responde con un sí o con un no, nos precipitamos hacia el final del camino. Nuestra inseguridad hace que permanentemente busquemos reafirmación en los demás; nuestro anhelo de eternidad hace que el momento presente no nos satisfaga. Pero ay cuando preguntamos si nos quieren: si el guión está bien hecho, conseguiremos una sonrisa y un abrazo, pero nunca una respuesta en lenguaje hablado. La misma pregunta ya es una violación de la inocencia y un certificado de que el primer amor está dejando paso a los siguientes. La pregunta expresa la insatisfacción vital y la desesperación de alcanzar un fin, que en realidad nunca es fin, sino cadenas de fines que a la hora de la verdad pierden su sentido final cuando se acaba el acto. Quiero decir que cada vez que hacemos el amor alcanzamos un fin en ese mismo acto, pero por muy profundo y especial que haya sido, se transforma en un trampolín para repetirlo momentos después, convirtiendo la originalidad en algo habitual, el fin en un mero medio. Parece una condena sin sentido, una búsqueda desenfrenada del placer y de las emociones repetibles. Pero así es la vida.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Sólo el primer amor puede llenarnos

5.-«Jamais l'ombre d'un chagrin ne passait dans nos cœurs»

No hay nada que nos plenifique como el primer amor. Ya hemos dicho que este primer amor es la medida de todos los demás amores, y que además vamos buscando siempre lo que un día soñamos con nuestro amante. No hay sombra de tristezas en el corazón de los primerizos. No hay temor a perderse en el otro; sólo hay deseo de fusión eterna. Lo que hace que el primer amor sea tan bonito y tan necesario es que nace con fecha de caducidad, pues no hay felicidad eterna. La vida es un vaivén, es como las estaciones solares. A veces hay sol, otras veces hay sombras. La brevedad de los buenos momentos nos recuerda que la vida es una lucha continua, un baile entre el amor y la muerte como bien lo descubrieron los clásicos griegos.

jueves, 20 de diciembre de 2007

¿Qué regalar al primer amor?

4.-«Je cueillais pour elle d'immenses bouquets de fleurs ».

Como el primer amor se coloca al margen de los cánones sociales, no necesita de los regalos materiales para su crecimiento. Cree que los auténticos objetos de valor no se miden por su precio sino por su intencionalidad. Recorrer los campos buscando las mejores flores para el amado no tiene precio material. Por eso un amor sin flor es un amor sin raíces.

domingo, 16 de diciembre de 2007

El primer amor es inocente

3.- «Je voulais sur ses lèvres un baiser innocent». El primer amor es inocente y platónico; cree firmemente en el cuento de las almas gemelas, en la media naranja, en lo incompleto que es el ser humano si no se comparte con otra persona. Es la espiritualidad del amor, la inocencia de un niño que se maravilla ante el arco-iris, la sensación que todos hemos sentido la primera vez que nuestros labios se rozaron con los de nuestra pareja. Uno siente tanta satisfacción que cualquier otro gesto fuera de un beso inocente sería como manchar la pureza del amor. Por eso el primer amor es inmaculado, casi divino. A lo máximo que aspira es un beso inmaculado en los labios de su amante. El sexo carnal no entra dentro de las posibilidades reales. Es más, no es un deseo real e inmediato. Tal vez por eso el primer amor es imposible. Sólo aspira a un beso inocente en los labios de su amante.

viernes, 14 de diciembre de 2007

El primer amor no tiene testigos

2.-«Dans le blé en herbe nous allions au printemps»

El primer amor no tiene testigos humanos porque éstos están cargados de sentimientos de envidia, miedo, dudas, compromisos a media, trabas y trampas que impiden su crecimiento. Los testigos del primer amor suele ser elementos de la madre naturaleza como las flores, las estrellas o el mismo cielo azúl: “le ciel bleu était le seul témoin de cet amour d'enfant». Paradójicamente, en cualquier forma de matrimonio se exige testigos. Es más, el matrimonio, ya sea religioso o civil, es un contrato entre dos personas, y como tal, necesita de testigos. Por eso el amor matrimonial no puede ser comparable al primer amor. Éste es un compromiso íntimo, encuadrado dentro de la armonía holística

domingo, 9 de diciembre de 2007

El primer amor es inolvidable

En la canción Margarita, Demis Roussos canta la historia del primer amor entre un hombre y una mujer mucho más joven que él. Todo empezó como un bonito sueño, y lejos de terminar como una pesadilla, acabó como una historia que merece ser cantada al mundo entero. Probablemente sea uno de los mejores cantos al primer amor, un primer amor que todos hemos tenido y recordamos con ternura y añoranza.

1.-«Elle était la première qui comptait vraiment »

Demis empieza afirmando que ella era la primera que realmente le importaba. Así solemos recordar nuestro primer amor en nuestra absoluta soledad. Este amor es imposible; es el primero y único amor auténtico, pues con él se experimenta verdaderamente la capacidad de querer y de ser querido, de entrega crística sin esperar nada a cambio. Es una experiencia irrepetible que sólo se recuerda con añoranza e ilusión, con la esperanza de que algún día pueda repetirse. Quién lo ha experimentado escribe poemas y canciones, planta flores y árboles de recuerdo y sigue hablando de ella en intimidad. El primer amor es tan profundo que marca los pasos del futuro. Sigue siendo una referencia vital, un sueño que se acabó pero que resucita en cada momento. Es imposible que se deje de querer al auténtico primer amor (je l'aimais à la folie et je l'aime encore). El primer amor es la gratuidad personificada, la entrega ilimitada, el sueño de cualquier romántico. Una vez fracasado (porque el amor que no fracasa no ocupa ningún lugar), los sucesivos se valoran a sus medidas, con el inevitable miedo al nuevo fracaso y el temido sufrimiento de una ruptura no deseada pero necesaria.