domingo, 1 de junio de 2014

PSOE: ¿subcontrata del PP?


Después del fracaso electoral de los barones socialistas, es el momento de dejar de considerar a los militantes como simples interventores y convertirlos en actores importantes de la política socialista. Evidentemente, habrá quienes consideren que no es correcto que un voto de un simple militante sea igual que un voto de un barón, aunque ese barón haya perdido varias elecciones. Tal vez por eso algunos intentan vender la imagen de algún dirigente como salvador del socialismo español, aunque ese dirigente nunca se haya sometido directamente a ningún sufragio electoral. Quien puede ilusionar el patio socialista no es ningún dirigente, por muy capaz que sea: es la militancia socialista que crea ilusión.
Seamos sinceros: algunos responsables socialistas son buenos gestores pero carecen de carisma popular. Hablan en términos académicos como aquel viejo profesor que se enfrasca en  las explicaciones lógicas, hasta que llega un joven y suelta cuatro frases y se lleva el aplaudo de la audiencia. Sé perfectamente lo que propone el partido “Podemos” (aunque  no esté de acuerdo en algunos de sus postulados). Pero no sé qué propone el actual PSOE.
Francamente, esta ejecutiva saliente carece de don carismático. No se sabe muy bien qué defiende y qué deja de defender. Se empeña en mantenerse en lo políticamente correcto, tanto que a veces cuesta saber si no es una subcontrata de la derecha. Y si persiste la duda, llega el padrino, orgulloso de pertenecer a la casta, y propone un matrimonio PSOE-PP. ¿Habráse visto semejante  forma de desprenderse de la ideología socialista?
Yo creo que la izquierda tiene unos postulados irrenunciables y debe ser muy tajante en sus propuestas. ¿Está dispuesto el PSOE a derogar algunas leyes que el PP ha aprobado con su mayoría absoluta? ¿Va a devolver las becas a nuestros estudiantes, la ayuda a nuestros dependientes? ¿Va a solucionar el fenómeno de la inmigración mandando más policía a Melilla, y de paso, convirtiendo a los negros en el chivo expiatorio de la inmigración en España? Porque no veo la policía controlando la llegada de los marroquíes, el grupo más numeroso de los inmigrantes en España. Además tengo entendido que no hay ningún marroquí en los CIE (en las cárceles normales, sí).
¿El PSOE va a revisar las restricciones para el ejercicio de los derechos sociales que ha impuesto el PP o va a seguir enfrentando policía y manifestantes? ¿Va a seguir rescatando cajas y bancos como hace el PP o más bien va a rescatar los comedores sociales? Claro que la macroeconomía va bien, sobre todo después de inyectar el dinero de todos en empresas privadas. Autopistas que no sirve pero que hay que rescatar con el dinero público, aeropuertos sin aviones pero que hay que mantener, diputaciones que no tienen funciones pero que hay que mantener, distintas policías que no se sabe bien a qué se dedican, instituciones caducadas que sólo sirven para el descanso de las viejas glorias, un  partido obrero lleno de casta…. Pero, ¿esto qué es? Si el PSOE quiere recuperar su espacio político, debería dejar de ser una subcontrata del PP.
 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Marine Le Pen o cómo pescar en aguas revueltas


La sencillez del mensaje político de Marine Le Pen le permite llegar al corazón de los franceses sin esforzarse más de lo necesario. A mí me parece interesante preguntar a los franceses si quieren permanecer en la zona euro. Yo también voto por suprimir organismos internacionales que Marine Le Pen llama “máquina infernal al servicio de la ideología ultraliberal”: FMI, OMC, OTAN o el Banco Mundial.
Antes que montar “discretamente” el acoso policial a los inmigrantes como hizo el progresista Rubalcaba, o expulsar a los rumanos (gitanos) como hizo el progresista Hollande, voto a Marine para reforzar el control de las fronteras francesas o imponer una tarjeta por puntos  para el seguimiento patriótico de los inmigrantes. Ante la caradura, el fariseísmo, “lo políticamente correcto” de algunos socialistas, yo prefiero una extremista que no me dé puñaladas a traición.
imagen de google.es
Yo no soy el único que pienso que los actuales dirigentes del PSOE y del Partido socialista francés han traicionado sus principios sociales. ¿Alguien conoce la postura de Rubalcaba ante el drama de los negros en Melilla? ¿Alguien recuerda la postura de los dirigentes del PSOE sobre el acoso que los negros sufrimos en Metro Madrid (la entonces delegada del gobierno de Zapatero, actual diputada en la Asamblea de Madrid negaba tales controles)? ¿Por qué entonces, pudiendo votar a otro partido, voy a votar al PSOE si no defiende mis intereses? Los errores electorales se pagan muy caros. Si los actuales dirigentes socialistas españoles y franceses hablan con “la boca chica” el mismo lenguaje que Marine Le Pen, prefiero votar el original. Al menos cuando venga a “apuñalarme” no lo hará a traición como hacen otros. El que quiera mi voto, que se espabile. El que quiera hundir su partido, que no dimita. Nunca nos faltará “un coletas” (como dice la prensa derecha para descalificar al joven Profesor Pablo Iglesias) para recordarnos que “Podemos”. Marine propone la expulsión de los inmigrantes ilegales, exactamente lo mismo que el PP de Rajoy y el PSOE de Rubalcaba. Sólo que los últimos lo hacen a escondidas, envolviéndolo en humanismo sofisticado o de rodillas ante el Santísimo. ¡Qué barbaridad!

miércoles, 7 de mayo de 2014

El síndrome de Wolf-Hirschhorn





Hace tiempo una amiga me habló del Síndrome de Wolf-Hirschhorn sin que yo pudiera entender realmente en qué consiste, y comprendo (sólo un poco), el desconcierto de los padres cuando los profesionales sanitarios les hablan, por primera vez, de la enfermedad de su recién nacido. Ese desconcierto puede ser entendido sólo por quienes hayan pasado por esa experiencia. Pero los buenos padres no se preguntan porqué les ha afectado, a ellos, una de esas enfermedades llamadas "raras" porque sólo afectan a uno de cada cincuenta mil nacidos. Se vuelcan en su prole para que poco a poco el porcentaje de su discapacidad sea menor. La alegría debe ser inmensa cuando una madre ve como su hija pasa del 43% al 33% de discapacidad en tan solo seis o siete años.

Para apoyar a quienes tengan este síndrome no hace falta saber en qué consiste porque, entre otras cosas, al ser una "enfermedad rara", los fondos públicos para que los científicos se dediquen a un estudio profundo son escasos. Creo firmemente que una sociedad civilizada como la nuestra tiene un deber moral de estar con familiares de niños con este síndrome. Estos niños que, se esfuerzan más que el resto para seguir el ritmo que nos marca la sociedad, son auténticos pequeños héroes del esfuerzo humano. Personalmente siento devoción por padres que lo dan todo para que sus niños vayan acercándose al ritmo de los de su quinta. No hay nada más grande que el inmenso sacrificio de una madre que dedica todo su tiempo a su hija para que aprenda a valerse por sí misma. Y nada más vergonzosa que una sociedad que rescata bancos mientras retira ayuda a estos niños con el síndrome de Wolf-Hirschhorn. Los dirigentes políticos que no son capaces de apoyar a los más débiles de la sociedad cometen, a mi modo de ver, un crimen contra la humanidad.

Probablemente usted, navegante en mi blog, no entienda en que consiste el síndrome de Wolf-Hirschhorn y cómo se puede ayudar adecuadamente a quienes tengan este síndrome. No importa porque lo fundamental es exigir a nuestro gobierno que, antes de rescatar bancos y cajas, disponga de un fondo sólido para quienes tengan este síndrome. Sobre todo, que a los padres no les falten medios económicos para hacer todo lo que sea posible para que sus hijos tengan menos grados de discapacidad y puedan ser atendidos en todas las facetas educativas. Si con nuestros votos colocamos nuestros dirigentes en los sillones ministeriales, con nuestra voz podemos pedirles, o incluso ordenarles que liberen más fondos económicos para padres y profesionales que trabajan con personas con el síndrome de Wolf-Hirschhorn. Y cada uno de nosotros puede colaborar, en lo que pueda, con las distintas asociaciones involucradas en nuestros vecinos con este síndrome. No estaría mal que quienes participan en los mítines políticos llevaran una pulsera que cuesta un euro (menos que un café) para visibilizar la presencia del síndrome de Wolf-Hirschhorn en nuestra sociedad.
 
 

sábado, 3 de mayo de 2014

¿Por qué luchamos ahora?

En el pasado, el ser humano primitivo luchaba por defender un trozo de tierra que llamaba “patria” y se enorgullecía derramando su sangre en ella y estampando su nombre en la lista de “los caídos por la patria”. Hoy por hoy, el lema de “todo por la patria” que se encuentran en los cuarteles de todos los ejércitos es una trasnochada.

Desde la Declaración Universal de los Derechos humanos, los más sensatos arriesgan sus vidas  sólo para defender derechos y libertades fundamentales. Los auténticos héroes ya no llevan un fusil en sus manos sino una vacuna contra la malaria, un litro de leche para los desnutridos, un micrófono para dar a voz a los sin voz, un cuaderno para alfabetizar, un blog para denunciar las barbaridades que cometen los mandamases.


Defender la tierra en que habitamos es una obviedad. Gracias a las aportaciones ecológicas, sabemos que la tierra es un conjunto orgánico indivisible. El aire que respiramos no pertenece a ninguna patria: es universal. Es una perogrullada que la deforestación amazónica afecta a los pulmones de los parisinos. De modo que cuidar nuestra tierra es una cuestión de higiene ambiental. En cambio, en un mundo en que unos matan para vivir mejor, defender que todo ser humano, independientemente de su raza y religión, tiene los mismos derechos y las mismas libertades que los demás, es una tarea ardua. Por eso los nuevos héroes de la patria son los llamados “activistas de los derechos humanos”. Me inclino, sinceramente, ante estos nuevos héroes de la humanidad y envidio sanamente su entrega crística: morir para que otros vivan mejor. No existe causa más noble que ésta.

jueves, 20 de febrero de 2014

Inkwano zimena ikibanga


Inkwano zimena ikibanga

        Recuerdo del genocidio de Ruanda



Bijya gutangira hateye intambara
Rubanda ihunga uruhongohongo
Mu mfatiro z’isi hachura imiborogo
Mu ntantu z’ababyeyi harataraka
Inkwano zimena ikibanga!


Bijya gutangira hateye intambara
Mu mpinga z’imisozi haracumbeka
Abatinze ikiriri bicwa urubozo
Abagore n’abakobwa bacura intimba
Inkwano zimena ikibanga!


Bijya gutangira hateye intambara
Imigezi itunze abantu irahindanywa
Mu mirambararo hahunikwa imirambo
Mu byumba by’abageni haravogerwa
Inkwano zimena ikibanga!


Bijya gutangira hateye intambara
Intanzi z’urugo zuzura intuku
Amahano yongera guhabwa ijambo
Amahanga yose yitana bamwana
N’abemera Imana begura inkota
Inkwano zimena ikibanga!

ã Elie, 19/02/1995.

jueves, 2 de enero de 2014

Sobre los libros de Autoayuda


Ante todo quisiera mencionar que un libro de autoayuda sólo es eficaz si se lee preventivamente. Se trata de adelantarse a los acontecimientos para que cuando nos alcancen sepamos a qué atenernos en cada momento, convencidos de que caminamos sanamente en nuestra fragilidad. Por tanto, desaconsejo una lectura de autoayuda para una persona que necesita urgentemente una solución emocional.

 

Descarga el libro Caminar en la fragilidad. Libro de autoayuda en:


 

Siempre que alguien me pide un consejo sobre una situación personal bastante compleja le doy dos consejos básicos: simplificar la situación y evitar entrar en un callejón sin salidas. Pero para poder llevar a cabo estos consejos es necesario realizar, muy a menudo, un chequeo emocional. A continuación explico estos dos consejos vitales.

 

Estoy convencido de que las situaciones simples son mejor abordables. También estoy convencido de que el callejón sin salida puede ser el final del camino. Saber que no estás atrapado en un túnel te garantiza una cierta libertad para actuar con márgenes de error sin perder la pista de salida. Y si cuentas con la complicidad de la simplicidad de la situación, el optimismo y la esperanza son la mejor garantía para conseguir tus metas.

 

Es verdad que la mayoría de las veces uno no se da cuenta del rumbo que está tomando su sendero, sobre todo si no se para a pensar. Por eso creo que es bueno y sanativo realizar un chequeo emocional de vez en cuando para ver si la velocidad que se ha alcanzado es la adecuada a sus fuerzas, al camino y al entorno. Puede ser la meditación o el yoga; puede ayudar una relajación consciente o la confesión sincera con un amigo.

 

Realizar un chequeo emocional no es fácil porque en un mundo maquinizado son pocos quienes tienen tiempo para estar a solas consigo mismo. En cambio son bastante quienes se levantan temprano, desayunan con prisa para no llegar tarde al trabajo. La costumbre no les impide estresarse con sus tareas profesionales. Comen con prisa para seguir trabajando. Cuando llega el cierre, las puertas de las empresas se convierten en la salida al mundo feliz y deseado: un par de llamadas a los amigos, si hay suerte, un par de copas con ellos, pero siempre con la mirada puesta en el reloj. En su casa, los únicos actos conscientes son escasos. Lo normal es encender el televisor, asearse mientras se prepara la cena, comer de prisa para no llegar tarde a la cita con el sueño porque mañana será un nuevo día. O más bien otro día más.

 

Son muchos quienes nos vemos atrapados por la cotidianeidad. La monotonía no es aconsejable para nada porque, como se suele decir, los caminos más peligrosos son los que no tienen curvas. No es lo mismo conducir un coche por un puerto de montañas con muchas curvas que conducirlo en una carretera recta en una llanura. Una carretera con curvas, igual que una situación crítica, exigen atención máxima. En cambio la carretera recta, igual que la normalidad, implica relajarse, fiarse sin motivos. Es cierto que uno no puede vivir siempre en la liminalidad porque con el tiempo se minan sus fuerzas, pero hay que estar preparado para bordear la frontera sin caer en los surcos.