viernes, 20 de noviembre de 2009
Piratas y fantasía del “El mundo”
El periódico El mundo lleva un par de días entregado a los piratas somalíes. Nos ha enseñado las lujosas mansiones de los piratas y nos está deleitando con los detalles de las bodas, grandes fiestas, drogas y orgías. Una vez soñé con un político europeo organizaba en sus mansiones fiestas con menores, prostitutas y drogas. No veo gran diferencia entre los sueños de El mundo y las mías. Bueno, la diferencia es que algunos sueños se han hecho realidad, otros no. Muchas veces los medios de comunicación fabrican realidades para sus seguidores. Muchos africanos cuentan lo que quieren oír los “blancos”, utilizando el típico término colonial. Leyendo lo que cuenta El mundo, uno se queda prendado del minucioso trabajo de los periodistas africanos. En la página 5 del día 19 de noviembre 2009, el gran Aideed Abdirahman (enviado especial) cuenta en El Mundo: “orgía de sexo, drogas y alcohol en el pueblo pirata”. Y añade: “el precio de las prostitutas se ha disparado: cobra 2.000 dólares la que antes costaba 100”. ¡Caracoles! No entiendo porqué en Somalia el sexo es más caro que aquí. ¿Qué tipo de completo hacen las prostitutas piratas para que cobre tanto? Yo creo que deberían bajar los precios como aquí: 30 euros por sesión. Si controlo los precios no es por ser cliente habitual sino porque los domingos reviso todos los anuncios de los periódicos para ver si encuentro curro.
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1 comentario:
Siempre me ha parecido una tremenda barbaridad ponerle precio al cuerpo. Significa tanto para mí estar en esta vida maravillosa, tan cruel e injusta muchas veces, pero maravillosa, porque mientras estamos en ella tenemos siempre posibilidades de superación.
Así que nuestro cuerpo,lo más valioso que tenemos,ponerle un precio de 30 euros, 100 dólares, 2000 dólares o 2000, 3000 millones o trillones, o todos los ceros que nos quepan, de euros o de lo que sea, me parece la mayor de las barbaridades.
Esas mujeres no tienen precio, y lo más triste es que aprovechándose posiblemente de su escasez económica les han arrebatado todas sus ilusiones y han acabado con el amor que había en sus corazones.
¿Cómo se puede creer en el amor de un hombre si todos le ponen precio a su cuerpo sin valorar ni intentar descubrir lo que puede haber en su interior? Es aberrante, cruel e inhumano.
Mi ánimo a todas esas mujeres, y ojalá lleguen a descubrir algún día lo bello que es vivir.
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