He vuelto a escuchar una entrevista que una emisora francesa mantuvo con el responsable de la fuerza militar de la ONU (MINUAR) durante el genocidio rwandés: el general canadiense Roméo Dallaire. Tres ideas saco de esta entrevista:
1.-Cuando llegó la hora de intervenir para detener las matanzas de los civiles, misteriosamente MINUAR se quedó sin provisión para sus militares, sin carburantes para sus vehículos, sin dinero para comprar comida y sin equipos de combate. Al menos eso es lo que afirma su entonces comandante en su libro “J’ai serré la main du diable: la faillite de l’humanité au Rwanda”.
2.- Dallaire dice que durante las matanzas de rwandeses se vio obligado a estrechar su mano con el diablo (los milicianos) para poder salvar su pellejo. Al parecer los milicianos venían a verle con las manos llenas de sangre fresca, y él, como comandante de una fuerza militar no podía hacer nada para impedir las matanzas. Se sabe que este general ya retirado ha tenido que acudir al psiquiatra porque después de sus vivencias en Rwanda no encontraba motivos para vivir.
3.- “On est pas là pour sauver les nègres”. “No hemos venido aquí para salvar a los negros”. Dallaire dice que cuando acudió a los militares franceses para que le ayudaran a parar las matanzas le dijeron que no estaban en Rwanda para salvar a los negros sino a los occidentales. No dudo de su palabra porque los hechos lo corroboran. Helicópteros militares bien armados recorrían todos los rincones rwandeses buscando a los pocos blancos que se quedaban en Rwanda. Sé que algunos rechazaron sus servicios y prefirieron quedarse en Rwanda. Desgraciadamente algunos de los que se quedaron fueron asesinados. Sé que cuando Dallaire y sus militares se fueron de Rwanda en plena guerra los asesinos tuvieron vía libre para emborracharse con sangre. Algún día alguien tendrá que explicar porqué la ONU malgasta el dinero de los contribuyentes en misiones que no son de paz.
2 comentarios:
Visita un artículo muy bueno sobre Rwanda en http://www.vivavoz.org/html/reportaje/rwandainici.html
Un saludo.
¡Franceses, belgas, ... ! Unos, otros ... todos a mandar para hacer las cosas con sabiduría, porque claro, los ruandeses son tan cortitos que de no ser por nosotros... (es lo que debieron pensar los que han tomado tan sabias decisiones.
Pero claro, a la primera de cambio, después de inducir a todo un país a un cruento, sangriento, y espeluznante genocidio, a tomarse las de villadiego, a huir como cobardes y limitarse a lamentar lo bárbaros y crueles que son los ruandeses.
¿Y quiénes sufrieron lo indecible, quiénes grabaron en sus retinas los horrores de aquel infierno? Los que "afortunadamente" viven hoy para contarlo, aunque quisieran ocupar el lugar de sus seres más queridos, que no han tenido la oportunidad de hacerlo.
¿Cuántas familias rotas y destrozadas? ¿Cuántos sueños e ideales quedaron en aquellos horribles pantanos? ¿Cúanto horror, humillación, robo de la dignidad? Y lo peor de todo, privarles a los que estaban viviendo aquel infierno de la esperanza. Y no sigo que siento mucho dolor e impotencia, y no lo viví en primera persona, pero si lo han vivido personas a las que quiero mucho.
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