La incertidumbre
se ha instalado en la conciencia nacional. De la
indignación estamos pasando al cabreo. Y por colmo, tanto el gobierno español
como la oposición socialista están atascados en sus propuestas contradictorias.
Ya no dependemos de nosotros. España va de mal en peor.
La
Policía española es el único colectivo profesional que tiene el trabajo
garantizado. En la Villa de Madrid, tanto la
Policía Nacional como la Policía Local no dan abasto. Hay manifestaciones todos
los días por el centro de Madrid, y cada vez con más violencia. Los maestros, los estudiantes, los profesionales sanitarios,
los funcionarios públicos,… muchos sectores profesionales están en pié de guerra
porque no entienden hacia dónde nos lleva el camino de los recortes.
Da igual que
gobierno la izquierda o la derecha. Ningún dirigente
español sabe qué hacer. “Ya hemos hecho todo lo que teníamos qué hacer”,
se lamentaba un miembro del gobierno actual. Y cuando parecía peor imposible,
se hunde Caja Madrid y descubrimos que algunas comunidades autónomas han
manipulado sus cuentas. No me extraña. Algunas
comunidades autónomas están desgobernadas. Por ejemplo Castilla La
Mancha. La señora De Cospedal recorre toda España como secretaria del Partido
Popular haciendo campaña (vendiendo logros que no existen) y se olvida de que
tiene que trabajar para Castilla La Mancha (lo curioso es que nadie conoce quién
manda en la oposición socialista y qué pretende ofrecer a sus votantes). Si uno
mira la agenda de De Cospedal, o no atiende a su familia, o no atiende a la
comunidad autónoma, o no atiende a los asuntos de la secretaría del partido. Y uno se pregunta si al Partido Popular le falta personal
cualificada. La Super woman es una falacia. Eso sí, sus cuentas
bancarias deben ser un éxito.
Es
indignante ver cómo los poderes electos utilizan las fuerzas de seguridad para
amedrentar a los ciudadanos que se manifiestan libremente. Los mismos poderes electos afirman que
insertan policías camuflados entre los manifestantes para espiar (o para
provocar follones, como denuncian los manifestantes en Barcelona). Ayer los
acosados por la Policía española eran los inmigrantes con piel oscura (Metro
Madrid, parada de autobuses). Cuando lo denunciábamos, algunos no lo creían.
Ahora están viendo cómo sus hijos sangran por la calle (un estudiante con una nariz partida en Barcelona), cómo
tres policías acorralan a una chica en Madrid y la
arrastran por la calle sin un zapato, … Profetizo que pronto los
recortes llegarán a la Policía y cuando sus agentes empiecen a quejarse se le
preguntará “¿de qué parte has estado?”. De modo que la Policía,
si no quiere comprometer su buena imagen, debería ponerse al lado del pueblo
indignado.
(Fuente de la foto:
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