lunes, 22 de agosto de 2011

CIE de Aluche: Liberado a la una de la madrugada

Su nombre no interesa mucho porque es uno de tantos inmigrantes que han estado retenidos en el centro de internamiento para los extranjeros de Aluche. Me contó una amiga que este chaval llevaba un tiempo retenido en ese centro de Aluche, a la espera de su deportación, pero que el cónsul de su supuesto país natal no le reconoció como ciudadano, y las autoridades españolas se vieron obligadas a dejarle en la calle, a pesar de que sin papeles de residencia se le condenaban a una vida clandestina.

Lo que llama la atención de toda esta historia es la hora de la liberación del chico: a la una de la madrugada de una noche lluviosa de la semana pasada. ¿Por qué los responsables de ese centro de retención de Aluche no esperaron soltar al chico por la mañana para que se buscara la vida a la luz del día? ¿Por qué le obligaron a dormir bajo lluvia si llevaba muchos días encerrado en el centro? ¿Mala leche? ¿Ganas de fastidiar al que ya está fastidiado?

Al responsable del CIE de Aluche le pareció genial soltar al chico a la una de la madrugada, con el transporte público suspendido, sin papeles, por la calle de una ciudad que unos días después iba a acoger generosamente a quienes profesan el amor al próximo. Supongo que quien tomó esa decisión no es ni socialista ni conservador. Menos mal que con el nuevo día el chico pudo contactar con una persona que le había estado visitando en las últimas semanas. Él quería ir al norte; ella le compró el billete y le deseó mucha suerte. Pero se quedó muy apenada, muy indignada por el sufrimiento innecesario que sus compatriotas están dando a los extranjeros.

Aquellos que se sienten legitimados para indicarnos el camino de la salvación; aquellos que nos enseñan los derechos más inviolables; aquellos que participan en la guerra de Libia porque sostienen que los libios están siendo masacrados por el coronel; son los mismos que dividen los inmigrantes en ricos y pobres y no dudan en entregar la nacionalidad a un futbolista que no la necesita. ¿Crees, de verdad, que gente así merece tu confianza? Mándales un mensaje en las próximas elecciones generales.

Para más información sobre los CIES en España:

sábado, 13 de agosto de 2011

Hambruna en África

Me escribe un amigo que se encuentra en Burundi que los problemas de alimentación se han agravado en la zona de los grandes lagos debido a una larga sequía que ha arrasado con todas las cosechas primaverales y veraniegas. Lo mismo ocurre en Rwanda, en Uganda, en Kenya, en Somalia y en Etiopia. Le he contestado que el centro de Madrid está sitiado por la policía para que la JMJ se desarrolle sin sobresaltos, y que Metro Madrid ha sacado bonos baratos para que los jóvenes de todos los países se desplacen sin problemas. Después de mandar el mensaje he pensado un poco y me he dado cuenta que este encuentro de jóvenes católicos conlleva muchos gastos.

Me pregunto si los gastos papales en Madrid podrían haber aliviado el hambre de tanta gente. ¿Es que creer en Dios no es compatible con compartir? ¿Es que podemos salvar el alma si no atendemos adecuadamente al cuerpo? Dice Dominique Habiyakare en su tesis doctoral que compartir es una de las características de los seguidores de Jesús de Nazaret. El mismo Unamuno se quedó impresionado por ese gesto a la vez tan divino y tan humano. Visto el derroche de dinero en este encuentro mundial de los jóvenes católicos con el Papa en Madrid, me pregunto si Dios necesita de estos gastos para sentirse querido. Más bien sospecho que es un capricho papal y una juerga para los chicos. Un Dios que permitiera, al mismo tiempo, juerga de sus seguidores en España y muertos de niños por hambre en el cuerno de África no sería el Dios de Jesús de Nazaret.

jueves, 4 de agosto de 2011

Estado de sitio en Madrid

La Puerta de Sol está blindada. Los avisos del suburbano madrileño de que la estación de Metro Sol está cerrada son frecuentes. La Plaza Mayor está invadida por furgones policiales. Sólo falta una desgracia para que la comunidad internacional puntúe la democracia española. Sólo falta un muerto para que dimita la Delegada del gobierno en Madrid. Está señora que está gastando los pocos recursos económicos que tenemos en perseguir a los negros y latinoamericanos de piel oscura; esta señora que monta guardias policiales en todas las calles con unas ganas locas de recibir premio por porte de la extrema derecha. Pero lo que consigue es que quienes tenemos sensibilidad socialista sintamos vergüenza de ello y no nos inquiete la posible mayoría absoluta de Rajoy. Estamos indignados por las formas de hacer de esta Delegada del gobierno en Madrid y muy a pesar nuestro, esperamos que el electorado socialista castigue a su jefe por ello (si no corrige sus ganas de sitiar Madrid en vísperas de la visita del Papa).

Yo, como indignado, no me siento representado por esos policías dispuestos a sacar sus porras para pegar a niños y mayores indignados por todo lo que estamos viviendo en Madrid. Claro que ellos tienen trabajo eterno; su futuro no corre riesgo (aunque si caemos en el rescate económico puede que sean los próximos en sufrir las consecuencias). Como ellos no están indignados, como ellos tienen trabajo estable, les da igual derrochar su tiempo y los recursos económicos para montar guardias en las bocas de Metro Madrid para acosar a los negros. Luego dirán que no es racismo institucional. Yo no creo que esos chavales que se aburren esperando inmigrantes para pedirles papeles sean racistas. Tal vez otros sí. Es lo que llamamos racismo institucional.

Me pregunto quiénes pagan todos esos gastos policiales. Viendo cómo se aburren esperando detener un “ilegal”, me pregunto si no sobran efectivos policiales en España y si el Estado no podría ahorrar mucho dinero reduciéndolos. Me pregunto si los seguratas no podrían hacer su trabajo. Total, perseguir a los indefensos no tiene mérito. Los ladrones de guante blanco se van de rosita y se mofan de la investigación policial. Menos mal que cuando llegue el rescate económico el Estado podrá vender sus uniformes para poder pagarles el finiquito.

Increíblemente, ningún dirigente español había cuestionado tanto sus ideales como ZP. Pasó de retirar las tropas de Irak a enviarlos para invadir Libia. ¡Menudo pacifismo! En poco más de siete años pasó de la integración de los inmigrantes al acoso a los extranjeros de piel oscura. Pasó de dinamizar el socialismo español a hundirlo completamente. El mismo Felipe González dice que ya no se reconoce en este socialismo de ZP. Muchos dirigentes dicen lo mismo. Muchos militantes están esperando que se vaya del partido (esto me entristece mucho). Qué vuelva nuestro Caldera; que reaccione nuestro Pepe Blanco. Queremos un socialismo que no acose a nadie por ser diferente. Invito a todo el mundo a pasear por las calles de Madrid para darse cuenta de este acoso policial. Es una indignación total.

jueves, 21 de julio de 2011

“Vamos a hacer negritos”


INVITACIÓN

“Las asambleas de Carabanchel, Usera y Aluche os

> invitan a la marcha que tendrá lugar este viernes para exigir el
> cierre de los CIE’s (Centros de Internamiento para Extranjeros) y
> denunciar las redadas policiales racistas. La marcha comenzará el
> viernes 22 de julio a las 20:00 en el metro Usera (salida Amparo
> Usera) y finalizará en el CIE de Aluche.”

ESCUCHA UNA TERTULIA SOBRE ACOSO POLICIAL A INMIGRANTES EN MADRID
http://www.cadenaser.com/cultura/audios/tertulia-2011/seresc/20110720csrcsrcul_5/Aes/


La Delegada del gobierno en Madrid sigue negando el acoso a los inmigrantes de piel oscura en la capital, a pesar de que asociaciones de vecinos, ONGs y viajantes somos testigos habituales de estas actuaciones policiales que rozan al racismo. No entiendo porqué esta señora sigue negando lo evidente. Por eso sigo pidiendo abstención electoral a toda gente de buena voluntad a la hora de entregar su voto a quienes representa esta señora. Porque cualquier persona que pueda pensar que hay seres humanos ilegales que merecen ser detenidos masivamente no merece un voto socialista. De lo contrario, es preferible votar un partido de extrema derecha que deja bien claro sus preferencias y no miente. Podemos estar en desacuerdo con su agenda política, pero por lo menos no miente.

Ayer en el programa “Hoy por hoy Madrid”, un representante de la policía decía que como el gobierno quiere presumir de más detenciones cada año, obliga a los policías a realizar más detenciones para cumplir con las estadísticas. Cuando la policía se ve presionada, acude a lo más cómodo y sencillo: si controla 100 negros al día, con un poco de suerte 30 de ellos no tendrán papeles y acabarán en calabozos, con expediente de expulsión que pocas veces se ejecutan. Pero las estadísticas se habrán cumplido. En este programa de la Cadena Ser Madrid, el policía decía que los agentes que hacen esos controles se sienten indefensos porque legalmente esos controles que hacen son sospechosos y que algunos de esos agentes fueron desautorizados por los tribunales por extralimitarse en sus funciones. Un tertuliano le contestó que en un estado derecho, a nadie se le puede obligar a infringir la ley. Por eso en algunos barrios de Madrid los ciudadanos están organizando patrullas para controlar las detenciones policiales para que sean dentro de la ley.

No seamos demagogos ni ingenuos. Todos estamos de acuerdo en que los delincuentes deben ser detenidos y llevados ante los tribunales, independientemente de su color o formación intelectual. Todos estamos de acuerdo en que quienes no tengan residencia legal en España debe ser expulsado del país (si no puede regularizar su situación): esto es así en España, en Camerún, en México o en la China popular (como diría el otro). En lo que no estamos de acuerdos es en los controles indiscriminados de negros (o latinoamericanos con rasgos locales) con el objetivo de localizar los que no residen legalmente en España. Nadie puede quejarse de un control policial para todos: blancos y negros, guapos y feos, españoles y rumanos, etc. Cuando los trabajadores de Metro Madrid organizan un control de billetes, controlan a todo el mundo y a nadie se le ocurre protestar. La gente protesta cuando un vigilante entra en el Metro y pide billetes solamente a quienes tienen una “pinta rara”.

Mi impresión es que cualquier control que se base en prejuicios es ilegal, racista, anti-social. Por eso creo firmemente que un gobierno que favorezca dichos controles no merece ni mi voto, ni los votos de quienes tengan una sensibilidad humanística o cristiana. Si la derecha y la izquierda piensan lo mismo y actúan de la misma forma, no tenemos necesidad de invertir nuestro tiempo para ir a votar. Si el gobierno supuestamente socialista de ZP cree que son normales los controles anti-inmigrantes que se están llevando a cabo en Madrid, y no es capaz de desautorizar a la Delegada del gobierno en Madrid, ¿para qué votar un proyecto socialista que es, en el fondo, anti-socialista? No puede ser que los perros tengan más derechos que los seres humanos. Votemos a quienes no nos tomen por tontos, aunque no compartamos sus opciones políticas. A día de hoy, con mi indignación, pienso así. Pero todo cambia. Algunos negros que conozco y que residen legalmente en Madrid esperan cambios. Los vecinos indignados esperan cambio.

viernes, 15 de julio de 2011

"El Gran Hermano"

El último escándalo de un periódico inglés confirma que ya no hay vida privada, que lo que llamamos secreto deja de serlo en el momento en que sale de nuestros labios. De modo que si queremos que una historia sea secreta, la única forma de conseguirlo es no contarlo. Porque en este mundo hay individuos que se empeñan en contarlo todo; individuos que se emocionan cuando son capaces de consumirlo todo; individuos que se dedican a descubrir historias que deberían ser restringidas.

Imagen del buscador Google.
Hay un ojo grande que lo ve todo. Cuando conectas tu ordenador a la red, gran parte de tus actividades se registran con la IP personal de tu equipo. Cuando envías un correo electrónico, la carretera que lo lleva al destinatario pasa por un montón de ordenadores conectados a la red, siendo imposible no dejar parte de ese mensaje a la vista de muchos curiosos que se dedican a espiarlo todo. Con encender tu móvil, la tarjeta SIM se conecta a la antena más cercana y empieza un control exhaustivo de tus movimientos y de tus actividades telefónicas. Todo se registra. Todo se puede publicar, a pesar de la ley orgánica de protección de datos. No hablemos ya de nuestra entrega generosa al público a través de redes públicas.

Los entendidos en la materia no cesan de avisarnos que no conviene publicar fotos privadas en nuestros perfiles públicos, y mucho menos publicar fotos de niños o amigos (sin su previo consentimiento). Porque siempre hay un gracioso que etiqueta la foto con todos los detalles. La entrega generosa de nuestra intimidad crece al mismo ritmo que el ansía de pervertidos para satisfacer sus “desviaciones”. De modo que estos pervertidos se van de caza sin salir de sus escondites. Consiguen fotos de niños con tan sólo un clic; manejan fotos de una borrachera sin haber estado en la fiesta; adquieren videos íntimos sin amenazar a nadie. Porque somos nosotros quienes entregamos generosamente nuestras vidas íntimas al público. Y la mayoría de las veces no somos conscientes que lo que subimos a la red no tiene retorno. Y cuando nos damos cuenta, el mal ya está hecho. Si nos hacemos una foto delante de nuestras casas y la subimos a la red, estamos facilitando el trabajo al delincuente o incluso al mismo detective.

miércoles, 6 de julio de 2011

“Fuera del barrio”

La indignación del barrio de Lavapiés (Madrid) impidió, ayer, que la policía nacional acosara a los inmigrantes tal como viene haciéndolo. Conocíamos casos de policías que van de paisanos en Metro Madrid para acosar fundamentalmente a los inmigrantes de piel oscura: Plaza de Castilla, Aluche, Oporto,… más de una vez me he encontrado con un control policial en el suburbano madrileño y sólo pedía a papeles a negros, árabes y latinoamericanos de piel oscura. Al principio decía: “algo habrán hecho”. Pero cuando ví la frecuencia de esos controles empecé a mosquearme. Cuando Caritas denunció que la policía se colocaba a la entrada de los comedores sociales para pedir los papeles a los inmigrantes, todo empezó a encajar: ZP pasó de la regularización masiva al acoso policial sin pestañear, y eso me duele profundamente. Me duele porque llegué a confiar en él. Ahora no pediría ni un solo voto para sus actuales políticas. Entiendo que IU extremeña apoye al PP porque lo malo por conocer a veces es mejor que lo malo conocido.

Es vergonzoso. Un peruano, casado con una española y que tiene nacionalidad española me comentó, hace poco, que estaba harto de que la policía nacional le pidiera los papeles sin haber hecho nada y sin encontrarse en “lugares conflictivos”. Se extrañaba que cuando va con su mujer y su niña nadie le pide la documentación. Por ese motivo sospechaba que esos controles policiales tienen un carácter racista. Ayer quedó patente en el barrio madrileño de Lavapiés.

En la reunión de los indignados de mi barrio oí el mismo comentario, y un vecino de “piel blanca” propuso que en el momento que nos enteremos de esos controles sospechosamente racistas avisáramos a los vecinos para que acudieran y fueran testigos del acoso de los chicos de Rubalcaba. Ayer fue el día. Muchos hemos visto cómo los vecinos expulsan de su barrio policías armados hasta los dientes. Policías que, en lugar de proteger a los más indefensos, les persigue manu militari. Policías nacionales que son capaces de entrar en el Metro Madrid para detener, supuestamente, un chico que pretendía coger el Metro sin pagar. Cosa que me extraña, pues el número elevado de los vigilantes de seguridad que están en cada boca del Metro no permite que la gente se cuele fácilmente. Además no creo que el pueblo español pague a los policías para que se dediquen a juguetear en el Metro, con la cantidad de delitos que se comenten en los despachos de lujo.

En la última marcha de mi barrio, un señor me estuvo demostrando cómo sobra policía. “A ver si llega el PP y recorta tantos gastos inútiles”, me comentaba una señora convencida de que en España hay muchos efectivos de la policía nacional. Razón no le falta. Si la policía se dedica a perseguir a los inmigrantes que no tienen papeles, si la policía es rechazada por el pueblo, si la policía está perdiendo su prestigio ante la ciudadanía es porque algo no va bien. Siempre decía a los extranjeros que si se perdían por la calle solicitaran información a la policía. Tal como está la situación, hoy por hoy no le daría ese consejo a nadie. “Si ves un policía español, desconfía porque igual te detiene”.

Felicito a los vecinos del barrio de Lavapiés y me asumo a sus reivindicaciones:"Somos vecinos, no somos delincuentes". "Vergüenza, vergüenza". "Fuera del barrio". Si alguien se ha perdido la noticia, la puede consultar en este enlace del periódico “Público”: http://www.publico.es/espana/385511/vecinos-de-lavapies-impiden-una-redada-contra-inmigrantes.

sábado, 2 de julio de 2011

Atrapado por el capitalismo

El socialismo occidental está atrapado por el capitalismo triunfante y sin remordimientos. Los analistas afirman que la actual crisis económica tiene su origen en las ambiciones del capitalismo occidental de ganar todo a costa de todo. Paradójicamente, para salir de esta misma crisis, el capitalismo exige la desaparición de los gobiernos socialistas. En Reino Unido, en Portugal y otros países europeos, el socialismo ha cargado con las culpas que no son suyas. En EE.UU, en Grecia y en España, los gobiernos socialistas están asfixiados. Siguen tomando medidas dictadas por los causantes de la crisis para salir, supuestamente, de esta misma crisis. Instituciones como FMI que no fueron capaces de prevenir el desastre se sienten legitimadas para proponer la solución. Banqueros que dejaron hundirse el sistema están exigiendo soluciones inmediatas. Mientras tanto, los gobiernos que no causaron esta crisis no saben qué hacer para limpiar tanta basura.

En España, ZP ha perdido todo su apoyo popular porque está tomando medidas propias de un gobierno de derechas. Tal vez por eso los socialistas españoles creen que lo mejor sería poner fin a esta agonía política y anticipar las elecciones. Todo apunta que el Partido Popular llegará al poder, a pesar de que no ha revelado sus proyectos político-económicos. Es popular la imagen de Mariano Rajoy en una tumbona, a la espera de que Zapatero se hunda en las aguas capitalistas. “Yo mañana me voy a poner a trabajar”, declaró Rajoy en mayo pasado después de arrasar en las elecciones municipales. En realidad, la victoria del Partido Popular se debe al descontento de los izquierdistas que se niegan a votar a un socialista que actúa como capitalista, brazo ejecutor de las medidas más conservadoras jamás tomadas en España. Al que los medios de derechas llamaban “izquierdista radical” está tomando medidas propias de la extrema-derecha. El mundo al revés. Si ZP sabe que todas las medidas que ha tomado para levantar la economía española no han hecho más que aumentar la cifra de los parados, ¿a qué espera para cortar esta hemorragia convocando las elecciones? ¿Qué interés tiene en conservarse en el poder si sabe que no va a salvar nada? Muchos pensamos que ZP ha tenido mala suerte de gestionar una profunda crisis económica que ha empañado todos sus logros sociales. Es una pena que sea recordado por cinco millones de parados, cuando propició nuevos derechos en la sociedad española como el matrimonio gay, la ley de igualdad entre hombres y mujeres, la promoción de personas con discapacidad, la alianza de las civilizaciones y la palabra antes que el disparo. “No nos falles”, le dijo un joven que veía en su elección un soplo de aire fresco. “No nos representas”, le están gritando los indignados. De esperanza a la indignación, tan solo un paso.

viernes, 24 de junio de 2011

La representante de los indignados

Los indignados dicen que no tienen portavoces porque el pueblo se representa a sí mismo. Al menos es lo que dice la Constitución española: “todos los poderes emanan del pueblo” porque “la soberanía de la nación reside en el pueblo”. Pero los manifestantes quisieron entregar su soberanía a una señora mayor que asomada al balcón de su casa cerca de Atocha lanzaba besos cariñosos a los indignados. Ellos pararon la marcha, la dedicaron varios piropos y repetidas veces la dijeron: “Tú, sí que nos representas”. Sucedió el pasado domingo 19 de junio 2011 en las cercanías del Museo Reina Sofía.

Los indignados madrileños recorrieron todos los barrios pidiendo a los dirigentes políticos que no fueran rehenes o animadores de los banqueros que no cesan de engordar sus cuentas corrientes. Los políticos han caído en la trampa del capitalismo salvaje, y parecen estar convencidos cuando afirman que “el mercado exige reformas laborales”, que el Fondo Monetario Internacional exige más flexibilidad en los contratos laborales. Recordemos que el Fondo Monetario fue inventado por Occidente para proteger su economía. De hecho, la constitución de esta institución dice que su director debe ser siempre europeo. Ahora sus dueños occidentales están bebiendo de su misma medicina. Se ven en la obligación de aplicar lo que han estado recetando alegremente a los países en vía de desarrollo. Además, se ve que economías que parecían fuertes se están hundiendo ante el asombro de todos. Grecia está en bancarrota. Irlanda y Portugal han estado a punto de hundirse. Los especuladores capitalistas no dejan de zarandear la economía española para ver si se cae. Bélgica e Italia están en el punto de mira. Europa se ha dividido en los vecinos ricos del Norte y los vecinos pobres del Sur. Hay quienes han empezado a cuestionar las bondades de la moneda única.

sábado, 18 de junio de 2011

Las instituciones políticas en España

Tenemos muchas instituciones políticas en España. 19 estatutos de autonomía, de los cuales 17 corresponden a las Comunidades Autónomas y 2 a las ciudades de Ceuta y Melilla. 50 provincias, más de 8.000 ayuntamientos. Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica Vasca, Policía Autonómica Catalana y Policías Locales. Ejército de Tierra, Mar y Aire. No entiendo porqué hay quienes se sorprenden del elevado gasto del estado español.

No es raro encontrarse con una oficina custodiada por dos o tres cuerpos de seguridad: un policía, más un guardia civil, más un vigilante de seguridad. ¿Es necesario malgastar los recursos estatales de esta manera? Hace tiempo que no paso cerca del Palacio de Oriente en Madrid. Creo recordar que el palacio estaba custodiado al mismo tiempo por la Guardia Real, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local y una brigada de bomberos.

La Casa Real, la Presidencia del Gobierno, las Presidencias de las Comunidades Autónomas. El Senado, el Congreso, las Asambleas autonómicas, las Diputaciones provinciales y los órganos municipales. Gran parte de estos “órganos” no hacen nada más que repetir lo que han hecho los otros. ¿Qué hace un diputado provincial? ¿Qué hace un diputado autonómico que no podría hacer un senador o un diputado nacional? ¿Es realmente necesario el Senado, cuando lo único que hace es dar visto bueno a lo que dice el Congreso? Si la disciplina del voto obliga a los diputados a votar lo que manda el partido, ¿para qué se necesita 350 diputados? Muchos gastos del estado español no tienen justificación.

Estoy de acuerdo con Felipe González cuando aboga por unificar los ayuntamientos y reducir el gasto público. No puede ser que haya varios cuerpos de policía, con sus correspondientes mandos, cuando se podría unificar y optimizar los recursos personales y materiales. El Estado español no puede soportar el gasto de tantos políticos que no se sabe muy bien a qué se dedican realmente: concejales en los ayuntamientos, diputados provinciales, diputados autonómicos, diputados nacionales y senadores. Por muchas reformas laborales que se haga, por muchos recortes en las inversiones públicas que se lleve a cabo, por tantos bandazos que se sigue haciendo, no se podrá equilibrar el gasto publico si no se revisa la función de la clase política y las instituciones creadas a su imagen y semejanza.

Me parece que lo más cómodo es cerrar el grifo de las becas, cortar la financiación a los investigadores, quitar las ayudas a los parados de larga duración, olvidarse de aquellos que tengan algún tipo de dependencia o discapacidad. Es indignante que el estado se gaste tanta pasta en las instituciones “innecesarias” y se dedique a marear a quienes solicitan una ayuda porque tienen un familiar con dependencia. Es indignante que unos pasen hambre mientras otros tienen tres sueldos y les parezcan normal. El que no se indigna es porque no quiere.