Teniendo en cuenta que caminamos en la fragilidad, el camino del desencantamiento vital está al alcance de todo el mundo. Desde pequeño, vamos acumulando sentimientos negativos y percepciones distorsionadas que nos empujan hacia la pista de la autodestrucción: rabia, envidia, odio, ira, codicia, egoísmo, excusas, prisas, desgaste psicológico, tristeza vital, ganas de venganza, pensamientos insanos y otras emociones psicológicamente venenosas. Pocas veces aprendemos a fomentar actitudes vitales de alegría, generosidad, perdón, claridad de idea, armonía interior, energías positivas y pensamientos creativos que hacen que el gusto por la vida se vaya reactivando continuamente, incluso en los momentos más conflictivos.
Tenemos que aprender a vivir en el hic et nunc, en el aquí y en el ahora. No podemos vivir pensando en el pasado porque cuando el pasado no está lleno de fracasos, está lleno de añoranza y vivencias infantiles casi paradisíacas que, su única aportación, no es más que dañina. Si un poco de ejercicio meditativo nos descubre que escasos recuerdos del pasado son creativos, ¿por qué entonces nos empeñamos en montar nuestro campamento vital en el pasado? ¿Por qué los errores o éxitos del pasado han de condicionar nuestro presente? ¿Por qué no somos capaces del vivir en el ahora si somos conscientes de que el presente es el único tiempo vivencial que nos coloca en la pista de la programación positiva?
La sabiduría popular nos enseña que el agua que ya ha pasado no puede mover el molino. Sin embargo, la mayoría de la gente no llegamos a soltar lastres del pasado y seguimos cargando con fracasos del pasado, revisando continuamente las facturas ya pagadas en su momento, y lo que es peor, dando explicaciones de lo que hacemos o dejamos de hacer. Nunca aceptamos que querer quedar bien ante la gente es el camino que lleva derecho a la infelicidad, y nos miramos en los demás para saber quiénes somos y qué debemos hacer para tener un lugar en este mundo. Es agotador vivir instalado en este estado de autovigilancia permanente, intentando cumplir al milímetro las exigencias que no nos corresponden.
1 comentario:
Ahora si puedo escribir jj lo copio y pego en tu blog
No podemos quedar bien con todo el mundo, ya lo dice el refrán “para gusto están los colores “ y como no podemos ni pensar ni actuar todos de la misma manera lo que pienso es que si podemos ser mas o menos cortés sin importarnos mucho lo que piensen de nosotros, ya que cada uno es como es y a la gente hay que aceptarla tal cual, por ese mismo hecho es lo que hace la vida interesante si todos fuéramos iguales sería todo más plano que castilla la mancha
Referente a como hay que caminar por la vida pues no tengo mucha experiencia lo voy haciendo paso a paso ¡¡ eso si!! Y en el recorrido que llevo he aprendido
Que se hace muy pesado y doloroso caminar por la vida con una mochila llena de fracasos y malas experiencia , que corremos el peligro que la mochila se abra y entonce nos juega malas pasadas por que empieza a salir todo lo malo que hay en ella , y lopero es que cuando la volvemos a cerrar la carga se multiplica por dos. Esa mochila hay que dejarla aparcada, para seguir andando y coger de ella solo las cosas buenas. Todas y cada una de las experiencias de que vivos , hasta de el peor de nuestro fracaso y la experiencia mas dolorosa, a la larga nos aporta algo bueno , aunque sea la lección para no caer en el mismo error, y si somos consciente de ello, y la vida (que a veces es cruel)nos hace pasar por algo similar seguramente saldremos mas fortalecidos y sabios de esa situación.
Esas pequeñas-grandes cosas que nos hacen ir hacia delante con positividad son las que tiene que permanecer en el día cotidiano..... pesan menos y aportan más.... A si que la mochila hay que llenarla de positividad ¡¡ si no acabaríamos todo con chepa ""
Publicar un comentario