1.-Masificar
las aulas públicas y esperar a que se hunda el sistema
2.-Contar un
relato muy sencillo
Fuente de la imagen: google.es |
El objetivo
de masificar las aulas públicas es conseguir que el rendimiento de los
alumnos sea nefasto y que los profesionales se sientan decepcionados por su
esfuerzo inútil. Así, un profesor decepcionado se convierte en una garantía
para el fracaso escolar de sus alumnos.
¿Cómo
masificar las aulas públicas? Meter
más alumnos en una misma aula, a poder ser, alumnos con necesidades
escolares muy variadas (una mezcla exagerada de alumnos nativos con alumnos
inmigrantes procedentes de sistemas educativos distintos al madrileño) y recortar el número de profesionales
educativos (en caso de Madrid, la despedida de gran parte de profesores
interinos).
¿Qué
pasa en las escuelas privadas? Según los distintos informes, los colegios
privados o semi-privados seleccionan sus alumnos según un perfil determinado
(de modo que familias con renta económica más baja no puedan acceder a sus
servicios). Ante la masificación de las aulas, una familia preocupada por la
educación de su hijo, si tiene medios económicos, inscribirá su prole en los
centros privados.
Conclusión
Con la dejada
o estimulada masificación de las aulas públicas, la comunidad de Madrid fomentó
indirectamente los colegios privados.
Esperanza Aguirre no hizo nada para evitar la
masificación de los alumnos en las aulas públicos. Más bien fomentó el
deterioro formativo en las escuelas públicas. ¿Cómo? Dejó de contratar a los profesores de apoyo para los alumnos
más necesitados; no hizo nada para evitar que el gueto y la inmigración
influyeran negativamente en el rendimiento académico de los chicos. Prometió
luchar contra la indisciplina en las aulas elevando la figura de profesor a
autoridad, pero no tomó ninguna medida concreta para favorecerlo. Más bien
empezó un discurso de desprestigiar a los maestros llamándoles “clase privilegiada” y “pandilla de vagos”. Los padres más pudientes empezaron a sacar sus hijos del sistema
público para evitar su fracaso escolar. Empresas próximas a los mandamases
madrileños vieron la oportunidad para montar sus escuelas privadas, con fondos
públicos. Y el último empuje lo dio Esperanza Aguirre provocando el enfado de
los profesores al responsabilizarles del fracaso escolar porque son vagos. Vamos,
que trabajan menos que el celebro de un político madrileño. Y el deterioro de la imagen de los maestros
llegó con la marea verde.
Ver un maestro manifestándose por las calles
madrileños provocó un shock para el gran público que asume que los maestros
forman parte de una clase privilegiada porque cobran más y trabajan menos. Los
políticos madrileños ordenaron a las fuerzas públicas hostigar la marea verde,
y los maestros fueron considerados como unos gamberros urbanos, lo que
deterioró más su imagen ante los alumnos y provocó la indignación de los
padres. Esperanza Aguirre llegó a acusar públicamente a los maestros de
enriquecerse ilegalmente con la venta de las camisetas verdes sin pagar el IVA. A los maestros madrileños no les quedaron más
que dos opciones: retirarse antes de una derrota humillante o radicalizar el
conflicto.
Hoy por hoy, la voz de los maestros
madrileños está completamente apagada. La privatización de la educación ya no
tiene ninguna objeción. ¿En qué fracasaron
los maestros? Los maestros
madrileños no supieron relatarnos su problemática en términos más comprensibles
para el común de los mortales. Muchos madrileños no llegaron a simpatizar
con su causa porque nadie les explicó dónde estaba el problema. En cambio, el
mensaje de Esperanza Aguirre era simple y provocaba empatía inmediata: con lo
que nos está cayendo en España, los maestros son un colectivo que tiene un
puesto de trabajo garantizado; tienen más vacaciones que los demás
trabajadores; tienen un sueldo por encima de la media española; trabajan menos
horas semanales y no tienen desgaste físico. No resulta fácil desmentir un argumentario tan simple, por muy falso
que sea.
Acostumbrados a preguntar lo que ya saben, los maestros pensaron
que todo el mundo iba a saber distinguir entre manipulación, falsificación y
verdad. Se equivocaron y fueron derrotados por la presidenta Esperanza Aguirre,
a pesar de que sus reivindicaciones tenían una base sólida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario