En los ambientes socialistas circula un rumor
según el cual los nuevos dirigentes del PSOE no quieren que el ex presidente
José Luis Rodríguez Zapatero aparezca públicamente ante militantes y
simpatizantes porque se le considera traidor de los principios socialistas. Por
eso se le ha dado carta blanca al ex presidente Felipe González para que opine
lo que le da la gana y cuando le da la gana.
Es indudable que ZP fue superado por esta crisis
económica que sigue arrasando en España. Primero negó su existencia, después
tomó mediadas erróneas como el Plan E, y finalmente aceptó tomar medidas
impopulares que enviaron el PSOE a la noche más oscura. Presionado por la
alemana Merkel, supuestamente apoyado por el francés Sarkozy que le traicionaba
cada dos por tres, ZP fue acorralado por el Partido Popular que, finalmente,
ganó las elecciones generales con mayoría absoluta.
No cabe duda de que en materias económicas el
gobierno de ZP fue un desastre. En
cambio, en
materia social, ZP arriesgó mucho y acertó en todo:
La
ley del matrimonio entre personas del mismo sexo (2005) normalizó
las relaciones homosexuales y desterró el lenguaje homófobo. Términos tan
socialmente hasta entonces aceptados como “maricón” se reservan a los
humoristas atrevidos. Los padres ya no sienten vergüenza por la orientación
sexual de su prole.
La
ley de igualdad efectiva de mujeres y hombres (2007) propició la
promoción de la mujer en el sector público (la famosa ley de paridad),
oficializó la repugnancia hacia el machismo y facilitó la educación en igualdad
de género porque “no todos somos
todas” como reza una inscripción universitaria en el Campus Unamuno
de Salamanca (hacia el puente de la universidad). Hoy por hoy, sólo “el hombre
de la caverna” es el único que sigue considerando a la mujer en inferioridad de
igualdad.
La
ley de dependencia (2006) corrigió muchas injusticas tanto al nivel del lenguaje como al
nivel socio-familiar que impedían personas con discapacidad competir al mismo
nivel que el resto de la sociedad. Aunque parezcan mentiras, antes de la promulgación
de esta ley, término como “subnormal” o “inválido”
eran coloquialmente aceptados. Gracias a esta ley de ZP, casi todo el mundo
acepta que tener una incapacidad no invalida para competir con los demás.
Gracias a la campaña que hizo el gobierno de ZP, somos conscientes que un país
que se aprecia debe facilitar recursos
de todo tipo para que personas con discapacidad vayan conquistando autonomía
individual.
No
es lo mismo PP que PSOE. Ni en materias económicas, ni en materias sociales. El PP recurrió
la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo ante el Tribunal
Constitucional. El PP ha retirado la financiación que acompañaba la ley de la
dependencia. Y muchas Comunidades autónomas gobernadas por el PP están
retirando la asistencia a las víctimas de la violencia de género. Y me parece
que el milagro económico que pregonaban los dirigentes populares está tardando
en llegar. Así que creo que no es lo mismo el PP que el PSOE, y no deben ser lo
mismo. Cada partido político defiende su ideología, y cada votante tiene derecho
a votar al que le convenza, aunque después se sienta traicionado.
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