miércoles, 6 de julio de 2011

“Fuera del barrio”

La indignación del barrio de Lavapiés (Madrid) impidió, ayer, que la policía nacional acosara a los inmigrantes tal como viene haciéndolo. Conocíamos casos de policías que van de paisanos en Metro Madrid para acosar fundamentalmente a los inmigrantes de piel oscura: Plaza de Castilla, Aluche, Oporto,… más de una vez me he encontrado con un control policial en el suburbano madrileño y sólo pedía a papeles a negros, árabes y latinoamericanos de piel oscura. Al principio decía: “algo habrán hecho”. Pero cuando ví la frecuencia de esos controles empecé a mosquearme. Cuando Caritas denunció que la policía se colocaba a la entrada de los comedores sociales para pedir los papeles a los inmigrantes, todo empezó a encajar: ZP pasó de la regularización masiva al acoso policial sin pestañear, y eso me duele profundamente. Me duele porque llegué a confiar en él. Ahora no pediría ni un solo voto para sus actuales políticas. Entiendo que IU extremeña apoye al PP porque lo malo por conocer a veces es mejor que lo malo conocido.

Es vergonzoso. Un peruano, casado con una española y que tiene nacionalidad española me comentó, hace poco, que estaba harto de que la policía nacional le pidiera los papeles sin haber hecho nada y sin encontrarse en “lugares conflictivos”. Se extrañaba que cuando va con su mujer y su niña nadie le pide la documentación. Por ese motivo sospechaba que esos controles policiales tienen un carácter racista. Ayer quedó patente en el barrio madrileño de Lavapiés.

En la reunión de los indignados de mi barrio oí el mismo comentario, y un vecino de “piel blanca” propuso que en el momento que nos enteremos de esos controles sospechosamente racistas avisáramos a los vecinos para que acudieran y fueran testigos del acoso de los chicos de Rubalcaba. Ayer fue el día. Muchos hemos visto cómo los vecinos expulsan de su barrio policías armados hasta los dientes. Policías que, en lugar de proteger a los más indefensos, les persigue manu militari. Policías nacionales que son capaces de entrar en el Metro Madrid para detener, supuestamente, un chico que pretendía coger el Metro sin pagar. Cosa que me extraña, pues el número elevado de los vigilantes de seguridad que están en cada boca del Metro no permite que la gente se cuele fácilmente. Además no creo que el pueblo español pague a los policías para que se dediquen a juguetear en el Metro, con la cantidad de delitos que se comenten en los despachos de lujo.

En la última marcha de mi barrio, un señor me estuvo demostrando cómo sobra policía. “A ver si llega el PP y recorta tantos gastos inútiles”, me comentaba una señora convencida de que en España hay muchos efectivos de la policía nacional. Razón no le falta. Si la policía se dedica a perseguir a los inmigrantes que no tienen papeles, si la policía es rechazada por el pueblo, si la policía está perdiendo su prestigio ante la ciudadanía es porque algo no va bien. Siempre decía a los extranjeros que si se perdían por la calle solicitaran información a la policía. Tal como está la situación, hoy por hoy no le daría ese consejo a nadie. “Si ves un policía español, desconfía porque igual te detiene”.

Felicito a los vecinos del barrio de Lavapiés y me asumo a sus reivindicaciones:"Somos vecinos, no somos delincuentes". "Vergüenza, vergüenza". "Fuera del barrio". Si alguien se ha perdido la noticia, la puede consultar en este enlace del periódico “Público”: http://www.publico.es/espana/385511/vecinos-de-lavapies-impiden-una-redada-contra-inmigrantes.

sábado, 2 de julio de 2011

Atrapado por el capitalismo

El socialismo occidental está atrapado por el capitalismo triunfante y sin remordimientos. Los analistas afirman que la actual crisis económica tiene su origen en las ambiciones del capitalismo occidental de ganar todo a costa de todo. Paradójicamente, para salir de esta misma crisis, el capitalismo exige la desaparición de los gobiernos socialistas. En Reino Unido, en Portugal y otros países europeos, el socialismo ha cargado con las culpas que no son suyas. En EE.UU, en Grecia y en España, los gobiernos socialistas están asfixiados. Siguen tomando medidas dictadas por los causantes de la crisis para salir, supuestamente, de esta misma crisis. Instituciones como FMI que no fueron capaces de prevenir el desastre se sienten legitimadas para proponer la solución. Banqueros que dejaron hundirse el sistema están exigiendo soluciones inmediatas. Mientras tanto, los gobiernos que no causaron esta crisis no saben qué hacer para limpiar tanta basura.

En España, ZP ha perdido todo su apoyo popular porque está tomando medidas propias de un gobierno de derechas. Tal vez por eso los socialistas españoles creen que lo mejor sería poner fin a esta agonía política y anticipar las elecciones. Todo apunta que el Partido Popular llegará al poder, a pesar de que no ha revelado sus proyectos político-económicos. Es popular la imagen de Mariano Rajoy en una tumbona, a la espera de que Zapatero se hunda en las aguas capitalistas. “Yo mañana me voy a poner a trabajar”, declaró Rajoy en mayo pasado después de arrasar en las elecciones municipales. En realidad, la victoria del Partido Popular se debe al descontento de los izquierdistas que se niegan a votar a un socialista que actúa como capitalista, brazo ejecutor de las medidas más conservadoras jamás tomadas en España. Al que los medios de derechas llamaban “izquierdista radical” está tomando medidas propias de la extrema-derecha. El mundo al revés. Si ZP sabe que todas las medidas que ha tomado para levantar la economía española no han hecho más que aumentar la cifra de los parados, ¿a qué espera para cortar esta hemorragia convocando las elecciones? ¿Qué interés tiene en conservarse en el poder si sabe que no va a salvar nada? Muchos pensamos que ZP ha tenido mala suerte de gestionar una profunda crisis económica que ha empañado todos sus logros sociales. Es una pena que sea recordado por cinco millones de parados, cuando propició nuevos derechos en la sociedad española como el matrimonio gay, la ley de igualdad entre hombres y mujeres, la promoción de personas con discapacidad, la alianza de las civilizaciones y la palabra antes que el disparo. “No nos falles”, le dijo un joven que veía en su elección un soplo de aire fresco. “No nos representas”, le están gritando los indignados. De esperanza a la indignación, tan solo un paso.

viernes, 24 de junio de 2011

La representante de los indignados

Los indignados dicen que no tienen portavoces porque el pueblo se representa a sí mismo. Al menos es lo que dice la Constitución española: “todos los poderes emanan del pueblo” porque “la soberanía de la nación reside en el pueblo”. Pero los manifestantes quisieron entregar su soberanía a una señora mayor que asomada al balcón de su casa cerca de Atocha lanzaba besos cariñosos a los indignados. Ellos pararon la marcha, la dedicaron varios piropos y repetidas veces la dijeron: “Tú, sí que nos representas”. Sucedió el pasado domingo 19 de junio 2011 en las cercanías del Museo Reina Sofía.

Los indignados madrileños recorrieron todos los barrios pidiendo a los dirigentes políticos que no fueran rehenes o animadores de los banqueros que no cesan de engordar sus cuentas corrientes. Los políticos han caído en la trampa del capitalismo salvaje, y parecen estar convencidos cuando afirman que “el mercado exige reformas laborales”, que el Fondo Monetario Internacional exige más flexibilidad en los contratos laborales. Recordemos que el Fondo Monetario fue inventado por Occidente para proteger su economía. De hecho, la constitución de esta institución dice que su director debe ser siempre europeo. Ahora sus dueños occidentales están bebiendo de su misma medicina. Se ven en la obligación de aplicar lo que han estado recetando alegremente a los países en vía de desarrollo. Además, se ve que economías que parecían fuertes se están hundiendo ante el asombro de todos. Grecia está en bancarrota. Irlanda y Portugal han estado a punto de hundirse. Los especuladores capitalistas no dejan de zarandear la economía española para ver si se cae. Bélgica e Italia están en el punto de mira. Europa se ha dividido en los vecinos ricos del Norte y los vecinos pobres del Sur. Hay quienes han empezado a cuestionar las bondades de la moneda única.

sábado, 18 de junio de 2011

Las instituciones políticas en España

Tenemos muchas instituciones políticas en España. 19 estatutos de autonomía, de los cuales 17 corresponden a las Comunidades Autónomas y 2 a las ciudades de Ceuta y Melilla. 50 provincias, más de 8.000 ayuntamientos. Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica Vasca, Policía Autonómica Catalana y Policías Locales. Ejército de Tierra, Mar y Aire. No entiendo porqué hay quienes se sorprenden del elevado gasto del estado español.

No es raro encontrarse con una oficina custodiada por dos o tres cuerpos de seguridad: un policía, más un guardia civil, más un vigilante de seguridad. ¿Es necesario malgastar los recursos estatales de esta manera? Hace tiempo que no paso cerca del Palacio de Oriente en Madrid. Creo recordar que el palacio estaba custodiado al mismo tiempo por la Guardia Real, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local y una brigada de bomberos.

La Casa Real, la Presidencia del Gobierno, las Presidencias de las Comunidades Autónomas. El Senado, el Congreso, las Asambleas autonómicas, las Diputaciones provinciales y los órganos municipales. Gran parte de estos “órganos” no hacen nada más que repetir lo que han hecho los otros. ¿Qué hace un diputado provincial? ¿Qué hace un diputado autonómico que no podría hacer un senador o un diputado nacional? ¿Es realmente necesario el Senado, cuando lo único que hace es dar visto bueno a lo que dice el Congreso? Si la disciplina del voto obliga a los diputados a votar lo que manda el partido, ¿para qué se necesita 350 diputados? Muchos gastos del estado español no tienen justificación.

Estoy de acuerdo con Felipe González cuando aboga por unificar los ayuntamientos y reducir el gasto público. No puede ser que haya varios cuerpos de policía, con sus correspondientes mandos, cuando se podría unificar y optimizar los recursos personales y materiales. El Estado español no puede soportar el gasto de tantos políticos que no se sabe muy bien a qué se dedican realmente: concejales en los ayuntamientos, diputados provinciales, diputados autonómicos, diputados nacionales y senadores. Por muchas reformas laborales que se haga, por muchos recortes en las inversiones públicas que se lleve a cabo, por tantos bandazos que se sigue haciendo, no se podrá equilibrar el gasto publico si no se revisa la función de la clase política y las instituciones creadas a su imagen y semejanza.

Me parece que lo más cómodo es cerrar el grifo de las becas, cortar la financiación a los investigadores, quitar las ayudas a los parados de larga duración, olvidarse de aquellos que tengan algún tipo de dependencia o discapacidad. Es indignante que el estado se gaste tanta pasta en las instituciones “innecesarias” y se dedique a marear a quienes solicitan una ayuda porque tienen un familiar con dependencia. Es indignante que unos pasen hambre mientras otros tienen tres sueldos y les parezcan normal. El que no se indigna es porque no quiere.

sábado, 11 de junio de 2011

Democracia real

Casi todos los llamados comentaristas o analistas políticas de los medios de comunicación rechazan la exigencia del Movimiento 15 M de la “democracia real”. Es cierto que no se puede comparar el tipo de democracia que tenemos en España con la democracia de muchos países. La participación ciudadana española es activa, aunque las normas intentan proteger los grupos de poder.

Parece que hace tiempo los grandes partidos políticos se pusieron de acuerdo para apropiarse de los instrumentos del poder a través de la ley electoral. Siendo legal, esta ley electoral es injusta. De hecho, el M15M propone su cambio porque no todos los votos valen lo mismo en España. Y esto es un fallo muy grave de la democracia. Los votos de IU valen menos que los votos del PSOE o del PP. Si a este fallo escandaloso añadimos que los partidos políticos nos exigen votar listas cerradas, la soberanía popular se reduce a la mera expectación. Si en una lista del PP hay un candidato al que yo no quiero dar mi voto, no puedo hacerlo. Si quiero que mi voto vaya al PP, sí o sí tengo que votar toda su candidatura. De lo contrario, se me obliga a no votar al partido que quiero. En las últimas elecciones de los eurodiputados me vi en esta encrucijada, y acabé por no ir a votar. De modo que la democracia española puede ser mejorada, tal como afirma el M15M.

Difícilmente se puede decir que el poder es servicio. Si así fuera, ¿cómo se explica tantas batallas para conseguirlo? Si los políticos sudan tanto para conseguir el control de las instituciones, no es por sus ganas de servir a los ciudadanos. Todo apunta a que muchos de ellos buscan conseguir intereses personales. Finalmente, como canta Alpha Blondy, un dirigente elegido una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces: se convierte en dictador. “le président élu une foi, élu deux fois, élu trois fois, élu quatre fois : ça devient de la dictature”.

sábado, 4 de junio de 2011

¿Indignado? Por supuesto que sí

Como lo local es globalizable, me permito afirmar que los llamados valores tradicionales occidentales están atravesando una profunda crisis. De todas formas se veía venir. Dios fue expulsado por los intelectuales científicos con la intención de que la razón ocupara su sitio. Pero el reinado de la razón duró muy poco. El “carpe diem”, en sus distintas versiones, no tardó en decretar la muerte de la modernidad, el fin de los grandes relatos, la futilidad de las ilusiones y la prohibición de prohibir. Aún así, la situación parecía romántica si no fuera porque los oportunistas empezaron sus conquistas lentas pero letales. Dieron conciencia a las almas que deambulaban pacíficamente en las plazas públicas; predicaron que vivir bien no es ningún pecado; sugirieron que la única aspiración que vale la pena es tener mucho dinero y vivir a pierna suelta. Ahora todos estamos embaucados, con el agua llegándonos al cuello y las facturas desbordando nuestros buzones de correo. Nos damos cuenta que hemos caído en la trampa del consumismo pero no tenemos salidas. Nos escandalizan mil personas acampadas en nuestras plazas públicas reclamando mejoras económicas, pero no nos indignan que cinco millones de parados estén arruinados. Nos parece normal que un político con tres sueldos hable en nombre de los sintechos. Nos parece católico que un Papa prohíba utilizar los preservativos en lugares donde el Sida está arrasando, y no nos indignan que el mismo Papa sea compasivo con sus chicos pederastas porque la sociedad está montada así: trincar lo que sea es lo ideal. Sus cachorros se juntan para prometer la virginidad hasta el matrimonio, pero al día siguiente los servicios de limpieza se escandalizan de tantos preservativos en los cubos de basura. Pareciera que el orgasmo espiritual provoca orgías sexuales.

Es cierto: donde unos bendicen, otros maldicen. España vende piezas para reparar los aviones militares del coronel libio, pero al mes siguiente envía sus pilotos para destruirlos. Estados Unidos se une con Europa para defender al pueblo libio, pero sus barcos militares no socorren a los refugiados libios que mueren ahogados en el mar mientras las cámaras de última generación graban su último suspiro. ¿Qué más da? ¿Alguien se escandaliza por eso? Somos Occidente, “el puto amo del mundo” como diría el otro. Al enemigo de Estados Unidos se le pega un tiro y se le lanza al mar sin juicio. ¿Y qué hacer con el enemigo del pueblo árabe? ¿Qué hizo Alemania con Hitler? Reírle las gracias hasta que se vio de rodillas, bebiendo sangre humana en vaso de diamantes. ¿Qué hace España con los cachorros hitlerianos que están naciendo en todos los sitios? Nada. El derecho de expresión pareciera ser más importante que el derecho a la vida. Además en Occidente tenemos lágrimas suficientes para derramar cuando el racismo empiece a dinamitar algunos pueblos catalanes.

Al final tendré que dar razón a quienes creen que los dirigentes occidentales son oportunistas, y que la civilización occidental es profundamente hipócrita, violenta, anti-humana. Tiene facilidad para afirmar una cosa y negarla al mismo tiempo. Trafica con seres humanos para abolirlo después (trata de negros). Provoca guerras mundiales para montar, después, la organización de las naciones unidas. Forma militarmente a Bin Laden o a Sadam Hussein, para eliminarlos después. Recibe al coronel libio en sus palacios para, llegado el momento, cargarse a dos de sus hijos. Construye una escuela infantil en una aldea congoleña para que sea destruida, meses después, con una bomba fabricada por ellos mismos. Eso sí, es necesario que en la escuela haya alumnos para que pueda ser destruida. Lo malo para Occidente debe ser lo malo para todo el mundo. Sin embargo, a mi me cuesta diferenciar las actuaciones policiales de Egipto de las actuaciones de los mossos en Catulanya contra los indignados del 15 M. Lo nuestro es bueno, lo de ellos es malo. Así, los llamados valores tradicionales occidentales seguirán atravesando una profunda crisis. En términos eclesiásticos, quienes necesitan evangelización no son los pobres de Santo Domingo sino los dirigentes occidentales. Por eso algunos dicen que es un insulto a la inteligencia el hecho de que haya quienes pretenden universalizar los valores occidentales. Acepto la autocritica. Como diría Bob Marley, “Occidente es un mundo de ratas”, un mundo de lujos y miserias; de limusinas con gente pidiendo limosnas, de rascacielos y sintechos que duermen en los cajeros de bancos; de palacios municipales en Cibeles y chabolas en Entrevías (Madrid), de una dirigente castellanomanchega con tres sueldos y cinco millones de parados. ¡Sobran motivos para indignarse!

sábado, 28 de mayo de 2011

Detención de negros en Metro Madrid

Jueves 26 de mayo 2011. Metro Oporto. 23H40. Policías colocados estratégicamente sólo piden papeles a los inmigrantes negros. Estoy seguro que el futuro candidato socialista a la presidencia del gobierno dirá que los controles de sus chicos no son racistas. Pero los inmigrantes no le creemos. Los que ayudamos a los inmigrantes no le creemos. Tenemos buenos recuerdos del Sr. Rajoy cuando era ministro del interior.

Me envían una carta al Director de Carolina Benítez Cuero publicada en “20 minutos” (26/05/2011). Dice así:

"Salir por las calles de Madrid, desplazarte en transporte público, renfe o metro, se ha convertido para mi esposo, y para muchos inmigrantes africanos en una auténtica misión imposible.
En lo que va de mes lo han parado para pedirle su documentación 6 veces, ayer concretamente 2, y eso que entramos legales y continuamos legales.

¿Será xenofobia?, ¿racismo?, ¿efecto de la crisis? ¿síndrome pre/poselectoral?, no lo sé, pero la discriminación se palpa a flor de piel según pude ver el martes en la estación de Embajadores y en la de Leganés, únicamente paran a negros...

Los que estamos en situación regular, ¿qué hacemos? ¿nos decoloramos? Y sigo pensando... qué será, será".

Recordad que:
"Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde".

¿Por qué no te indignas?

viernes, 27 de mayo de 2011

DOMINIQUE HABIYAKARE

Carta a Dominique Habiyakare, Doctorado en Teología el 25 de mayo 2011 en la Universidad Pontificia de Salamanca: "De la mesa común y eucarística al "gusangira" en Ruanda. Desde Corintios y Gálatas"
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Monsieur l’Abbé Dominique,

Es la segunda vez que leo tu trabajo, y he de decir que ha sido un placer. Hace varios años leí también tu tesina. Sin duda en tu actual trabajo se nota la profundidad de tu investigación. Como ya sabes, algunos autores que citas en tu trabajo yo también los consulté durante mi estudio sobre “la inculturación de la vida religiosa en la cultura bantú”, estudio que no llegué a terminar por motivos que bien conoces y que aparqué definitivamente en 2004.

Había leído otras tesis sobre la evangelización de nuestros pueblos, y por supuesto he seguido con mucho interés (y a veces cabreo) toda la literatura que se ha publicado a raíz de nuestra guerra (1990-1994). En mi opinión, muchos de esos escritos son tendenciosos, por no calificarlos de basura. No se debería escribir desde el rencor o el temor, así como tampoco se debería escribir para justificar ciertos comportamientos. Cuando los escritos claramente ideológicos quieren ocupar toda la parcela de la verdad, la investigación académica sufre mucho. Por eso alabo tu trabajo porque no has entrado en lo que todo rwandés esperaría: condenar o intentar justificar los acontecimientos de 1990-1994. De hecho, si no se hubiese producido la guerra de Rwanda, tu estudio seguiría teniendo sentido.

Veo que realmente has estudiado el principio del encuentro entre el misionero y el rwandés. Normalmente los estudiosos de esta época carga la responsabilidad al hombre blanco que creía poseer la verdad y que no dudó en descalificar nuestros ritos y condenarlos al olvido (aunque nuestros padres seguían practicando los ritos de sus antepasados en secreto). Tú atribuyes la superficialidad de la evangelización tanto a los rwandeses que no se abrieron como a los misioneros que no quisieron o no pudieron entender el imaginario rwandés, un pueblo que se consideraba superior a todos sus vecinos, con las victorias militares del rey Rwabugiri en las vísperas de la colonización/evangelización. De hecho, el dicho era que “Ruanda conquista pero nunca es conquistado” (un poco de arrogancia pero apoyada en el hecho de que el ejército ruandés era invencible). Los mismos colonizadores no llegaron a someter la voluntad de los ruandeses. Los ruandeses no se enfrentaron con armas a los misioneros y colonizadores como hicieron algunos pueblos; su relación con el hombre blanco no fue muy conflictiva pero fue muy superficial. Es propio de una cultura hermética.

Algunos europeos llegaron a pensar que los rwandeses son mentirosos porque no dicen la “verdad europea”. Fíjate: el otro día se lo reproché a la mujer de mi sobrino porque me decía que después de la Misa mi sobrino había ido a visitar “alguien”, “en algún lugar” y que iba a llegar a casa en “cualquier momento”. Ese lenguaje sigue siendo habitual en Rwanda. No detallar la información sigue siendo la consigna en los ambientes populares. Entiendo que los misioneros no iban a captar toda la sabiduría ruandesa porque a parte de las dificultades del idioma, el ruandés es muy reservado, probablemente por el instinto de supervivencia como tú dices.

Estudiando los 6 elementos fundamentales de nuestra cultura, sobre todo revelándolos a los extraños, entiendo que te has ganado la desconfianza de tus hermanos ruandeses en tu futura relación con ellos porque no eres de fiar (es una broma). Quiero decir que no has querido maquillar o manipular la realidad como hacen algunos. Incluso me sorprende el análisis que haces de KUNYWANA (pacto de sangre). Hasta ahora todos los estudios destacaban su nobleza. Pero tú demuestras acertadamente que es un instrumento más del poder y que necesitaría mucha purificación.

A mi modo de ver, el análisis de los refranes y mitos fundacionales es muy acertado. Tuve la suerte de tener un vecino que sólo hablaba con refranes y era al mismo tiempo respetado como un erudito y temido como alguien que domina los espíritus a través de la palabra. No cabe duda de que la sabiduría ruandesa se esconde principalmente en los refranes populares y en los mitos (más o menos elaborados con interés socio-político). De modo que se puede decir que si entiendes bien los refranes estás en condiciones de entender el imaginario rwandés. Pienso que lo has logrado.

Así como sigo activo en el estudio de la sociedad ruandesa y puedo fijar puntos de vista sin dudarlo mucho, mi acercamiento al estudio teológico es, hoy por hoy, inexistente. De todas formas te diré que me alegra encontrarme con el mensaje del Papa Juan Pablo II durante su visita en 1990. Eres de los pocos estudiosos que se acuerdan que el Papa estuvo ahí, antes de la guerra. Por desgracia, tres semanas después de su visita llegó la guerra y no hubo tiempo para asimilar su mensaje. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. Recuerdo, con cariño, los distintos preparativos, tanto al nivel parroquial como al nivel individual. Estoy seguro que si no hubiera sido por la guerra la sociedad ruandesa habría aprovechado la enseñanza del Papa para dar un paso gigantesco en su acercamiento a Cristo. De todas formas, creo que la muerte de tantos cristianos, y sobre todo sacerdotes y obispos es un testimonio del evangelio, a pesar de que hay quienes se empeñan en echar basura sobre la iglesia ruandesa porque algunos de sus miembros participaron en las matanzas. No entiendo porqué el mal de unos pocos tiene que esconder la bondad de muchos que arriesgaron sus vidas para salvar a los demás, aunque realmente no se pudo salvar a muchos. Desde el principio la jerarquía ruandesa dejó claro que todo aquel que hubiera participado en las matanzas sería llevado ante los tribunales. El mismo Papa Juan Pablo II se expresó en los mismos términos. De modo que no tiene sentido seguir arrojar la sombra de la sospecha sobre la iglesia, cuando muchos de sus miembros murieron en manos de unos y de otros. Por eso pienso que hablar de la evangelización del pueblo ruandés sin rencor ni arrogancia, como haces, es un mensaje necesario para que muchos estudiosos dejen de manipular los hechos. Por eso estoy seguro que tu estudio será una referencia para muchos. Me alegro que hayas tenido la valentía de proponer GUSANGIRA, cuando realmente la mayoría de los estudios proponen KUNENA y “machacar” al contrario. Incluso puedo decir que en las raíces de la crisis económica que estamos viviendo está la falta de GUSANGIRA. Perfectamente se puede proponer GUSANGIRA como una opción pastoral para la sociedad occidental.

En resumen, estos son los puntos que me han resultado interesantes:

1.-La responsabilidad compartida en la evangelización del pueblo ruandés. Normalmente se suele responsabilizar el poco éxito a los misioneros, pero tú concluyes que el pueblo rwandés no se dejó impregnar por la luz del evangelio.

2.-Todo el mundo sabe que los misioneros no entendieron la cultura que querían evangelizar. Demostrar qué es lo que debieron entender (GUSANGIRA) es lo que hace que tu estudio sea original (a mi modesto modo de entender).

3.-Proponer GUSANGIRA como elemento dinamizador de la vivencia del evangelio es algo novedoso. No conozco estudios que vayan en este sentido, al menos hasta 2004 que es cuando dejé de investigar sobre la “inculturación de la vida religiosa en la cultura bantú”.

4.-No te dejas influenciar por los acontecimientos de 1990-1994 que nos marcaron a todos y muchas veces condicionan nuestra forma de pensar. De hecho, aunque no hubiéramos pasado por la guerra fratricida, tu tesis seguiría teniendo sentido.

5.- Para captar el imaginario ruandés siguen siendo necesarios los refranes y los mitos fundacionales. Con todos los respetos, dudo que aquellos que no han mamado la cultura ruandesa puedan analizar con brillantez nuestros refranes como haces tú. Aunque yo mismo estudié algunos en la escuela secundaria, hoy por hoy no sería capaz de analizarlos como haces. De modo que admiro el enfoque que les das.

martes, 24 de mayo de 2011

La derrota electoral del PSOE


Tras su derrota electoral, los dirigentes socialistas afirman haber entendido el mensaje de su electorado, pero no dicen qué mensaje. No creo que el electorado socialista culpe al gobierno socialista de la actual crisis económica. Lo que no comparte es la gestión de la crisis; no haber hecho nada para aliviar la situación de los parados de larga duración. Sabiendo que el electorado socialista es exigente y no vota cualquier cosa, lo inteligente hubiera sido una campaña al estilo norteamericano: contacto directo con la militancia (no durante un meeting), escuchar las preocupaciones personales (no sociales) y dar una palabra de ánimo a los compañeros que han sido atrapados por esta crisis.

Los cargos del partido no han sabido fidelizar el voto de sus compañeros. Me decía un colega salmantino que no sabía quiénes eran los diputados socialistas al nivel nacional. No es normal que los salmantinos no sepan quiénes son sus representantes en la cámara estatal. Seguro que Juanes y Caldera tienen obligaciones nacionales que les impiden estar presentes en las reuniones de sus agrupaciones en Salamanca. Pero si no trabajan los votos, pronto dejarán de tener esas obligaciones. Si se quiere ganar, no se puede pretender representar a quienes no conocen. No basta un par de meeting para conseguir el voto. El electorado socialista no vota por disciplina: vota los proyectos. Y francamente en estas pasadas elecciones no había ningún proyecto socialista que llamara la atención.

A algunos dirigentes se les nota el plumero. Dice el extremeño Fernández que no necesita estar en la presidencia de la Junta, y que va a solicitar su vuelta a la medicina si IU no le presta sus votos para gobernar. Muy bonito. Encima con chantajes. Sus palabras suenan como que estaba allí por el poder, ¿no? Yo siempre he pensado que el que pierde se va a la oposición para prepara la próxima victoria: no se resguarda en sus antiguos refugios. O sea que las victorias tienen padrinos, pero las derrotas son huérfanas. Encima que no ha ganado, pretende que alguien asuma su fracaso. Así les van en Madrid, en Galicia, etc. Los que no son elegidos no quieren estar en la oposición porque allí hace mucho frío. Entiendo que si un político me pide confianza y se la doy, antes de dimitir debería preguntarme si estoy de acuerdo. Porque mi voto no es gratis.

sábado, 21 de mayo de 2011

¿Votar ahora?, no gracias

Los políticos dicen que votar es celebrar la fiesta de la democracia. Pero teniendo en cuenta la cantidad de alcaldes y concejales que han tenido que sentarse en los banquillos de los juzgados, votar puede ser entregar nuestras ilusiones en manos de unos manipuladores, oportunistas y mentirosos que se ríen de nosotros y sólo quieren engordar sus cuentas bancarias. En muchos casos, ayudar al pueblo se convierte en despojarle de sus ilusiones.

No puedo votar porque no sé a qué votar. Yo no voto a personas, voto los proyectos. Y francamente en esta campaña nadie me ha propuesto nada. Camps quieren tener un español en La Moncloa, como si ZP fuera extranjero. Además dice que si el pueblo le otorga la mayoría absoluta, los jueces no se atreverán a sentarle en el banquillo de los acusados. En esto sí que estoy de acuerdo con él. La Constitución española dice que la justicia emana del pueblo y se ejerce en el nombre del rey. Si el pueblo confía en Camps es porque le cree inocente.

No puedo votar porque si ZP acusa a sus adversarios de defender que los inmigrantes apestan pero azuza a la Policía Nacional para aumentar los controles de los extranjeros en las bocas del Metro y en los comedores sociales, me deja confuso. Si ZP defiende la dignidad de los inmigrantes, lo primero que tiene que hacer es dejar de acosarlos con la policía. De lo contrario, su discurso chirría.

No puedo votar porque a Rajoy todo le parece bien. Se niega a dar entrevistas; defiende lo que no cree; se deja mangonear por sus próximos; pretende hablar al mismo tiempo en nombre de los cinco millones de parados y de los tres sueldos de De Cospedal. Su discurso chirría.

No puedo votar porque no sé a qué se dedican los diputados europeos, los diputados de las Comunidades Autónomas, los diputados provinciales, los concejales de los ayuntamientos, etc… Si alguien sabe a qué se dedica un presidente de una autonomía, que me lo diga. Porque oigo Esperanza acusando a ZP de no crear empleos. Si el presidente del gobierno central es el único que crea empleos, soluciona problemas, entonces no me queda más remedio que esperar el año que viene para ir a votar. Es más: la derrota de unos puede ser la salvación de otros. Todos los estrategas saben que las elecciones se ganan a partir del mismo momento en que se pierden.