domingo, 9 de enero de 2011

Reflexiones para el compañero Zapatero

Cuando ZP declaró en la cámara baja que iba a llevar a cabo las reformas económicas, le costara lo que le costara, no se estaba dirigiendo a la oposición sino a su electorado. Y así se entendió. A partir de ese momento, los pasos hacia el divorcio entre ZP y sus simpatizantes se intensificaron, tanto que hoy su electorado no sería movilizado por su discurso sino por las actuaciones de Rajoy. Es decir que sólo el rechazo a las políticas del Partido Popular puede movilizar el electorado socialista. Pero esperar este milagro es un poco ingenuo, más que nada porque Rajoy no se caracteriza por rabiar al adversario. De hecho, antes de que sus estrategas le aconsejaran –acertadamente- permanecer en la tumbona a la espera del suicidio social de ZP, Rajoy ya era ambiguo en sus posturas. El único titular que da es que no hay titular. Recordamos su moda de grabar en un video casero sus mensajes y distribuirlos a las agencias de noticias. Si alguna vez ofrece una rueda de prensa, no admite preguntas de los periodistas. Ha asumido la postura real: no implicarse en los asuntos de actualidad le ahorra disgustos. Lo más llamativo es que sus adversarios políticos, sabiéndolo, no sean capaces de elaborar una estrategia que le obligue a levantarse de la tumbona y mojarse en las aguas turbias que se expanden por el territorio nacional.

El fracaso actual de los estrategas del PSOE merece un monumento. Se dan cuenta que van perdiendo los votos pero no diseñan ningún plan. Quitan del gobierno a la vicepresidenta, la única que seguían gozando de la simpatía de los militantes, pero sólo consiguen atraer la atención durante un día. Eliminan a los ministerios de la igualdad y de la vivienda, los únicos que conservaban su carácter social y no gastaban mucho dinero. Hacen un guiño a la izquierda con el nombramiento de Rosa Aguilar con un discurso ya agotado. Estimulan las especulaciones sobre la sucesión de ZP para ahorrarle el desgaste, pero Rajoy responde que le da igual quien suceda a ZP porque la política del PSOE es económicamente liberal, por tanto, anti-social. ZP se arropa de ministros que, aunque puedan ser buenos gestores, sus discursos en los meeting son como las homilías de muchos curas: puro trámite. Apremia a los “perdedores”: Trinidad que perdió frente a Gallardón y frente a Gómez; Pajín que no pudo con las agrupaciones socialistas; Miguel Sebastián que fue arrasado por Gallardón; o Aguilar que abandonó la alcaldía de Córdoba sin justificarse ante su electorado. En fin, el único ministro que sigue teniendo un discurso creíble para los suyos es Blanco. El resto, ni con sus excesos gestuales son capaces de llamar la atención en un auditorio. Seguro que son buenos gestores. Pero no son buenos oradores públicos. Rubalcaba (con quien discrepo sobre su política de identificación policial y masiva de los pobres inmigrantes [pobres en ambos sentidos] y no entiendo porqué demonios tiene que hacer una política inmigratoria propia de un partido conservador. ¿Es que no se da cuenta que ha conseguido meter miedo a los ilegales con sus controles policiales que, a veces, tienen un sello racial-negro en Madrid?) es un buen orador parlamentario pero en un meeting no moviliza al público como Blanco. En los pocos actos electorales en que participó en Catalunya lo atestiguan.

El Partido Popular sabe que España está esperando un salvador y que ese salvador difícilmente puede surgir de las filas del PSOE. Es cierto que Rajoy no entusiasma mucho pero tampoco molesta a nadie. Sólo provoca perplejidad: su liderazgo se alimenta del suicidio de ZP. Los pocos adversarios que tiene están dentro de su partido: Aguirre, Cascos y simpatizantes del aznarismo. Sabe que el PSOE no tiene líder. Sabe que Pajín no pudo organizar las agrupaciones socialistas. Sabe que Iglesias puede enfriar los ánimos pero no puede entusiasmar a los militantes que se sienten traicionados por la actual política anti-social. Los cargos electos contemplan perplejos cómo peligran sus puestos. Si hay menos diputados y senadores socialistas, si el PSOE pierde alcaldías, no será por los militantes. Los responsables son diputados, senadores, concejales y cargos del partido que no hacen nada para optimizar los recursos de los militantes que aún creen que el Partido (no este gobierno) puede ganar las próximas elecciones. Nadie duda que Alfonso Guerra y Pepe Blanco entendían a sus militantes y los inyectaban una dosis de entusiasmo electoral. Pero ya no están en sus puestos. El discurso de Alfonso suena a tiempos de antaño; la dialéctica de Blanco es ministerial; las declaraciones de Felipe González son a destiempo; y ZP no tiene discurso ante los compañeros que le miran y le preguntan porqué ha cambiado tanto, por desgracia del partido.

viernes, 7 de enero de 2011

El mito de Sísifo (según Albert Camus)

Albert Camus comienza su libro (El mito de Sísifo) afirmando acertadamente que “juzgar que la vida vale o no la pena de ser vivida equivale a responder a la cuestión fundamental de la filosofía”. Casi siempre que solicito una impresión personal acerca de esta afirmación, quienes se encuentran en mi círculo de relaciones reaccionan con rechazo diciendo que no están de acuerdo porque la vida es maravillosa y siempre merece ser vivida. Cuando profundizamos más en nuestra conversación vemos que en ningún momento ellos se han interrogado serenamente sobre el sentido de la vida. Les recuerdo la posibilidad y la crudeza de la muerte.

Coincidimos con la sabiduría popular que dice que los muertos descansan en paz. Aceptamos que el mero hecho de contemplar la posibilidad de la muerte como un descanso eterno redimensiona el sentido de la vida (el que asiste serenamente al moribundo le cierra los ojos mientras susurra el “descanse en paz”). La muerte, o sea, el descansar en paz se convierte en un deseo, una oración, un consuelo. Pero no deja de ser frustrante que no podamos oír y agradecer los mejores deseos de nuestros seres queridos. Cuando los vivos sueltan el “descanse en paz” se rebelan, consciente o inconscientemente, contra la vida terrenal y ponen toda su esperanza en la muerte. Tal vez por eso los cristianos profesan que la muerte es redentora. Posiblemente sea la mejor forma que tenemos para reconocer la fragilidad de esta vida caduca

http://www.arretetonchar.fr/albert-camus-le-mythe-de-sisyphe-andr%C3%A9-comte-sponville/

martes, 28 de diciembre de 2010

La islamización de Occidente

No recuerdo en qué acabó la construcción de una mezquita cerca del lugar que ocupaban Las Torres Gemelas. Tampoco recuerdo en qué acabó la disputa de construcciones de mezquitas en Catalunya. Ni sé en qué acabará la prohibición del uso de la vestimenta musulmana en lugares públicos.

Si no fuera porque estamos en el S. XXI, diría que Occidente está bebiendo su propia medicina. Ayer impuso su religión y su cultura a los supuestos pueblos sin civilizar. No dudó en destruir las culturas indígenas y las religiones tradicionales con la sola excusa de que su religión cristiana era la única salvadora. A los no-católicos se los tachaba de “bárbaros”, “gente sin civilizar”, “gente sin alma”, en definitiva, los paganos. La jerarquía eclesiástica se empeñaba en construir una cristiandad, es decir un solo imperio cristiano. Una vez agotada su oferta salvadora, ahora el turno le toca al islam.

En principio, el islam pretende que los Estados sean islámicos. Además quiere utilizar los métodos que los misioneros católicos utilizaron y fracasaron: arrasar con las culturas autóctonas, imponer su visión como única salvadora, ocupar las plazas públicas y convertirlas, así, en vehículo de su religión y visión del mundo. Cualquier religión que siga esta metodología, tarde o temprano estará condenada al fracaso social. En cambio, la metodología budista está llamada a triunfar. ¿Por qué? Porque respeta las demás culturas.

Pretender prohibir el alcohol o el jamón es un fracaso en sí mismo porque, a parte de que provoca un rechazo frontal, deja tocada la bondad de cualquier religión. Nadie debe obligar al musulmán a comer cerdo o a beber vino. Pero tampoco nadie tiene derecho a prohibirme tomar una caña con una ración de chorizo. Y cuidado con confundir el rechazo a una religión con actitudes racistas. Y mucho cuidado con confundir ofensas con racismo.

Si alguien me manda volver a mi país ofende mi libertad de circulación. Le pediré que me ayude a volver porque no hay mayor deseo que estar con los propios familiares. Puede que vulnere mi libertad de movimiento y de fijar mi residencia donde crea oportuno, pero no estará negando mi ser. En realidad, el racismo es la “negación del ser” al ser humano, considerar al ser humano como no-ser-humano. Actitudes racistas pueden encontrarse en aquel que duda entre salvar un negro y un perro. Aquí, la duda no sólo ofende: es racista. Además actitudes racistas se encuentras, paradójicamente, en todas las sociedades, en todas las religiones, entre blancos, entre negros, entre cristianos, entre musulmanes. Es racismo es un asunto mucho más serio que el miedo al diferente, los estereotipos asumidos, los prejuicios mamados o el egoísmo antropológico.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Perro o negro, ¿a quién salvar primero?

Hace un par de semanas estuve tomando un vino con unos amigos en un pueblo de Castilla y León. De los que estábamos allí, uno estaba muy acongojado. Nos contó, entre lágrimas, que el perro de su nieta había sido asesinado por otros perros y que aún no sabía cómo darle la mala noticia. La verdad es que el asunto era un drama para el abuelo que, minutos después, se tuvo que ir a casa porque no aguantaba tanto sufrimiento. Este hombre no estaba conmocionado por las imágenes del atentado en Irak que la Tele estaba pasando. Estaba triste porque el perro de su nieta había muerto. Cuando se disolvió la mesa del vino, un amigo y yo nos hicimos muchos interrogantes sobre el perro. Nos acordamos de una noticia de hace un par de días que contaba cómo un bombero se había ahogado cuando intentaba salvar un perro que se había caído al río. Nos es que el bombero muriera por irresponsabilidad (yo creo que una vida humana vale más que una vida animal). Lo cierto es que muchos europeos han elevado los perros a la categoría antropológica. De hecho una vez varios africanos y españoles estuvimos discutiendo sobre el asunto:

-“Un perro y un negro se están ahogando en un río. ¿A quién crees que la mayoría de los europeos salvarían primero?”

-“Al perrito, por supuesto. (¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!) Negros hay muchos”, contestó un africano.

-“¿Tan inhumanos nos consideráis?”, preguntó indignado un español.

-“No, es que para muchos de vosotros un perro vale más que un ser humano”, contestó enfadado otro africano.

La discusión se fue calentando un poco, aunque nadie de los que estábamos allí generalizamos ninguna actitud. En otra entrada de este blog ya comenté lo que muchos entendemos por “racismo antropológico”, aquel comportamiento que niega categoría humana al ser negro. A lo largo de la historia muchos blancos negaron que el negro fuera ser humano, al mismo nivel que el blanco. Y creo que muchos blancos siguen pensando de esta manera. A veces sus miradas lo reflejan perfectamente. Aun así, no puedo olvidar que en Rwanda para poder matar libremente a los tutsi se les llamaron “inyenzi” (cucarachas) o “inzoka” (serpientes).

domingo, 19 de diciembre de 2010

MIGNONNE

Au-dessus des villages tropicaux
La nuit tombe, les cases luisent
Les ancêtres se réveillent
Et la jeunesse danse :
C’est l’harmonie des anges.

J’ignore le destin des soldats
Les coordonnées des voleurs
La surveillance des hôpitaux
Le sommeil du soleil :
C’est ton visage qui m’attire.

La moitié de ma vie
S’envole dans tes bras.
Nous dansons à pas répété :
Pas de hâte, l’océan
Du bonheur nous entoure.

Tiens, ma mignonne !
La brise nous caresse
Et tu murmures mon nom.
Dors, ma chérie,
Je veille pour toi,
Tu rêves pour moi.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Mi nuevo relato

Una mujer maltratada decide por fin a sus desgracias mediante un suicidio. Con su testamento en el bolso viaja a Salamanca para despedirse de su amigo de de la infancia. El resto de la historia continúa en el librito “Una de tantas” publicado en la editorial bubok.com. Se puede descargar gratis en http://www.bubok.es/libro/detalles/195713/Una-de-tantas.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

¡Adiós a los 420 euros!

Primero quitó la rebaja de los 400 en IRPF, luego el cheque bebé y finalmente la ayuda a los parados de larga duración. Por el camino se quedó el Ministerio de Igualdad, la Alianza de las civilizaciones, la paz social y la integración de los inmigrantes. El único ministro de trabajo que ha hecho algo útil fue Caldera. Al menos él tenía un discurso sólido sobre los grandes temas como los contratos laborales, la inmigración, etc. Ahora los derechos laborales se someten a los caprichos de los mercados (una mano invisible) y la inmigración es un tema policial. Es difícil encontrar coherencias en las decisiones que ZP va tomando sobre la marcha. Un dirigente sindicalista dijo que parecía “un pollo sin cabeza”, y el socialista Leguina afirma que ha llegado el momento del funeral.

Con el actual clima social, se da por hecho que el Partido Socialista no ganará las próximas elecciones generales de 2012, si es que no se convocan antes. En las últimas elecciones el PSOE ha ido teniendo una victoria electoral muy ajustada, y eso que no contaba con el actual descontento generalizado incluso dentro de su militancia. Siendo muy comprensivo con ZP porque la crisis económica es mundial, nadie duda de que ha traicionado los principios socialistas: abandona el diálogo social, rompe con la clase obrera representada por los sindicatos, abandona a los parados a su suerte, persigue a los inmigrantes en Madrid con controles policiales sin sentido, manda el ejército a Afganistán, no escucha la voz de los débiles de Sahara y por colmo deja huérfana a la militancia socialista. Sin embargo no duda en entregarse a los mercados capitalistas, organizar veladas con empresarios en La Moncloa, dar dinero gratis a los bancos y cajas, recortar los derechos laborales y retrasar la edad de jubilación. Es increíble: un gobierno socialista tomando medidas capitalistas. Ningún socialista tiene argumentos para pedir un voto. Y casi todos intuimos que el actual gobierno no es capaz de sacarnos de la crisis económica. Creo que sería preferible un adelanto electoral y perder las elecciones antes de hundir la moral socialista porque, hoy por hoy, el gobierno socialista no hace más que recortar los derechos de su habitual electorado. No verlo sería autoengañarse.