lunes, 22 de junio de 2015

Yo conocí a Pedro Zerolo

Bajaba la calle Olivar hacia el Centro cultural de Lavapiés muy despacio, asegurando bien sus pasos. Una simple brisa podía derribarle. Era una mañana del día 08 de mayo de 2015. Su amplia sonrisa contrastaba con los signos evidentes de su enfermedad. Ante tanta fragilidad, Consuelo Cruz subió a su encuentro y bajaron cogidos de la mano. Como ella hace siempre, le preguntó si se acordaba de mí. Él dijo que naturalmente, y me dijo que seguía esperando que yo le presentara más ruandeses. Le dije que los ruandeses abundan más en Bélgica por aquello de que fuimos una colonia belga y le prometí presentarle por lo menos una ruandesa que anda por aquí. Enseguida llegaron mucha gente para saludarle. Así era Pedro Zerolo: transmitían buenas vibraciones, incluso en sus momentos más delicados.
Cuando empezó el acto de campaña y le tocó hablar, no sé de dónde demonios sacó fuerzas. Sin papeles y sin pausa, Pedro nos habló de la diversidad, de los derechos conquistados pero que tenemos que cuidar y nos exhortó a los negros, como solía hacer, a ser visibles en la sociedad española. Fue un discurso emocionante, propio de un activista, alguien que dedicó su vida a luchar por los derechos de las minorías ignoradas por una sociedad que no sabe aprovechar todas las fuerzas vivas para construir su futuro. Terminado su discurso, todo el auditorio su puso de pié y le aplaudimos durante casi cinco minutos.
Le conocí el año pasado en una reunión de afrosocialistas en la calle Ferraz. Me acerqué a saludarle, consciente de que saludaba uno de los grandes. Le fui a dar la mano pero él me plantó dos besos. Igual que se los plantó al presidente Zapatero delante de las cámaras, y según contó él en un programa de La sexta, algunos “patanegras” del PSOE se mosquearon. Y seguramente no se mosquean cuando descubren casos de corrupción en su entorno o cuando venden armas a un país en guerra. Mosquearse por un beso puede ser preocupante, sobre todo en Occidente.
A principio del año 2000 paseaba yo con Antoine, recién aterrizado en España, por la Plaza Mayor de Salamanca. Reconozco que la imagen merecía una foto. Él me saca cuatro cabezas como diría una compañera. Los dos íbamos cogidos de la mano. Como él no entendía aun el castellano, no se daba cuenta de los “piropos” que nos echaban los salmantinos: “Olé, negros y maricas”. Marta y Mónica, dos amigas nuestras salmantinas, iban delante riéndose. Mónica que había estado en Ruanda le estaba explicando a su amiga que en Ruanda los hombres amigos van cogidos de la mano públicamente y no tiene nada que ver con la homosexualidad. Antes de explicar a Antoine lo que pensaba la gente que nos veía, le dije que no me soltara la mano. Nos acercamos a nuestras amigas y cambiamos de pareja discretamente. Sabía que Antoine, recién salido de Ruanda, difícilmente entendería que dos hombres  o dos mujeres pueden enamorarse. Quince años después, él es capaz de explicarle a su hija de ocho años que dos personas del mismo sexo pueden casarse. Me temo que algunos franceses o italianos o españoles no son capaces de tener esa misma visión que nosotros que “venimos de la selva”, como diría Marine Le Pen. Me temo que Pedro Zerolo se ha marchado antes de tiempo porque la batalla de la diversidad no está del todo ganada. Afortunadamente hay mucha gente como Consuelo Cruz que seguirá su lucha. Para pedir respeto hacia gays y lesbianas no hace falta ser gay o lesbiana. Para pedir respeto hacia los negros no hace falta ser negro. Sólo basta entender que todos somos seres humanos que trabajamos por una sociedad más justa y más igualitaria, una sociedad que incorpore todos sus miembros al proyecto del bienestar social.


lunes, 8 de junio de 2015

El macho dominante

En el reino de los animales, el macho dominante tiene varios privilegios por detentar el poder dentro de la manada: prioridad para acceder al agua y a la comida, aparearse con hembras más saludables y gozar de un respeto dentro de la manada. Pero tiene la responsabilidad de defender a los suyos contra los enemigos de fuera, incluso a riesgo de perder su vida. Para coronarse macho dominante, el gran jefe tiene que haber vencido a sus contrincantes mediante peleas públicas para que todos los miembros de la manada fueran testigos de su apabullante victoria. Generalmente el perdedor suele abandonar la manada para probar suerte en otros grupos, o simplemente para curtirse en batallas antes de volver a enfrentarse con su rival. Cuando el macho dominante pierde su poder suele abandonar su manada para vagar en la sabana y morir en solitario, no sin la tristeza de aquel que lo tuvo todo pero que un día se despertó sin nada.
En las sociedades humanas que llamamos democráticas, la fenomenología del poder es muy parecida al del reino animal. Para conseguir el mando hay que haber ganado las elecciones democráticas. Defender a los suyos no es imprescindible. Trincar todo lo que se pueda parece ser la moda, al menos en nuestra actual España. Pena. No hay ningún partido político maduro que no se haya visto salpicado por casos de corrupción. De modo que eso de presentarse a las elecciones para poder servir al pueblo suena a broma de mal gusto. El imprescindible desgaste personal y familiar que sufren los políticos tiene que tener una buena recompensa, porque de lo contrario no merecería la pena tanto sacrificio.
El ansia del poder que se camufla en el servicio abnegado a la patria suele engendrar dictadores democráticos. Hay quienes afirman que la única diferencia que hay entre Rajoy y Castro es que en España tenemos posibilidad de intentar cambiar de presidente cada cuatro años, en Cuba no. Pero a la hora de tomar las decisiones, quien está al mando hace lo que le da la gana. Un gobierno con mayoría absoluta es muy parecido a una dictadura: puede cambiar las leyes que le dé la gana sin contar con la oposición; puede balancear las decisiones judiciales sin sonrojarse y puede acabar dictando leyes mordazas mientras critica abiertamente otros regímenes que hacen lo mismo pero con menos tacto diplomático. Al fin y al cabo, la sed del poder es insaciable.

martes, 26 de mayo de 2015

Hemos votado: ¿y ahora qué?

El panorama político municipal es un auténtico reto para los cargos elegidos porque se acabó la política del rodillo: hay que pactar y consultar antes de tomar cualquier tipo de medidas. A mí me parece interesante. Ya no seduce a nadie la prepotencia política a lo Fabra, ni el aislamiento gubernamental a lo Rajoy.
Veo el telediario, leo la prensa escrita, sigo Twitter pero lamentablemente no soy capaz de nombrar la mitad de los ministros de Rajoy porque están encerrados en sus despachados. ¿Cómo voy a votar alguien que no conozco? ¿Cómo voy a votar los concejales socialistas si no conozco a ninguno ni sé a qué se dedican? No conozco, por ejemplo, a los diputados socialistas y populares elegidos en Madrid, y de seguir así, lo más seguro es que no vote a ninguno de ellos en noviembre. A parte de que me indigna que un partido político me obligue a votar una lista cerrada. Me gustaría poder votar personas, no siglas, y espero que algún día llegue a votar en el mismo sobre: alguien del PP, alguien del PSOE, alguien de Podemos, alguien de Ciudadanos y alguien de Izquierda Unida (si es que éste último no se diluye a lo UPyD). Aún hay meses para que quien quiera mi voto me mandé un correo electrónico explicándome sus propuestas porque ya no pienso votar siglas porque sí.

viernes, 8 de mayo de 2015

En un meeting con Ángel Gabilondo: la diversidad


No sé si Ángel Gabilondo dirigirá el gobierno de la comunidad de Madrid a finales de este mes de mayo (se lo deseo de todo corazón). De lo que estoy seguro es que Ángel Gabilondo me ha enseñado, este viernes, un concepto nuevo sobre la inmigración.  Yo estaba afanado en analizar el concepto de la integración y llega Gabilondo y nos habla que él prefiere la palabra incorporación para que todos formemos un solo cuerpo. Maravilloso término, interesante forma de ver a los inmigrantes. “Una comunidad que no incorpora a todos sus miembros no es justa. No es una comunidad, es un órgano administrativo”, afirmó él mirándonos a nuestros ojos.
Sólo Ángel Gabilondo es capaz de proclamar que “viva el derecho a la diferencia sin diferencia de derechos”, y afirmarlo sin acudir a una chuleta. Estoy seguro de que si llega a dirigir la comunidad de Madrid contará con los sabios consejos de Consuelo Cruz, coordinadora del grupo Afrosocialista. Tan prudente y tan comprensiva como es ella, cuando le pregunté, hace unos días, cómo era posible que ella no apareciera en la lista electoral, sonrió y me contestó que Ángel Gabilondo no había tenido tiempo para elaborar la lista electoral debido a la marcha precipitada de Tomás Gómez. Le pregunté si podía confiar en Ángel Gabilondo y me contestó algo así: “si confías en mi, confía en Ángel”. “De acuerdo”, le contesté. Pese a no aparecer en ninguna lista electoral, Consuelo Cruz está trabajando por el partido más que muchos candidatos que esperan ser votados por derecho. Lástima que no tengamos listas abiertas para que podamos votar realmente a aquel que consideramos útil. Un candidato que no conoce a los militantes no es más que un extraterrestre. Y yo prefiero votar un terrestre, o como diría Miguel de Unamuno, “el hombre de de carne y hueso, el que nace, sufre y muere (sobre todo muere), el que come y bebe y juega y duerme y piensa y quiere, el hombre que se ve y a quien se oye, el hermano, el verdadero hermano”.

martes, 17 de febrero de 2015

¿Socialismo de pacotilla?

“Yo soy socialista si me dais un cargo. Y si  me quitáis el cargo, dejo de ser socialista y me borro del PSOE”. Pareciera que algunos se afilian al partido con la condición de acceder a un cargo, no porque sientan la ideología de dicho partido. Deplorable. Por eso cuando pierden, se cogen un berrinche y se piran, no con discreción, sino echando espumas por la boca. ¿Y qué pasa con los militantes de base, que pagan gustosamente su cuota y no esperan nada más que la defensa pública de sus ideas prácticas? ¿Qué pasa cuando uno se convierte en “el facha” o en “el rojo” de la familia, pero sigue militando sin esperar cargo ni enchufe? Si todo el militante que se cabrea por no conseguir beneficios propios se pirara, sólo los diputados y senadores se fotografiarían con sus carnés de militancia. Amor al partido implica sacrificio, silencio público cuando se discrepa, humildad cuando se accede al cargo electo y abandono del partido cuando ya no se siente entusiasmo por la forma de defender sus ideas. Todo desde el compañerismo, procurando lavar los trapos sucios en intimidad.

domingo, 8 de febrero de 2015

¿Más racismo en España?

Mucha gente tiene la sensación de que están aumentando casos de discriminación por razones raciales y de religión. Ciertamente, la crisis económica aumenta los casos de discriminación hacia el extranjero porque las “mentes lúcidas” tienden a culpabilizar al extraño: “nos quitan el trabajo”, “pervierten nuestras culturas”, “son terroristas”. Rara vez nos acordamos de aquellos inmigrantes que limpian el trasero a nuestros mayores o recogen la mierda que vamos dejando por todos los sitios. Ignacio González pidió a los suyos expulsar a los inmigrantes que no quieran aceptar nuestros principios. Y yo le compro el argumento: los principios de trincar todo lo que se pueda; entregar el dinero de los ciudadanos a cajas y bancos saqueados por los amiguitos; aparcar el coche donde te salga de los huevos y salir huyendo de la policía; privatizar la sanidad y la educación; desahuciar a los pobres y presentarse como su salvador. O cobrar 65.000 euros a la semana por estar tocándose el chichi en el sofá de Gran Hermano VIP.  Si son principios de Ignacio González, pues oye: antes de que te expulsen de España, practícalos. Pero acabarás en el trullo, por muy español que seas. Si aparcas mal tu coche en la Gran Vía de Madrid, te marchas sin hacer caso a los policías, derribas uno de sus motos,… estoy seguro de que esa noche no duermes en tu casa. Sólo Esperanza Aguirre y los suyos pueden actuar así sin que nadie se atreva ni siquiera a multarlos porque tienen principios.

viernes, 30 de enero de 2015

Izquierda dividida, izquierda vencida

Pedro Sánchez irrumpió en el panorama político español como un rival capaz de derrotar a Mariano Rajoy. Pero hoy por hoy ha perdido fuerza y si no revisa su estrategia política se quedará en el banco de la oposición. No creo que acertara eligiendo su equipo porque prácticamente nadie conoce ni su segundo ni su tercero. Pactando con una derecha que sigue aniquilando el estado del bienestar, Pedro Sánchez se coloca junto a Mariano Rajoy y consigue que el electorado prefiera lo malo conocido que lo bueno por conocer. Porque tal como están las cosas en España, la izquierda no debería pactar nada con la derecha. Pero Pedro Sánchez ha caído en la trampa de los estrategas de la derecha y si no reacciona con tiempo, más vale que no se presente a una derrota ya anunciada.
 
Izquierda Unida se irá diluyendo poco a poco en Podemos y Ganemos porque no es capaz de reinventarse y las divisiones internas no hacen más que reflejar su agonía. No creo que sea capaz de conquistar un espacio político en el panorama nacional. Lo mismo le pasa a UPyD que personalizándose en Rosa Díaz durante mucho tiempo se ha convertido en un proyecto de unos cuántos pocos. Sólo sus servicios jurídicos merecen un sobresaliente. Ciudadanos, otro partido personalista, tenía su espacio en Catalunya. Es posible que consiga votos en Madrid por aquello de que Madrid nos acoge a todos, pero fuera de Catalunya y Madrid no tiene mucho qué hacer porque la tarta está bien repartida.
                                        
Los ataques que está recibiendo Podemos de parte del sector conservador no hacen más que fortalecer su músculo electoral porque la masa popular, atacada por las políticas de Mariano Rajoy, se siente también víctima. Y las víctimas se unen contra al que considera su opresor. Por eso se equivoca el PSOE cuando ataca a Podemos porque atacando la masa popular se coloca al lado del Partido Popular. No creo que los dirigentes socialistas sean tan ingenuos como para creer que Podemos no es más que Pablo Iglesias. El electorado del PSOE es el mismo que el de Podemos. Y atacando a Podemos, el PSOE no podrá recuperar su electorado porque al fin y al cabo todavía siguen latentes muchos errores de los exdirigentes socialistas.
 
De los Sindicatos de los trabajadores no tengo nada que decir porque han desaparecido del espacio político desde que empezaron a salir casos de corrupción en su seno. Hasta que no cambien sus cúpulas, ni UGT ni Comisiones Obreras tienen nada qué ofrecernos. Y es una pena. Desgraciadamente CGT carece del líder nacional para ofrecernos una visión global como ocurre en Francia. Así las cosas, o gana Podemos o gana el PP. Afortunadamente hay tiempo para reinventarse antes de mayo.

lunes, 26 de enero de 2015

Vamos a votar

Han empezado las campañas electorales. Han empezado los combates internos para controlar las listas electorales. El PP sabe que apenas ilusiona a sus votantes. El PSOE está divido y desorientado. IU es todo menos unida y corre el riesgo de desaparecer completamente. PODEMOS ilusiona porque se atreve a decir lo que muchos piensan en petit comité. Los medios de comunicación ya se han posicionado. Los sabios nos aconsejan a qué partidos no debemos votar. Los políticos que se sacrifican  por el pueblo nos aseguran que se presentan para salvar el pueblo español, para salvar el pueblo andaluz o para salvar el pueblo catalán. Como si no les gustaran la política. Como si no vivieran de la política. Como si el pueblo español no tuviera ideología propia.
Tengo la sensación de que la masa popular está harta de tanta demagogia, y que si apoya a PODEMOS es porque quiere dar una “bofetada” a los llamados partidos tradicionales. Se acusa a PODEMOS de no tener un programa político. Pero se olvida que PSOE y PP arrinconan sus programas electorales cuando llegan al poder. Se acusa de autoritarios a los dirigentes de PODEMOS pero no se dice que los dirigentes del PSOE y PP son nombrados a dedo. El PSOE habla de primarias pero las utiliza cuando le conviene. Por ejemplo el PSOE de Andalucía y el de Madrid eligieron los candidatos por aclamación. Así, en Madrid se evitó que Tomás Gómez tuviera rival. Carmona ya se había adelantado antes que los demás para recabar apoyos de las distintas federaciones socialistas. Si bien Carmona podría conquistar la alcaldía de Madrid, presentarse junto a Tomás Gómez le resta muchos votos. No entiendo porqué un político se empeña en presentarse a las elecciones que sabe muy bien que no las puede ganar. No entiendo porqué un político que no ilusiona ni a sus propios compañeros de fila no cede el testigo a los demás porque, al fin y al cabo nadie es imprescindible. Será que hay quienes disfrutan de sus propias derrotas.

sábado, 17 de enero de 2015

Preguntitas sin respuestas

Este año 2015 ha empezado con varios actos de terrorismo en Francia y Bélgica. Nuestros sabios dirigentes han reaccionado legalizando el acceso directo a nuestra intimidad en nombre de la seguridad nacional. Como siempre: el pueblo sufre los atentados, y como solución, debe ceder su intimidad a la policía para que esté bajo control las 24 horas del día. ¿Debería temer a los terroristas? ¿Debería temer a la policía? ¿Quién controla al que nos vigila, porque la tentación es grande incluso para las personas más nobles del mundo? La todopoderosa Angela Merkel ha sido espiada por sus amigos estadunidenses.  
Homer Simpson (personaje de Los Simpsons) sostiene que si elegimos a los políticos es para que no tengamos que preocuparnos por nada. Ahora bien, viendo las chapuzas de la policía española en el caso del llamado “pequeño Nicolás”, ¿alguien puede confiar seriamente en dicho cuerpo de seguridad o simplemente hay que confiar en el destino y en las casualidades? Porque el tal “pequeño Nicolás” estuvo en la coronación de Felipe VI, sin saber bien a quién representaba. Y podría haber puesto en jaque mate a los servicios de seguridad de nuestro país.
A la raíz de los atentados de París cometidos por los mismos franceses, el presidente Hollande quiere cerrar las fronteras. Pero si los asesinos son los mismos hijos de la France, ¿para qué cerrar las fronteras? ¿Para que no vengan a atentar en España? Además los mismos asesinos eran conocidos de la policía francesa. Yo diría que alguien no hace bien su trabajo. Yo diría que alguien debería haber dimitido. ¿De qué sirve enseñarnos las imágenes del terrorista en España si nadie pudo evitar sus matanzas, a pesar de esas imágenes? ¿Para enseñarnos la eficacia de la policía francesa?
En fin, tengo muchas preguntas sin respuestas. Sólo sé que nadie debe matar en nombre de Dios porque Dios no necesita que nadie le defienda porque es Todopoderoso. También sé que no hay que ofender las creencias de la gente. Sé que no debo ofender una bandera de ningún país. Sé que tengo que ser respetuoso con las creencias, y si las tuvieran que analizar como teólogo, no me mofaría. No está bien mofarse de las creencias de la gente pero tampoco nadie debe matar en nombre de nadie. Para eso están algunos dirigentes occidentales con sus “daños colaterales” en nombre de la seguridad mundial.

martes, 13 de enero de 2015

Os doy mi memoria


No sé por dónde empezar
porque no canto victoria
ni prometo justicia.
Poder no tengo
propaganda no quiero.
Vuestra muerte es indolente
porque ya sé dónde nacisteis.
De ironía estoy, ya lo sabéis.
De quejarme no iría a la orilla del mar
desde donde me alcanzan vuestras voces
pidiendo auxilio.
Hablo de vosotros que cruzasteis El Estrecho
buscando refugio,
vosotros que nunca tuvisteis consuelo
en las aguas turbulentas.
Gente con facturas sin fortuna
que anhelando memoria salisteis
en las contraportadas.
Creedme, ya nada nuestro
merece vuestra estima.
Construimos un mundo indomable
y morimos sin méritos:
os doy mi memoria.

 

 

ã Elie

jueves, 1 de enero de 2015

Groserías para empezar el año 2015

Me puedes llamar negro porque soy negro como tú. Me puedes llamar africano porque soy africano como tú. Y me puedes llamar hermano porque compartimos el mismo antepasado.
Sé que te interesan los acontecimientos políticos de tu tierra natal y sé que te repugnan la mayoría de los dirigentes negros que no son más que sanguijuelas. Pocos son democráticos. Bastante son auténticos criminales de guerras. Muchos son dictadores que ganan las elecciones con más del 90% del voto emitido.
Estoy seguro de que tú y yo coincidiríamos en la elaboración de los dirigentes africanos que son corruptos y que amasan fortuna en los bancos occidentales. Independientemente de que tú y yo sepamos que realmente quienes se benefician de la miseria de los negros son políticos y empresarios occidentales, ¿no crees que tu falta de compromiso político da pena, hermano?
A ver: negro, africano o hermano (porque no te molesta que te llame así, ¿no?: ¿no te da vergüenza compartir los mismos principios religiosos que los dirigentes marroquíes que te están machacando en las fronteras con España y que han construido una valla con cuchillas para que te mueras desangrado como una bestia? ¿De verdad puedes rezar el mismo Dios católico que los dirigentes españoles que te encierran en el CIE de Aluche? ¿Sabes que te tratan peor que a un animal? Digo yo que eres consciente de tu status infra-animal para algunos europeos. ¿O necesitas pruebas?
Espero que cuando vuelvas a tu país natal después de pasar por el lujoso Hotel de Aluche (CIE) cambies de actitud y pidas a tu Presidente que cancele los contratos millonarios que tiene con las empresas marroquíes y francesas, por ejemplo. Supongo que sabes que el gas que calienta solo el cuarto de quienes te vigilan procede de….Piensa un poco, joder. Y sobre todo defiéndete. Te morirás igual pero serás un Thomas Sankara.
Oye, hermano, ¿sabes quiénes explotan las riquezas de tu pueblo y te obligan a bajar de la valla de Melilla a golpazos? ¿Sí o no? ¿Y qué haces para cambiar la situación. “Lo mismo que tú, negro”, me contestaras. “Nada”. No me extraña que todo el mundo se ría de ti, negro. En el fondo te lo mereces. ¿Qué has hecho para que merezcas ser tenido en cuenta? ¿Portarte bien? Venga, ya: el mito del negro bueno pertenece a la generación de nuestros abuelos y padres que no tuvieron huevos para enfrentarse a la esclavitud, a la colonización y a la invasión político-religiosa.
A ver, negro: antes de que llegaran los musulmanes y cristianos a tus aldeas natales, ¿en qué Dios creían tus antepasados? ¿Por qué cojones no eres capaz de defender ese imaginario que fue borrado injustamente por árabes y occidentales? Te enorgullece el hecho de que puedas hablar francés o inglés y no te vergüenza que apenas sepas escribir en tu lengua materna. ¿Sabes qué? No me das pena. Te sientas en el primer banco de la catedral, incluso celebras Misa en templos lujosos pero no te preocupas por las creencias de nuestros antepasados para ver si son mejores que las que te impusieron.
Oye, africano, ¿de verdad crees que mereces ser tratado de igual a igual con un marroquí o un blanco? Anda ya, no me hagas troncharme de risa. Si ni siquiera sabes de dónde vienes ni en qué creer. Si sólo sabes decir “Ndiyo bwana” a todo (sí, señor). No me extraña que te traten peor que a un perro porque por lo menos el perro sabe proteger su entorno. ¿No crees que deberías empezara rebelarte contra las distintas intoxicaciones que te han ido metiendo en tu cabeza, hermano? ¿De verdad vas a seguir creyendo en el mismo Dios que tus maltratadores? Haz lo que te dé la real gana, pero no me sigas llorando.
Sé que te acuerdas de lo que decían los colonizadores hace bien poco (y algunos lo siguen pensando en “pétit comité”): que tú eres un niño grande al que hay que enseñar el camino y que tú no eres capaz de tomar ninguna iniciativa. ¿Verdad o mentira? Pues demuéstralo, maldita sea.
Negro, África te necesita. Nuestros hermanos que se están muriendo de hambre mientras las empresas francesas se llevan el café y el cacao a precio de risa nos piden voz. Habla, joder. ¿No presumes de hablar bien inglés o francés? Nuestros hermanos pequeños van al frente a defender el dictador de turno y mueren de un balazo mientras la mujer del dictador y su retoño están de “week-end de compras” en Londres.
Por amor de Dios, tú que cantas y bailas con la música de Bob Marley, emancípate y únete al grupo para que entonemos la canción de la redención. Sé que sientes veneración por Nelson Mandela. Pero la figura que más necesitamos es un Thomas Sankara. Medita un poco sobre su vida y comprenderás mi cabreo, mi grosería y mi generalización. Naciste negro, vives negro y morirás negro: pero si quieres ser útil a la comunidad negra, piensa como un blanco. Acuérdate de las sabias palabras de Thomas Sankara:
“No puede haber una misma ética para los pobres y para los ricos. La Biblia o el Corán no pueden dirigirse en el mismo lenguaje a un explotador que a un explotado. Sería necesario dos versiones: una versión para los pobres y una versión para los ricos. 
Venga, pues. Canta conmigo la canción de la redención de nuestro ídolo Bob Marley y pide perdón en nombre de nuestros abuelos que no se opusieron a la esclavitud. Pide perdón en nombre de nuestros dirigentes africanos que no se acuerdan de millones de hijos de África que viven en el continente americano. Yo te pido perdón si te he ofendido. Y pido perdón al que no haya entendido mi ironía. Tú y yo sabemos que si los negros sobreviven en este mundo capitalista es porque algunos blancos nos quieren y nos ayudan en todo. Por supuesto que te mandaré al infierno si me entero de que odias a los demás seres humanos. Canta conmigo, pues:


 

 

 

Redemption Song (Bob Marley)

“Old pirates, yes, they rob
I Sold I to the merchant ships
Minutes after they took I
From the bottomless pit
But my hand was made strong
By the hand of the almighty
We forward in this generation
Triumphantly

Won't you help to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever have
Redemption songs
Redemption songs

Emancipate yourselves from mental slavery
None but ourselves can free our minds
Have no fear for atomic energy
'Cause none of them can stop the time

How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look?
Ooh Some say it's just a part of it
We've got to fullfil the book

Won't you help to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever have
Redemption songs
Redemption songs
Redemption songs

Emancipate yourselves from mental slavery
None but ourselves can free our mind
Woh, have no fear for atomic energy
'Cause none of them-a can-a stop-a the time

How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look?
Yes, some say it's just a part of it
We've got to fullfill the book

Won't you help to sing
These songs of freedom?
'Cause all I ever had
Redemption songs

All I ever had
Redemption songs
These songs of freedom
Songs of freedom”

sábado, 20 de diciembre de 2014

Mi pasaporte


Mi pasaporte son los besos de una mujer
reconstruyendo mi pasado;
mi locura, el amor prohibido
en los lugares místicos;
mi sueño, el secreto de mis amantes.

 
Cruzaste los mares sin pensarlo,
ganaste las batallas sin trampas
y yo te soñé tanto que te hice real;
así, has vuelto donde fuiste mujer
y me has recordado que te sigo amando.

 
Ahora que el tiempo está de nuestra parte
revélame los secretos de antaño,
las riberas que no pude averiguar
lo que vi y sigo imaginando
el coto privado de los amantes.

 
¿Verdad que vivir soñando nuestra historia
es recordar que los amores tardíos
apenas regresan a sus comarcas?
Cuando ya no te alcancen mis besos
convéncete que todo acaba llegando:
el hombre que amaste es tan real como tú.

 

 
ã Elie, 2014

domingo, 14 de diciembre de 2014

Groserías para terminar este año 2014


Imagen que circula por Twitter
El españolito termina el año 2014 tal como lo empezó: pegado al televisor, echando pestes por su boca cada vez que sale un político, pero entregando su voto al que le está hundiendo en la miseria. Siempre que haya futbol y Jorge Javier siga con su programa en Telecinco, todo va bien. Al españolito le trae sin cuidado cuánto gana Mariano Rajoy o Pedro Sánchez: sólo quiere saber qué tipo de braguitas llevó Isabel Pantoja cuando entró en la cárcel (con todos mis respetos hacia Isabel Pantoja y sus bragas). De modo que el españolito acaba el año tal como lo empezó: dejándosela meter doblada.

Los más afortunados terminan este año 2014 cómo lo empezaron: sólo pagando las facturas mensuales. Para los asalariados, es muy probable que el espejismo de los brotes verdes les haya empujado a darse unos pocos caprichos para que el agobio en el curro tenga, al menos, un sentido. Incluso algunos siguen pagando los caprichos de los futbolistas millonarios que no saben qué hacer con la pasta. No deja de ser curioso que un mileurista les pague caprichos a un Messi o a un Ronaldo. Será, tal vez, que el ocio es terapéutico para el españolito de a pié.

Los que saben trincar siguen trincando y no pisan la cárcel. Los más listos del reino se suben el sueldo mientras nos lo rebajan a nosotros (el gobernador del Banco de España, por ejemplo). Incluso he oído a ministros indignados porque el presidente del gobierno cobra menos que sus secretarios. ¡Habráse visto! Hay quienes tienen tres sueldos pagados por los ciudadanos, y les parece que siguen cobrando poco mientras se resisten a abrir los comedores sociales para los niños malnutridos. Esta es nuestra España actual: no me extraña que algunos catalanes se quieran pirar porque el cachondeo de nuestros políticos merece un monumento. Dicen que la crisis es cosa del pasado, cuando el españolito las siguen pasando putas para llegar al final del mes. Pero este mismo españolito se lo merece porque sale a aplaudir cada vez que el político de turno vomita una ocurrencia. Incluso a veces castiga al profesor que defraudó administrativamente unos diez mil euros mientras aplaude al millonariamente indemnizado por hundir Caja Madrid.

Españolito, sigue entretenido con el futbol y con Sálvame y verás cómo el año que viene vas a tragar todo lo que te metan en la boca: llegan las elecciones generales y tu voto es tu condena. Yo te entiendo. Pensarás que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer: así te enseñaron los señoritos para cortarte las alas, para que te conformes con lo que tienes, para que agarres un solo palomo mientras los 99 cagan sobre tu cabeza. Debería soltar esa triste paloma y perseguir a los que están volando como hacen los más listos del reino. Porque, en cualquier caso, ¿a estas alturas tienes algo qué perder? No entregues tu trasero, digo tu voto, sin antes cobrar. Si bien sabes que las promesas de tu ex pareja ahora mantienen las ilusiones de tu compadre, ¿con qué ingenuidad te tragas las promesas del que te está ahogando en tus propios vómitos? Vamos, hombre. Deja de echar pestes delante del televisor y sale a la puta calle para despedir a quienes te están chupando la poca sangre que te queda.