lunes, 5 de septiembre de 2011

Rajoy o “estaba así cuando llegué”

La escena es muy enternecedora. Homer Simpson (la serie de Antena 3) acaba de ser envenenado por un pescado mal preparado y su médico le ha comunicado las horas de vida que le queda. Ante la inminente llegada de la muerte, Homer adelanta su lista de las cosas qué hacer antes de su muerte. Una de esas cosas es enseñar a su hijo cómo afeitarse. Durante el cursillo aprovecha para darle un consejo vital: no reconocer nunca la culpa. Ante cualquier tipo de acusación o pregunta, hay que responder: “estaba así cuando llegué”. El hijo, que es muy travieso, no tarda en poner en práctica su consejo. Tira una botella de agua oxigenada al suelo, y a la pregunta de su padre “pero, ¿qué haces hijo?” responde “estaba así cuando llegué”. Padre e hijo se funden en un abrazo cariñoso.

Rajoy, próximo presidente de gobierno español si nada cambia, ha empezado a poner en práctica la filosofía de Homer. Su número dos ha hecho lo mismo en Castilla la Mancha. Estuvo un tiempo repitiendo que había encontrado las cuentas en ruina, y cuando caló el mensaje (porque los socialistas no hicieron nada para contradecirle), subió el sueldo a sus consejeros y asesores. Cuando le pregunta por la mala situación económica de Castilla la Mancha responde que estaba así cuando llegó.

Rajoy ha empezado a insertar el mismo mensaje en la conciencia popular: “vamos a heredar una situación económica desastrosa y milagros no vamos a hacer. Pero no lo haremos peorr que los socialistas”. Creíble, ¿verdad? El único error que ha cometido es querer tocar la moral a todos los sectores: “los indignados que no son más que alborotadores, los maestros que no son más que vagos que no quieren trabajar unas 20 horitas, los sindicalistas que no son más que vividores, y los farmacéuticos que no son más que mercaderes sin ética”. Con sus afirmaciones y medidas, está despertando la bestia. Con toda seguridad, su gobierno se enfrentará a huelgas, manifestaciones y conflicto social con mucha violencia. Los golpes que ZP ha logrado esquivar rebotarán en su cara. Si yo fuese él, (pensando con egoísmo) seguiría con mi puro y mi güisqui criticando al dirigente de turno porque en la oposición, todo es fácil.

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