
-“Un perro y un negro se están ahogando en un río. ¿A quién crees que la mayoría de los europeos salvarían primero?”
-“Al perrito, por supuesto. (¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!) Negros hay muchos”, contestó un africano.
-“¿Tan inhumanos nos consideráis?”, preguntó indignado un español.
-“No, es que para muchos de vosotros un perro vale más que un ser humano”, contestó enfadado otro africano.
La discusión se fue calentando un poco, aunque nadie de los que estábamos allí generalizamos ninguna actitud. En otra entrada de este blog ya comenté lo que muchos entendemos por “racismo antropológico”, aquel comportamiento que niega categoría humana al ser negro. A lo largo de la historia muchos blancos negaron que el negro fuera ser humano, al mismo nivel que el blanco. Y creo que muchos blancos siguen pensando de esta manera. A veces sus miradas lo reflejan perfectamente. Aun así, no puedo olvidar que en Rwanda para poder matar libremente a los tutsi se les llamaron “inyenzi” (cucarachas) o “inzoka” (serpientes).