Calificado de vulgar por los medios de comunicación
franceses, acomplejado por su altura
(según los mismos medios, mide 165 cm), perseguidor
de los inmigrantes (a pesar de ser hijo de inmigrantes húngaros, de estar
casado con una inmigrante italiana y de ser ex de descendencia española), capaz de eliminar a sus rivales políticos
(aunque haya sido compañero de gobierno como Dominique de Villepin), comparado con Franco (según confesó él
mismo durante el debate televisado que seguí en directo vía internet), el caudillo
Sarkozy ha empezado a hacer las maletas para desalojar el palacio presidencial
con amargura (pues, forma
parte de los pocos políticos que no logran repetir mandato, lo cual es un
fracaso rotundo).
Sarkozy no es
querido ni por los franceses, ni por sus súbditos presidentes africanos. Capaz de presentarse ante los medios de
comunicación aparentemente borracho, a pesar de afirmar que no había bebido
más que agua (http://www.youtube.com/watch?v=_UI_HbXqluo),
capaz de interrumpir una entrevista con
la periodista Lesley Stahl cuando no sabe qué contestar (no antes de llamarla
“imbécil”), un hombre que no duda en
insultar a un agricultor que se niega a darle la mano (“piérdase, idiota”)
y que gustosamente llama “escoria” a los
jóvenes que viven en los suburbios franceses (http://www.eitb.com/es/noticias/sociedad/detalle/850942/sarkozy-insulta-periodista--las-salidas-tono-sarkozy/).
En el debate
televisado entre Hollande y Sarkozy, éste volvió a sus insultos sin
contemplación. Con ánimo de ridiculizar el socialismo, dijo que su antigua
contrincante a las presidenciales de 2007 (Ségolène Royal, ex compañera
sentimental de Hollande) se la llamaba “la
Zapatera”, en referencia al ex presidente español, Zapatero.
Sarkozy no sólo
ha compartido confidencias con la alemana Merkel. Agasajó al dictador libio, Gadafi, y le recibió con todos los
honores de un Jefe de Estado en Paris (2007) y firmó numerosos contratos, entre ellos uno para la
cooperación en el desarrollo del uso con fines pacíficos de la energía nuclear
(http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/gadafi-y-sarkozy-firmaron-un-acuerdo-secreto-nuclear-2007-20120430).
Cuatro años después mandó aviones Mirage para asesinarlo. Así es Sarkozy visto por sus compatriotas: mal educado,
vulgar, vengativo, rencoroso, agresivo, dictador, un animal político al que le
encanta el poder a cualquier precio, un hombre capaz de arrinconar a su ex
jefe, amigo y ex presidente Chirac por no seguirle en sus juegos políticos.
“Yo votaré a Hollande”, confiesa
públicamente el conservador Chirac (http://elections.lefigaro.fr/presidentielle-2012/2012/04/17/01039-20120417ARTFIG00490-hormis-bernadette-le-clan-chirac-va-voter-pour-hollande.php).
Por eso Hollande es el nuevo presidente de la República Francesa.