lunes, 3 de septiembre de 2018

Pablo Casado y su tesis sobre la inmigación africana


Hace poco, uno de nuestros amados lideres afirmó, varias veces, que “no es posible que España pueda absorber millones de africanos que quieren venir a Europa” (cfr. https://www.huffingtonpost.es/2018/07/29/pablo-casado-espana-no-puede-absorber-a-los-millones-de-africanos-que-quieren-venir-a-europa_a_23491770/ ). Las Televisiones no dejaban de  mostrar imágenes de negros, muchos negros asaltando la frontera española, y centenares de cayucos embarcando en las playas española al estilo Rambo. Yo, igual que muchos españoles que creemos en la honestidad de nuestros políticos, llegué a pensar que los negros estaban invadiendo España. En un vagón del Metro Madrid lleno de blancos, 3 destacables negros por su color oscuro me parecía una multitud. Me sentía inseguro paseando por la Puerta del Sol porque veían millones de manteros dispuestos a quitarme mi Smartphone. Cuando mi fe ciega en las palabras de Pablo Casado se estaba afianzando, me acordé que su Máster universitario estaba en dudas, y que su expediente universitario no había sido francamente brillante como el de Mariano Rajoy. Entonces comencé a buscar información para examinar la solidez de su tesis sobre la inmigración africana en España (http://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?path=/t20/e245/p08/l0/&file=03005.px&L=0 ). De los casi 6 millones de extranjeros que viven en España (2017), 706.520 son marroquíes, 652.312 son rumanos, 420.334 son ecuatorianos, 350.802 son colombianos, 56.569 son argelinos. Los africanos más números son senegaleses (49.930). Téngase en cuenta que habitualmente no se consideran a los magrebíes como africanos, ni ellos mismos se consideran africanos. He consultado varias fuentes autorizadas y ninguna respalda la tesis de nuestro líder popular Pablo Casado. Entonces, ¿qué es lo que motiva a Pablo Casado a afirmar tales sandeces? ¿Siente “odio africano” por los africanos? (Según las filtraciones recientes, Zaplana decía que Aznar sentía “odio africano” por Rajoy). ¿Está mal asesorado en materia de inmigración? ¿Utiliza la inmigración para ganar votos? O, realmente cree en lo que dice, como su compañero Ignacio González.

viernes, 24 de agosto de 2018

Migrante, emigrante, inmigrante: Precisión conceptual

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define a un “migrante” como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, las causas de su desplazamiento y la duración de su estancia1. El término migrante puede aplicarse indistintamente tanto al emigrante (aquella persona que se va de su tierra natal para instalarse en otra diferente) como al inmigrante (aquella persona que llega a una nueva tierra para establecerse en él). Un español que sale de España para ir a trabajar en Francia es un emigrante para quienes estamos en España, inmigrante para quienes están en Francia, migrante tanto para los franceses como para los españoles.

En los últimos años, la literatura disponible en esta materia opta por el uso del término “migrante”. No obstante, este término “migrante”, como cualquier otro vocablo que pretende ser inclusivo, no refleja los matices expresados en los términos “emigrante” e “inmigrante”. Veamos un ejemplo ilustrativo: los andaluces que se instalaron en Catalunya después de la victoria del General Franco son migrantes; los andaluces que se marcharon a Francia son también migrantes. Pero sus historias migratorias no tienen nada qué ver. Mientras unos tenían la nacionalidad española, los otros eran extranjeros en situación irregular. No podemos definir sus situaciones en términos parecidos porque en el matiz se esconde la experiencia dramática que acompaña al inmigrante, aquella persona que llega a un país para establecerse en él con el deseo de conseguir una vida mejor. Desde el punto de vista de España, por ejemplo, los emigrantes no tienen los mismos derechos que los inmigrantes. Mientras los emigrantes son ciudadanos españoles que viven en el extranjero, los inmigrantes son extranjeros que viven en España y necesitan de una autorización administrativa para residir y trabajar en España.

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domingo, 31 de diciembre de 2017

2017: Hasta siempre Sr. Mugabe.


Este año que se acaba será recordado por muchos africanos por el retiro obligado del Presidente de Zimbabwe después de más de 40 años salvando su patria. O eso decía. Porque las cifras económicas y los avances sociales dejan a Zimbabwe en el mal lugar: un país arruinado, con pasado pero sin futuro. Mugabe fue dimitido por sus compañeros de armas y salvó su pellejo (y su fortuna) gracias al muy cuestionado Presidente Zuma, patrón de la todopoderosa Sudáfrica. Su homologo vecino, el Presidente De santos (Angola) no quiso presentarse a las elecciones y por mucho que intentó dejar atado el destino de su hija en la empresa de petróleo, el nuevo mandatario tenía prisas para colocar a los suyos. Así va la fraternidad negroafricana, una pura invención para resaltar los valores que brillan por su ausencia.
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martes, 31 de octubre de 2017

El lenguaje inclusivo en la lengua francesa


(Reflexión de Augustine Abila Medzo, Secretaria Ejecutiva de PSOE- M)

 

Estupor me causa al oír un intelectual francés clamar alto que los y las impulsores/as del lenguaje inclusivo (abandonar el genérico marcadamente masculino) no sólo va a complicar la comunicación verbal a todo el mundo y más aun a los/las escolares, sino que también tal "descabellada" idea tendrá como consecuencia nada más y nada menos que la muerte del Francés. Pues alega el Francés, al no tener “sufijos adjetivados” al género como la "a" para femenino y la "o" para designar al sujeto masculino como sucede, por ejemplo, en Español, es engorroso y casi imposible estar nombrando en una comunicación a los dos géneros. ¡Toma! Y tan tranquilo se ha quedado. ¿Tranquilo? No, más bien indignadísimo contra aquellas personas que pretenden matar el idioma francés. Quiero decir a este “gentil galo” que el francés tiene licencias lingüísticas suficientes para salir de lo que él califica como embrollo. Puede utilizar el neutro "on" evitando así personalizar al sujeto femenino o masculino e incluso se ahorraría el uso del número: singular o plural. ¡Una solución estupenda! También puede utilizar “las personas” o "tout le monde" en vez de nosotros/nosotras. En fin, es más cómodo para él el uso del masculino genérico en vez de hacer un esfuerzo para promulgar un lenguaje inclusivo. ¡Qué larga lucha nos espera!

 

(Reflexión de Augustine Abila Medzo, Secretaria Ejecutiva de PSOE- M)

jueves, 21 de septiembre de 2017

La nula participación de los africanos en la sociedad española


Yaoundé, septiembre 2017
Llevo más de veinte años viviendo en España, y todavía tengo que explicar que soy católico (poco practicante). Porque muchos españoles piensan que todos los africanos somos musulmanes, que no tenemos estudios y que sólo podemos ser manteros y putas. Quien piensa de esta forma, jamás nos dará la oportunidad para acceder a un puesto de trabajo en la administración, ni nos preguntará qué pensamos a la hora de diseñar las políticas sociales. Pensará que somos niños grandes sin voz ni voto, y esperará que nos comportemos bien, que seamos unos negros buenos que sólo saben decir “Sí, Bwana”. Para quien piensa así, todos los negros son iguales: sean campesinos, estudiantes universitarios, médicos, ministros o presidente del gobierno. Siempre hay que pensar por nosotros, porque al fin y al cabo, somos negros: unos simples niños.
En 1950, Alexis Kagame (sacerdote y filósofo ruandés) se quejaba que los occidentales intentaban solucionar los problemas de los africanos sin tener en cuenta a los propios africanos: On a assez longtemps pensé nos problèmes pour nous, sans nous, et même malgré nous” (cfr: Des prêtres noirs s’interrogent). Sesenta años después, me temo que la situación sigue siendo igual. Los africanos están ausentes, por ejemplo, en la política española, en la industria cinematográfica, en la administración,... se organizan conferencias sobre África y todos los conferenciantes son europeos. Incluso aquellas personas que trabajan voluntariamente por los inmigrantes no están en condiciones de darles la voz. Siempre quieren pensar en nombre de los africanos porque los consideran niños grandotes sin voz ni  voto. De mi reciente viaje con Brussels Airlines aproveche para visionar “El médico africano”: (2016: Cfr: https://www.youtube.com/watch?v=OxFfi6ReKZQ). Voy envejeciendo en Europa pero la mentalidad de mis vecinos a penas se moderniza.

jueves, 3 de agosto de 2017

Morir en el Mediterráneo


Se supone que la misión principal de los políticos es buscar la solución a los problemas que se nos van presentando. Personalmente no dudo de que la inmigración es uno de los graves problemas que tenemos hoy día y que refleja la decadencia de la humanidad. Dejar morir a los congéneres es la mayor abominación que podemos encontrar en nuestras sociedades occidentalizadas. Dejar morir al ser humano mientras te preocupas por el bienestar de un animal hace que uno se reduzca al estado animal. Sorprende que, incluso aquellos responsables políticas que han tenido experiencias límites como perder un hijo trágicamente o haber descubierto, supuestamente, el camino que lleva a Dios, tenga tanta dejadez y dejen morir a los inmigrantes en el Mediterráneo. ¿Será porque son negros aquellos que se ahogan en el mar mientras intentar alcanzar el paraíso soñado? ¿Será que, siendo negros, son invisibles? O será que tenemos políticos que no se preocupan más que por engordar sus cuentas bancarias, aunque sepan que su destino final no será mejor que el de los inmigrantes: morir. Me sorprende que destacados intelectuales no se hagan preguntas profundas sobre la inmigración para iluminar a nuestros políticos. Me sorprende que muchos occidentales se sientan más unidos a los animales que a los seres humanos, aunque esos seres humanos sean negros. Ni el PP, ni el PSOE, ni Podemos ni Ciudadanos tienen un relato constructivo sobre la inmigración. No me extraña que iluminados extremistas aprovechen esta decadencia política para prometer  paraíso a cambia de hacer el mal en la tierra. Al fin al cabo, hay quienes sostienen que dejar morir a un ser humano es más cruel que pegarle un tiro.

lunes, 3 de julio de 2017

Construir sobre la ruina


Rwanda, 1994
Las Facultades de Filosofía están cerrando sus puertas porque “no sirven para nada”. En realidad siguen el mismo camino que las Facultades de Teología. Próximamente les tocará el cierre a las Facultades de Ciencias Humanas porque este mundo globalizado sólo necesita expertos en la robótica y ciencias exactas como las Matemáticas. Sin embargo, una simple mirada al vecindario nos hace sospechar que necesitamos expertos en Psicología porque el patio mental está desordenado. Proliferan las espiritualidades light que no hacen más que socavar las mentes debilitadas y oprimidas por el agobio existencial. Y así empieza el último tramo de la existencia consciente con la búsqueda del alivio espiritual en casas de charlatanes sin formación académica, los últimos iluminados que se preocupan más por la cantidad de seguidores en sus canales de Youtube que por su calidad sanativa, y que finalmente acaban rematando la faena de un vagabundo espiritual. Es curioso constatar que, incluso los bien formados en ciencias exactas, acaban atrapados en las redes de los iluminados, gastando sus fortunas para financiar los nuevos misioneros de la mística cósmica, para, finalmente, acabar acudiendo a un consultorio psicológico o a un confesionario tradicional.  Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Los amos del mundo creen firmemente que es sumamente rentable construir sobre la ruina. Es más fácil pescar en un río revuelto. El caos controlado es su centro operacional. Este plan maquiavélico no es de ayer. Es un proceso lento que comenzó con la destrucción de Dios (“Dios ha muerto”, proclamaron públicamente), la ridiculización de la Razón (los filósofos no sirven para nada) y la exaltación del Capital (el dinero como garante de la felicidad). Cuando parecía que habíamos entrado en la pista de la felicidad, los amos del mundo desorganizaron el sector financiero mundial, hundieron las economías de países como Italia, Grecia, España y Portugal y no se atrevieron a ir más porque la indignación estaba llegando al centro de sus operaciones en Wall Street y en Bruselas. El pueblo hambriento estaba dispuesto a saquear los palacios de los amos, como antaño. Recuerden la cantidad de las manifestaciones en el centro de Madrid, desde 2007. Incluso uno de los últimos ministros del Interior, ultraconservador y de misa diaria, llegó a comprar más materiales para los antidisturbios porque había que aplastar la chusma, los “perros flautas” como diría la madre de las mamandurrias en Madrid.

¿Por qué ha vuelto la calma? Por el miedo a la guillotina. Nadie estaba dispuesto a pasar hambre mientras en los palacios tiran la comida a la basura. Los franceses empezaban a recordar que para solucionar sus problemas con los abusones, el recurso a la guillotina era el más eficaz. Cuando los manifestantes empezaron a perseguir a sus mandamases por la calle, éstos entendieron que sus vidas estaban en peligro y empezaron a soltar migajas. Aún vivimos de las migajas, con la soga apretando pero sin ahogar. Pero la calma no es real: nos han metido el miedo en el cuerpo porque hay unos desalmados que han salido de la nada para atentar contra nuestras vidas. Ahora sí que la chusma la ha cagado: ha entregado su seguridad a los amos que lo único que desean es pescar en aguas revueltas. Estamos dispuestos a sacrificar nuestras libertadas, incluso nuestras vidas en nombre de la seguridad porque en frente están unos desalmados que están dispuestos a sacrificar sus vidas en nombre de la divinidad. Pero al final, ellos y nosotros somos la chusma. Ellos siguen los sermones de los amos que habitan en los palacios de oro, beben champagne en sus aviones privadas y llevan un ejército de guardaespaldas; nosotros seguimos las órdenes que se firman en los palacios presidenciales bien protegidos por los cuerpos de élite. Curiosamente, los palacios de aquí y los de allá se comunican al segundo. Pero los desalmados de allá y los pacíficos de aquí nos miramos de reojo.  Ellos acaban reducidos a trozos de carnes, igual que nosotros. Porque ellos y nosotros pertenecemos a la misma chusma.

sábado, 6 de agosto de 2016

Mi mundo

Quisiera ver el mundo a través de tus ojos
Y al amparo de tus besos entregarte mi amor:
Si fracaso, adelanto mi marcha.

Pude prometerte lo imposible
Porque el sendero de nuestros sueños
Estaba minado.

Pude ahogarte en mis lágrimas
Porque mi corazón estaba confundido,
Pero daño no te hice, porque siempre te quise.

Pude esconderte mis sentimientos
Pero mi corazón fue desbordado:
Tarde te descubrí, mas no puedo esperar.

Sabes, he vuelto al templo de mis antepasados
Para deshacer las promesas de mi niñez.
Consejo no pedí, tampoco bendición:
Los amores prohibidos maduran a destiempo.


Yo no puedo renunciar al lugar de mis sueños
Ya no puedo prometer las medallas
Si me falla el corazón
Yo no puedo vivir si me falta tu aliento.


Déjame ser el guardián de tus sueños
Y tu despertador mañanero:
Si fracaso, adelanto mi marcha.


ã Ayurugali

viernes, 29 de enero de 2016

El ser humano participa en su ser


Los filósofos existencialistas defienden acertadamente que el ser humano es él que siempre decide lo que es. Hablamos, naturalmente, del ser humano que tiene conciencia de sí y que aun no ha entrado en la decadencia mortal. Porque nadie puede obviar que otros deciden nuestro nacimiento; que otros deciden nuestra educación infantil, que incluso otros pueden influir en algunas decisiones juveniles. Pero cuando descubrimos nuestra identidad con la mayoría de edad mental, podemos revisar nuestro camino y diseñarlo de acuerdo con nuestros sueños.

 

Sostener que el ser humano es él que decide su destino quiere decir que la persona no está totalmente condicionada o determinada. En última instancia, la persona se determina a sí misma. Su capacidad creativa hace que no se limite a existir, sino que siempre decida cuál puede ser su existencia. Por omisión o por acción, nos vamos recreando hasta llegar a nuestro último suspiro.

 

En el momento en que alguien se hace responsable de su propia vida, entonces los demás podemos facilitarle todos los medios para que recorra con éxito el camino que se ha propuesto seguir. De nada sirve planear un camino con alguien que no está dispuesto a andar. De nada sirve aconsejar alguien que no aceptar el consejo. De nada sirve corregir a quien no reconoce sus fallos o que piensa que las cosas están bien tal como están. Personalmente creo que los casos perdidos existen y no deben ocupar nuestro tiempo.

 

El mundo está lleno de individuos que se pasan toda la vida evitando tomar decisiones. Su mayor preocupación no es buscar el camino sino más bien encontrar excusas perfectas para justificar por qué no pueden recorrer éste u otro camino que, previamente, pactan con sus allegados. Si no fuera porque la decisión (o la no-decisión) de unos afecta a los demás, nadie se preocuparía por el hecho de que alguien decidiera autodestruirse porque al fin al cabo, es su vida que está en juego. Porque nadie ignora que hay causas perdidas por las que no vale la pena implicarse, a no ser que queramos asfixiarnos.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Nadie ganó, nadie dimitió

 
imagen de google.es
Normalmente después de unas elecciones generales suele dimitir alguien. Y si no dimite por vergüenza, sus compañeros de partido le hacen dimitir. Tal vez el espíritu navideño hace que los militantes apoyen al perdedor, pensando erróneamente que lo importante es la salud del líder. La situación política española es tan grotesca que ni al nivel general ni en Cataluña vaya a haber un gobierno estable. Más bien tendremos un “gobierno de los perdedores”.
¿A quién beneficia convocar de nuevo las elecciones generales? Probablemente al Presidente Rajoy. Porque si el PSOE no cambia de caras, incluso puede que pierda más votos en beneficio a Pablo Iglesias. Los votantes del PP cabreados con las mamandurrias (como diría la otra) harán de tripas corazón para votar a su partido de siempre, arrinconando a Ciudadanos porque cuando hay una emergencia nacional, mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Tengo claro que si se convocan las elecciones de nuevo iré a votar, pero será un voto de castigo, a no ser que se renueven las caras. Al parecer hay quienes no quieren darse cuenta de lo que piensa el pueblo, aunque se les llene la boca afirmando que el pueblo es soberano. Si el pueblo español  es soberano, este pueblo ha decidido que gobierne Rajoy pero a base de pactos porque las mayorías absolutas no son beneficiosas. El pueblo ha decidido que el PSOE siga haciendo la oposición porque aún le falta madurez para volver a gobernar. Y yo creo sinceramente que una buena oposición es mejor que un mal gobierno.
 
 
 

domingo, 29 de noviembre de 2015

Elecciones Generales de diciembre 2015


No hay que ser la Pitonisa Lola para darse cuenta que el PSOE no va a ganar las elecciones generales de diciembre 2015. Sólo un milagro puede permitir al PSOE conservar sus actuales escaños. Más le vale a Pedro Sánchez empezar a renegociar su contrato como profesor universitario porque difícilmente podrá sentarse de nuevo en el Congreso: primero porque tendrá que dimitir como Secretario General del PSOE; segundo porque hay muchos varones en la trinchera esperando diciembre para pasarle factura. Tomás Gómez, Antonio Carmona y muchos pesos pesados no le han perdonado su actitud autoritaria hacia ellos. Incluso algunos militantes que pagan religiosamente su cuota no han olvidado sus declaraciones anti-militantes diciendo que el Partido Socialista no es de los militantes y que él puede incluir en la lista electoral a quien le dé la gana. Error de profesor que creyéndose depositario de la autoridad académica toma decisiones muy personalistas en una organización muy diversificada. De modo que La Pitonisa Lola puede afirma y afirma que Pedro Sánchez comerá las uvas arrinconado por sus compañeros socialistas. De hecho, los más inteligentes ya están tomando posiciones, conscientes de que las próximas elecciones se ganan en el momento en que se pierde las presentes.
Podemos se ha desinflado. Las guerras internas y el ataque masivo por parte de toda la prensa española han destruido completamente su capacidad de maniobra política. El personalismo de Pablo Iglesias y la ausencia de una ideología que no sea circunstancial no han favorecido el fortalecimiento de Podemos. Podemos es una “marca blanca” para los entregados y va cambiando de nombres según los territorios. Y España es un país que sólo siente en términos de derechas y de izquierdas: nada de centro. Podemos ni siquiera sirve para castigar a una izquierda enamorada del capital, o dar un guantazo electoral al PP que en base a su mayoría absoluta construyó un país a su imagen y semejanza. Mariano Rajoy está de suerte porque el único guantazo que recibirá le vendrá de su alter ego, Albert Rivera, y más que guantazo será un cachete. Y no le impedirá comerse la ideología de Ciudadanos hasta arrinconar a su líder que, siendo simpático, es más destructor que Mariano: no quiere la Cámara territorial porque España es una y libre; no le gusta la Audiencia Nacional; no le gusta el Tribunal Supremo. Pero como lo dice con esa sonrisa casi de un adolescente, es el yerno perfecto para una suegra castradora. Así que tal como está el panorama, Mariano Rajoy es único que comerá las uvas sin pedir ningún deseo especial porque las cosas le van francamente bien. La economía española se ha estabilizado, los trabajadores expulsados del mercado laboral han asumido su realidad de fracasados y salen a la calle solamente para ir a buscar comida en Caritas: ¿protestar? Que protesten quienes tengan contratos indefinidos. Además hay voluntarios que se encargan de recoger comidas en centros comerciales y los distribuyen con tanta entrega que se te quitan las ganas de trabajar. Un país con cinco millones de parados sería un país en pie de guerra, haya o no haya la “ley mordaza”.


martes, 27 de octubre de 2015

“Le troisième mandat en Afrique”


El presidente ruandés, Paul Kagame, ha iniciado la reforma de la Constitución para acceder al tercer mandato (oficialmente en el poder desde 2000. Un mandato dura 7 años en Ruanda). Denis Sassou-Nguesso hace lo mismo para seguir en el sillón presidencial desde 1979 (quitando el breve período de Pascal Lissouba: 1992-1997. Este salvapatria siempre ha llegado el poder tras derrocar al presidente anterior). El burundés Pierre Nkurunziza reformó la Constitución y está disfrutando de su tercer mandato (desde 2005), sin que le importe demasiado los enfrentamientos mortales diarios en la capital (Bujumbura). Su vecino Joseph Kabila ha seguido el mismo mecanismo de reformar la Constitución de Congo-Kinshasa para mantener el poder desde que fuera asesinado misteriosamente su padre en 2001. El togolés Faure Gnassingbé fue autorizado por su Tribunal Constitucional para presentarse al tercer mandato (ocupa el poder en Togo desde la muerte de su padre Gnassingbé Eyadema en 2005).
Otros presidentes no se molestan en hacer el paripé constitucional limitando los mandatos presidenciales. Así, Teodoro Obiang Nguema no se mueve del palacio presidencial desde 1979 en Guinea Ecuatorial, José Eduardo Dos Santos en Angola desde 1979, Robert Mugabe desde 1980 en Zimbabue, Paul Biya en Camerún desde 1982 y Yoweri Museveni desde 1986 en Uganda. ¿A quién le importa? Siempre que cuente con la bendición occidental, nadie se atreve a mover su sillón presidencial. No me canso de escuchar la canción de Alpha Blondy (gran cantante de Reggae de Costa de Marfil) : « le gouvernement élu une foi, élu deux fois, élu trois fois, élu quatre fois, ça devient de la dictature ». Y añade: “el poder absoluto corrompe absolutamente. El presidente elegido no puede ser elegido indefinidamente porque tarde o temprano el pueblo querrá un cambio, y entonces habrá una guerra civil” (cfr. Alpha Blondy, Guerre Civile).

lunes, 28 de septiembre de 2015

Diversidad racial en el Congreso de los Diputados

CONSUELO CRUZ
RITA BOSAHO
Ahora que Rita Bosaho puede convertirse en la primera mujer negra que ocupe el escaño en el Congreso de los Diputados (Podemos), ahora que Karamba Diaby lleva dos años en la todopoderosa Bundestag (2013), ahora que Cécile Kyenge es eurodiputada (2014) y que Nyamko Ana Sabuni es Ministra en Suecia desde 2006, ahora que el PSOE tiene un potente grupo afrosocialista, hemos de afirmar que ha llegado el momento para que la diversidad racial sea una realidad en las instituciones españolas.
 
No soy tan ingenuo como para pensar que una negra puede representar mejor a los negros en el Congreso de los Diputados, de la misma forma que tampoco creo que necesariamente una diputada represente mejor a las mujeres en España. Pero sí que estoy convencido de que una diputada visibiliza mejor la realidad de la mujer en la sociedad española, y una negra visibilizará mejor la diversidad racial en el Congreso. ¿Quiere decir esto que si tengo ideas conservadoras tengo que votar necesariamente a Rita Bosaho porque es de raza negra como yo? En principio no porque voto en base de las propuestas de los distintos partidos políticos. Tal vez Rita Bosaho cuente con mi apoyo porque sé que recibirá zancadillas de todos los lados porque a primera vista, muchos verán su color de piel y sus ideas quedarán difuminadas. Quiera o no, si Rita Bosaho sale elegida diputada nacional, indirectamente reflejará la realidad de los negros y afros en la España actual. Y una vez más, Podemos habrá dado una bofetada al PSOE en su diversidad racial.
 
Si el PSOE tiene un grupo afrosocialista potente capitaneada por Consuelo Cruz, ¿por qué no incluye en su lista electoral a miembros de este grupo? Argumentos no faltan, pero no convencen:
1.-El sistema de elección de candidatos es “agrupacional” y no permite ni “lista cremallera” ni “discriminación positiva”. Todos los militantes socialistas pueden presentar su candidatura en su agrupación, y el que sale elegido forma parte de una lista que se presenta al Comité electoral federal que seleccionará a quienes competirán para el Congreso de los Diputados. De modo que los afrosocialistas deben competir en sus agrupaciones socialistas como cualquier militante. Así es la transparencia democrática.
Pero este argumento es falso porque en la práctica el funcionamiento es bien distinto. Primero porque los dirigentes locales suele presentar una candidatura oficial y ningún militante que se presente por su cuenta tiene posibilidad de salir elegido por la asamblea. Segundo porque Ferraz suele imponer una candidatura por interés electoral, aunque no sea militante. Recordemos el caso reciente de Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid. Tercero porque algunos cabezas de listas provinciales ni siquiera pertenecen a la agrupación provincial.  Cuarto porque desde 2007, la ley electoral impone una lista paritaria: ninguno de los dos sexos puede tener una representación superior al 60% de la candidatura total. Incluso algunos ya están proponiendo una “lista cremallera”. De modo que nada impide que los dirigentes socialistas incluyan a miembros afrosocialistas en la lista electoral.
 
2.-No hay cuadros suficientemente formados para concurrir en las listas electorales, y si lo son, no tienen un tirón electoral para conseguir votos. Este argumento es también falso. Primero porque para ser Diputado no se exige ningún título académico determinado. Hay diputados que ni siquiera han entrado en la Universidad. Segundo porque algunos miembros afrosocialistas tienen títulos académicos muy envidiables y se destacan por su implicación directa en las cuestiones sociales. Si alguien puede cuestionar la formación académica de, por ejemplo, Consuelo Cruz, que lo haga. Si alguien tiene argumentos para dudar de la labor de Consuelo Cruz por los derechos humanos, que los exponga. Si alguien duda del magnetismo de Consuelo Cruz para unir a negros de África y de América, que me lo demuestre. Si alguien no se imagina a Consuelo Cruz sentada en el Congreso de los Diputados, que lo defienda. Incluso estoy seguro de que se llevaría muy bien con Rita Bosaho. Todo depende de Ferraz.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

¿Por qué inmigramos?

¿Por qué nos marchamos de nuestras tierras natales? Fundamentalmente por motivos bélicos y económicos. Pocas personas se marchan de un pueblo que disfruta de la paz porque dicho pueblo genera más ilusión y más creatividad. Aunque algunos de sus miembros se marchen a explorar otras tierras, la despedida no es tan dramática como cuando las bombas siguen tus pasos. De allí la diferencia entre inmigrantes y refugiados. Los latinoamericanos se marchan buscando mejores oportunidades económicas, y cuando no las encuentran vuelven a sus pueblos. Muchos africanos huimos de nuestros pueblos porque los señores de la guerra llegan disparando a matar, y volver a nuestros orígenes no suele formar parte de nuestros sueños: tristemente nos marchamos para no volver. Los sirios que huyen de las bombas, difícilmente sueñan con volver a sus tierras porque, entre otras cosas, lo han perdido todo. Volver a las ruinas es peor que lanzarse al mundo desconocido. Muchos españoles que se marcharon durante la guerra civil prefirieron quedarse en sus países de acogida, a pesar de los consistentes planes de retorno que los gobiernos de la democracia han ido relanzando.
 
La inmigración es consustancial al ser humano. De hecho, la historia de la humanidad es una crónica de la inmigración de gran parte de los seres humanos. Según la historia divina, Adam y Eva tuvieron que abandonar el paraíso (expulsados por Dios) y empezaron a errar a lo largo y ancho de la tierra. La historia secular confirma que los primeros seres humanos aparecieron en los valles de Tanzania, y poco a poco fueron expandiéndose por todo el planeta. De modo que nos guste o no, el ser humano es un inmigrante por naturaleza. Y no inmigra por gusto: a veces se marcha porque es expulsado de su paraíso, otras veces se marcha por escasez de recursos disponibles en la zona, otras veces (las pocas) se marcha porque quiere conocer otros mundos.
 
Hace muchos años que se viene hablando del mundo como una aldea global. No cabe duda de que las nuevas tecnologías han globalizado nuestra cotidianidad, y la noticia de la disponibilidad de recursos se comparte desde todos los rincones de la tierra. Es evidente que ante la amenaza de la guerra o del hambre, el ser humano no duda en emprender el camino hacia donde hay buenas noticias. Personalmente pienso que hay una gran diferencia entre dejarse matar y morir intentando sobrevivir. Puede que el resultado sea el mismo en algunos casos (la muerte), pero morir intentando vivir es mejor que morir pasivamente.

domingo, 30 de agosto de 2015

Ante la problemática de la reciente inmigración

Ante la llegada de miles de refugiados sirios y de miles de inmigrantes africanos no podemos mirar hacia otro lado. Es indignante que nuestros dirigentes europeos no hayan sido capaces de atender humanitariamente a nuestros semejantes que están huyendo de la miseria y de la guerra. Es una auténtica canallada utilizar gases lacrimógenos contras personas indefensas que llegan buscando nuestro apoyo. Y probablemente vienen huyendo del uso indiscriminado de armas que nuestros gobiernos vendieron a los de allá a un precio bastante copioso.
Cualquier que tenga interés en los motivos reales de la inmigración masiva en el entorno del Mediterráneo sabe que fundamentalmente viene provocada por la interesada desorganización político-social de Libia. Como siempre, Europa no quiso construir sobre las ruinas de Gadafi porque el control del subsuelo es más eficaz en un estado fallido. No hace falta ser un genio para saberlo. Lo que hace falta es un poco de humanidad para no hacerlo. Va siendo hora de que el ciudadano europeo se interese por la política internacional de nuestros gobiernos, y que exijamos la misma ética política para actuaciones nacionales e internacionales.

jueves, 20 de agosto de 2015

¿Quién se beneficia de las guerras?


Yo creo que sólo los fabricantes de armas se benefician de las guerras. O dicho de otra forma, sólo los gobiernos occidentales se benefician de las guerras. La fabricación de armas ya no tiene un carácter defensivo como antaño, sino puramente comercial. De hecho los gobiernos occidentales tienden a abandonar la fabricación de armas con poca salida comercial aunque sean tremendamente defensivas: por ejemplo, las bombas nucleares.

Es muy triste reconocerlo pero las cosas son como son: las industrias armamentísticas europeas sobreviven gracias a los conflictos bélicos. Y los ciudadanos occidentales no suelen exigir a sus gobiernos para que intervengan en conflictos lejanos. Que mueran los congoleños o los sirios por una bomba lanzada por un dron, eso no impide al occidental medio seguir disfrutando de su almuerzo. Que mueran los inmigrantes en el Mediterráneo, por muy cerca de nosotros que se encuentren, no son de los nuestros. Pero que los combatientes islámicos decapiten a un norteamericano, esto sí que nos afecta: paramos de comer, soltamos todo tipo de improperios, nos acordamos de la madre de algunos y nos preguntamos qué hacen nuestros gobiernos para defendernos de esos salvajes. Obviamente no reconocemos que esos salvajes están utilizando armas compradas en Occidente y que muchos de sus asesores son occidentales.

Nuestra hipocresía occidental no tiene límite. Todavía hoy recuerdo cómo la Audiencia Nacional juzgó y condenó a dos piratas somalíes que secuestraron un pesquero español. Esos dos chicos apenas sabían leer y escribir. No obstante, el rescate de los españoles se negoció en un bufete de abogados en Londres. ¿A usted le interesa saber qué pasó con los abogados de ese bufete? No me lo creo. ¿Usted cree que esos dos adolescentes capturados por los militares españoles eran los auténticos autores del secuestro de ese pesquero? No me lo creo.

Después de no haber hecho nada para evitar el genocidio ruandés, el General Romeo Dallaire al mando de los cascos azules en Ruanda afirmó que había estrechado la mano del diablo. Hay quienes piensan que los diablos se cambian de papeles, dependiendo de dónde nos situemos. En lo que si coincido con el bien condecorado General y que después de Ruanda intentó suicidarse (sin conseguirlo, siendo todo un General) es en su afirmación del “fracaso de la humanidad en Ruanda”: Romeo Dallaire, “J’ai serré la main du diable: la faillite de l’humanité au Ruanda (2003).

miércoles, 12 de agosto de 2015

La economía de la guerra

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Si no existieran las guerras, las habríamos inventado. Porque las guerras son el motor de la economía occidental (el filósofo griego Heráclito sostenía que la guerra es el padre de todas las cosas). La industria armamentística sobrevive gracias a que sus productos mortales son vendidos a quienes los pueda utilizar, sea un estado democrático como Kenia, sea un estado en ebullición como Burundi, sea un estado fallido como Congo o sea un grupo terrorista como Boko Haram. A estas alturas, todo el mundo sabe que los terroristas no fabrican armas; las compra de los fabricantes occidentales. A David Cameron o a François Hollande le importa poco quién es el cliente de sus industrias armamentísticas, siempre cuando esas armas se utilicen fuera de sus territorios. El problema empieza cuando un terrorista prueba una pistola de fabricación francesa en el territorio francés; o colocando una bomba de fabricación inglesa en un autobús londinense, o utilizando material de una mina española para provocar masacres en Atocha. Desgraciadamente, da la sensación de que hay una competencia entre grupos terroristas para ver quiénes pueden acercarse más a las residencias presidenciales. Se están cansando de matar a sus compatriotas, sobre todo porque son muertes que no provocan reacción por parte de Occidente. Un sirio menos vale menos que un norteamericano menos. De allí las degollaciones televisadas para demostrar al mundo entero que para sembrar terror no hace falta una bomba atómica: basta un cuchillo en manos de un destetado, un rehén occidental, una cámara de video y una conexión a internet. Una auténtica barbaridad, un desprecio a la vida humana.

Yo creo que si los dirigentes occidentales quisieran acabar con todas estas guerras activas tardarían menos de un año en poner fin a la barbarie. La clave está en dejar de suministrar armas a los países terceros. Pero si así lo hicieran, millones de europeos que viven de la máquina de matar irían al paro y los sillones presidenciales tambalearían. Pero esto no impide constatar que la responsabilidad occidental en la violencia mundial es un hecho innegable. Por eso muchos africanos suelen realizar una sola petición a los occidentales: “dejadnos en paz. Allez-vous de chez nous. Nous ne voulons pas la indépendance sous votre surveillance”. Si queréis ayudarnos, revisar vuestra política armamentística”. No a la violencia terrorista, no a la violencia institucionalizada. La violencia genera violencia y no hay victorias sin víctimas.

martes, 4 de agosto de 2015

“Una plaga de inmigrantes procedente del Mediterráneo” (David Cameron)


Cuando en 2010 el Coronel Muamar el Gadafi estaba ya rehabilitado en la escena internacional, el presidente Sarkozy y sus colegas occidentales consideraron que había llegado el momento para acabar con él. Unos 16 países se apuntaron al bombardeo, destacándose Bélgica, Canadá, Catar, Dinamarca, Emiratos Árabes, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Jordania, Noruega y Reino Unido. Aviones de combates procedentes principalmente de Francia, Italia, Inglaterra, España y Estados Unidos invadieron el cielo libio. La captura y la ejecución del presidente Gadafi fueron transmitidas en directo el 20 de octubre de 2011. Según los guardianes de la seguridad internacional (cargo que se autoatribuyen arrogantemente), Gadafi era una amenaza para la seguridad internacional. Según los medios franceses, Gadafi tenían información sensible sobre la financiación de la campaña del presidente Sarkozy, y su segunda reelección estaba en caída libre (al final se estrelló porque los franceses no son tan ingenuos). Libia, un país muy seguro hasta entonces, ahora es una tierra descontrolada, con dos gobiernos y atentados mortales todos los días. Casualidad o no, lo único que funciona a la perfección es el bombeo del petróleo. El lector familiarizado con el saqueo de los recursos africanos sabrá entender los motivos que llevaron Occidente a matar a Gadafi.

En 2010, Rusia amenazaba con cerrar el grifo del petróleo. Venezuela se ponía de acuerdo con los demás países de la OPEP para controlar el bombeo del oro negro. Los pozos petróleos de Irak seguían en llamas. La crisis económica amenazaba seriamente la estabilidad de los gobiernos occidentales. Así las cosas, el petróleo libio era una fuente para aliviar las arcas occidentales. Y para conseguirlo a un precio occidental, Gadafi debía desaparecer. Se montó la guerra, Gadafi fue ejecutado, el país se dividió en dos, y se montó guardias para proteger los pozos petróleos.

Después de Gadafi, los miles de inmigrantes africanos y asiáticos que trabajaban bajo su protección fueron perseguidos y se alojaron al mar Mediterráneo. Nunca se sabrá cuántas vidas humanas reposan en el Mediterráneo por causa de la irresponsabilidad política de nuestros dirigentes occidentales. Me llama poderosamente la atención que el Tribunal internacional de La Haya no haya investigado dichos muertos, incluso cuando políticos italianos proponían mandar la marina italiana para hundir las barcazas en el Mediterráneo. Me llama poderosamente la atención que los mandamases africanos sigan formando parte de ese teatro judicial, cuando todo el mundo sabe que ese tribunal internacional fue creado para perseguir a los negros que no se sometan al control occidental. Tiene razón cuando el presidente ruandés afirma que los dirigentes occidentales tratan igual a un presidente negro que a un inmigrante sin papeles. Al fin y al cabo, todos somos la chusma, o una plaga como diría el refinado inglés David Cameron: “tienes una plaga de inmigrantes que llega a través del Mediterráneo buscando una vida mejor, deseando venir al Reino Unido porque el Reino Unido tiene mejores trabajos, una economía en crecimiento, y es un lugar increíble para vivir”.

domingo, 12 de julio de 2015

Carta a Mamadou

Querido Mamadou, después de mucho tiempo vagando por allá y por acá, por fin te has dado cuenta que Europa no es el paraíso soñado. De hecho aprendiste el castellano leyendo en los muros frases como “sobran inmigrantes” o “putos negros, volved a vuestros países”. ¡Bienvenido a la civilización! Seguro que queriendo conocer Madrid acabaste en el CIE de Aluche, y te diste cuenta que no tienes dignidad, y aquellos turistas a los que respetabas tanto en tu país solo logran llamarte “pobrecito”. A cuesta con tu licenciatura, hablar más de tres lenguas no te sirve para nada. Incluso quienes apenas logran escribir su nombre te tratan como un alfabeto. ¡Inkoko iri iwabo ishonda umukara pe! Ahora sí que ya sabes el lugar que te corresponde en este mundo. Te fuiste de tu país para buscar dignidad y ahora tu sueño es conseguir los mismos derechos que los animales. Más quisieras tú vivir como una mascota. Tú no eres un ser humano; vales menos que un animal. Los misioneros (católicos, judíos y musulmanes) te enseñaron que todos somos hijos de un mismo Dios, pero ahora ya sabes que hay un Dios para los ricos y un Dios para los pobres. Incluso hay un Dios para los blancos y un Dios para los negros.
Mamadou, para nuestros dirigentes europeos eres un simple número. ¿Cómo te llamaban en el CIE de Aluche? ¿Bwana Mamadou? O número 1212. Importas tan poco que ni siquiera mereces estar en una cárcel bajo tutela de un estado de derecho. Cuando cruzaste El Estrecho pensabas que Cruz Roja es tu aliado, pero ahora ya sabes que incluso para Cruz Roja existen categorías. Tú mismo me dijiste que en el CIE de Aluche, el trato de Cruz Roja es peor que el de la policía nacional. Amigo mío, Cruz Roja es una multinacional más y su aparente generosidad es una máquina para fabricar dinero. Espero que Pueblos Unidos o Karibu no sigan su camino.
Querido Mamadou, antes de que me llames desagradecido, te confieso que me inclino ante tantas personas que te han echado una mano, que te han visitado en el CIE y que te tratan con dignidad (no con compasión). Sé que tienes una larga lista de agradecimientos. Sé que si no haces locuras es porque sabes que hay un Álvaro, un Javier, una Pilar, una Carmen o una Piedad que te dan la mano cuando te cruzas con ellos. La raza humana no se ha extinguido porque todavía hay corazones nobles que siguen bombeando generosidad, solidaridad y dignidad. Aún hay muchas personas que se dan a los demás sin esperar nada a cambio. Aún hay gente noble que nunca abandonaría a sus amigos. Ahora que Don Mariano Rajoy, católico, apostólico y romano ha decidido multar a todos los españoles que intenten ayudarte, permíteme recordarte las palabras de Thomas Sankara: hay dos versiones de la Biblia, una versión para los pobres y una versión para los ricos. ¿Qué asco no, Mamadou? Multar a quien pretende ayudar a los demás. Si la Lógica griega no estuviera en el punto de mira, concluiríamos que Don Mariano Rajoy nos está invitando a negar agua al sediento, a negar comida al hambriento y esto me suena a crimen contra la humanidad. Así las cosas, legalícese la eutanasia o el genocidio de los pobres y acabamos antes. Sé que, querido Mamadou, eres más humanista que nuestro Don Mariano Rajoy y que tú seguirás ayudando generosamente a quien te pida ayuda; seguirás ayudando a una señora que no puede con sus bolsas de compras (aunque al principio piense que le vas a robar); seguirás cediendo sitio a los mayores y a sonreír al niño que te mira fijamente queriendo entender porqué él es blanco y tú negro. Por favor, no sigas el ejemplo de Don Mariano Rajoy.

lunes, 6 de julio de 2015

“Le sous-développement”


Para quienes estudiamos el francés a través de los manuales llamados “Dossiers” agradeceremos siempre al gobierno de Juvénal Habyarimana por habernos abierto la mente, al dedicar cada manual a una temática concreta. Por ejemplo el “Dossier” titulado la “conditión féminine” nos hablaba de la condición de la mujer en el mundo y especialmente en Ruanda, invitándonos a reflexionar sobre lo que llamamos hoy “igualdad de género”. El mismo presidente ruandés favorecía la presencia de ministras en su gobierno y en la Asamblea General, de tal forma que incluso la señora Agathe Uwilingiyimana llegó a ocupar el puesto de primera ministra con toda normalidad (normalidad bien encuadrada en un país en guerra). No recuerdo ninguna objeción al hecho de que una mujer dirigiera un gobierno africano, ni por parte de mis compañeros maestros, ni por parte de los padres de mis alumnos. El actual presidente Paul Kagame ha seguido la misma política: la jefa de la diplomacia ruandesa, la señora Louise Mushikiwabo, es una de las ministras con más peso en el gobierno ruandés. Y los miembros de la Asamblea General son mayoritariamente mujeres.

Otro “Dossier” que estudiamos en Ruanda se titulaba “Le sous-développement” y analizaba el subdesarrollo en todas sus facetas, haciendo hincapié en el subdesarrollo mental: falta de capacidad para analizar una situación holísticamente. Debatíamos distintos textos que reflejaban cómo los ruandeses teníamos una visión localista que nos condenaba a la pobreza. Algunos pensaban que fuera del “País de mil colinas” no había nada interesante. Se encerraban en la mentalidad ruandesa y se quedaban atrapados en su propio imaginario. “Le sous-développement” nos abrió las mentes hacia realidades de otros mundos, y nos invitó a realizar un menú con lo mejor de cada casa. Por el eso el gobierno favorecía la incorporación del profesorado extranjero a nuestro sistema educativo; enviaba los alumnos con mejores expedientes a las universidades occidentales (inevitablemente algunos alumnos eran enchufados) y cuando volvían al país ocupaban puestos claves para sensibilizar el pueblo desde su experiencia en el extranjero. El mismo hecho de que la programación de la Radio gubernamental estuviera en ruandés, en francés, en inglés y en swahili era una forma de mostrarnos que una mente abierta sobrevive mejor que una mente anclada en su propio imaginario. Esta buena tradición lingüística se ha mantenido con el gobierno del presidente Kagame, aunque le costó mucho superar su aversión hacia la lengua francesa por identificarla como “lengua de los genocidas”.

 

Después de la mal llamada independencia de los pueblos africanos, los padres de dicha independencia tenían una visión africanista casi romántica que implicaba una hermandad del pueblo negro explotado por el hombre blanco. Por eso los manuales de lengua llevaban por título programático “Matin d'Afriques” (despertar de África), y procuraba dar una visión unitaria de los pueblos negroafricanos. Era la época de la filosofía de la Negritud. Pero pronto llegaron los golpes de estado patrocinados por potencias occidentales para dinamitar el espíritu africanista y tener argumentos para sostener que el negro no puede gobernar su propio pueblo, y mucho menos su continente. Sutilmente, los manuales abandonaron el título programático de “Matin d'Afriques” y se llamaron “Ma colline” (mi colina). Mi promoción empezó con esta pedagogía tan estúpida, y cuando tuve la oportunidad de aplicarlo a mis alumnos, me las ingeniaba para alternarlo con algunos textos de “Matin d'Afrique”. Pero ya habíamos caído en manos de un “sous-développement” sostenido por gobiernos locales y bendecido por la perversión de la política internacional occidental de dividir para vencer. Con “Ma colline” empezamos a dar importancia a las diferencias fisionómicas. Se derogaron los contratos de los profesores extranjeros bajo la excusa de que no conocían la realidad del país; se nacionalizaron las empresas estratégicas, incluso se estimularon el regionalismo. Hoy día, el continente africano está completamente fragmentado, a merced de los bandidos que se autoproclama “padres de la nación”.